La estadística proporcionada por el ministerio de salud indica que en el mes de agosto se han registrado el doble de casos de contagios de COVID 19 que en el mes de julio a nivel nacional, mientras que el número de fallecimientos se mantuvo en el mismo nivel.
Es casi una tendencia de lo que ocurre en las principales ciudades del país, por ejemplo, en Ancash se observa algo similar, hay un arraigado aumento de pacientes positivos pero no sube el número de fallecidos y menos aún el número de pacientes internados, al extremo que nuestros hospitales no padecen las angustias de un inminente colapso como hace algunos meses atrás.
En realidad esto es consecuencia de la política de focalización que ha emprendido el gobierno a través de los equipos de intervención rápida de las diferentes redes de salud que existen en el país, cuadrillas de enfermeras y personal asistencial que recorren los principales focos de acumulación de personas a efectos de identificar los grupos de portadores de esta enfermedad.
Ello ha llevado, por ejemplo, a que los médicos concentren su atención en estos pacientes, les entreguen el tratamiento necesario en caso lo necesiten y dispongan medidas preventivas para impedir que pueda contagiar a terceros.
Claro que lo ideal sería que estos asintomáticos puedan ser concentrados en un determinado lugar hasta que echen la enfermedad, empero, eso no se ha logrado, se pretendió hacerlo pero la propia desidia de los contaminados hizo fracasar este proceso, por ello ahora se opera en base a la responsabilidad de cada portador de virus.
Sin embargo, a pesar que esta estrategia busca que hacer un cerco en todos aquellos lugares o personas en donde se encuentra el virus para evitar su diseminación, colisiona con la responsabilidad de un sector de la población a la cual le importa un comino su salud y considera que el virus solo les hará cosquillas, que pasarán como asintomáticos y su vida seguirá siendo igual,
Sin embargo, no toman conciencia que si bien su vida no importa, si deberían de preocuparse de sus familiares, de sus amigos o de sus compañeros de trabajo, deben comprender que en caso en algunos de estos segmentos se encuentra una persona vulnerable, algún adulto mayor o personas que arrastran un cuadro clínico que disminuya sus defensas, podrían convertirlo en un potencial candidato a la muerte.
Ello porque esta gente no acata en lo más mínimo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y salen a hacer su vida como antes de la pandemia, organizan reuniones familiares, participan en pichanguitas entre amigos, acuden a discotecas, salen a libar licor a la via publica sin protección alguna y no cuidan las elevadas posibilidades de contagio que existen en cada una de estas actividades.
No entienden que el Gobierno no ha autorizado el funcionamiento de bares y discotecas, que ha suspendido las clases presenciales en colegios y universidades, que ha prohibido los espectáculos artísticos y deportivos, es porque ellos concentran a mucha gente y son focos propios para el contagio del Covid 19.
Es allí en donde la gente adquiere este mal y si es que no hace un cuadro leve o severo de la enfermedad se convertirá en un asintomático que irá regando el virus en todos aquellos lugares que visite, por ello es que el gobierno ha debido apelar a una nueva estrategia de sensibilización y de comunicación para atenuar a este segmento irresponsable del país.
Ha puesto en marcha la campaña denominada “El Covid no mata solo, no seas cómplice” para advertir de alguna otra manera que no se puede ser tan insensible con del dolor de los demás y que debemos cuidarnos para impedir más muertes y lamentos en el país.
No hay que cantar victoria antes que termine la guerra, si el número de muertos se ha detenido, si el número de pacientes se ha reducido, es porque las estrategias están dando resultados, empero, hay que entender que el virus sigue acechando y hay que extremar los cuidados, no dejemos que se eche a perder todo lo que se ha podido avanzar, si cabe la palabra, hay que mantener la guardia con una meticulosa prevención en todos los aspectos. De cada uno de nosotros depende.