Editorial

::: HOSPITAL A LA VISTA :::

Con apoyo de maquinaria pesada, la Municipalidad Provincial del Santa ha concretado este fin de semana la demolición de los puestos del desaparecido Mercado Progreso, culminando de esta manera el proceso de ejecución coactiva que había concluido hace varias semanas.

Como se recuerda, el accionar de la comuna provincial se inició hace algunas semanas cuando se destruyeron los primeros 25 puestos que se habían levantado en la vía pública, es decir, aquellos en los que no cabía ninguna oposición a la diligencia municipal y la orden de la autoridad.

Los demás no fueron demolidos en ese momento porque el Ministerio Público solicitó a la comuna que se les otorgue un plazo a los comerciantes para que puedan retirar sus pertenencias que aún se mantenían en el interior, en aras de ejecutar la medida en un clima de respeto a los derechos de todos los involucrados.

Es preciso señalar que ya para entonces la Municipalidad estaba autorizada a emprender esta labor por haberse concretado dentro de marco de un proceso administrativo que había llegado a su final en todas las instancias, empero, los comerciantes plantearon una serie de acciones judiciales que trataron de desvirtuar esta labor.

Se trata de dos acciones de amparo y un Habeas Corpus mediante las cuales los comerciantes demandaban la intervención de la autoridad judicial alegando la violación de sus derechos y los perjuicios que les ocasionaba la medida, aun cuando es de dominio público que fueron oportunamente notificados y que la autoridad edil cumplió todos los procedimientos habidos y por haber, como se dice en el argot criollo.

El tema del hospital El Progreso no se remite a una o dos semanas atrás, se remonta ya a dos años atrás cuando el PRONIS, el organismos adscrito al Ministerio de Salud en temas de infraestructura, recogió el clamor de un comité pro construcción del Hospital El Progreso tramitado desde hace muchos años por los vecinos de los pobladores de este sector y aprobó el presupuesto de 48 millones de soles para edificar un hospital de nivel I en ese lugar.

Fue entonces que este organismo demandó a las autoridades que se garanticen las condiciones legales para ejecutar este proyecto y ellas estaban relacionadas con la indebida presencia del mercado del mismo nombre a un costado del terreno de la posta de salud, en donde se edificará el hospital, es decir, que existía la necesidad de reubicar a los comerciantes.

Esto ocurrió en la gestión del ahora prófugo ex alcalde provisional Julio Cortéz Rojas, desde entonces la Municipalidad ha planteado una serie de alternativas para tratar de salvar la imposibilidad legal que existe con el mercado en ese lugar y, lamentablemente, ninguna de ellas ha sido aceptada por el gremio de comerciantes.

Recordemos que inicialmente un grupo de comerciantes había aceptado las alternativas de la Municipalidad, empero, dirigentes politizados les hicieron creer que podrían quedarse y se inició una corriente de oposición que lo único que ha conseguido es dilatar los plazos y poner en riesgo la inversión ya aprobada para este nosocomio.

Justamente, la Corte del Santa ha evaluado las acciones judiciales planteadas por los comerciantes y las ha desestimado de plano, ha advertido que son improcedentes, es decir, que no cumplen los requisitos y el mismo camino ha seguido el habeas corpus en la medida que los comerciantes pretenden reclamar un derecho sobre un terreno que no les pertenece, al cual su propietario ha destinado para otros objeticos y en ese caso no existe nada por discutir.

Antes que un tema de supuestos derechos adquiridos, aquí existe una cuestión de la vigencia de la autoridad, del respeto que debe merecer la orden de una autoridad cuando ella se ha expedido en el marco del respeto de la ley, por ende, la reubicación de los comerciantes del otrora mercado progreso, para habilitar el terreno del futuro hospital estaba dentro de este escenario.

Hay que reconocer no solo el esfuerzo que ha evidenciado la Municipalidad Provincial del Santa en este proceso de reubicación y demolición del mercado Progreso, con la ponderación y cuidado porque los comerciantes encuentren una alternativa a su retiro del lugar que ocuparon en el curso de muchos años. Todo ello ha sido materia de debate en todos los escenarios que concluyeron que el desarrollo y la salud del pueblo está por encima de cualquier otra consideración, pues ahora si se puede decir que tenemos un hospital a la vista.