RED SUR
En el último día del año 2020, el director de la Red Pacífico Sur, Marlon Tello, reconoció la labor que realizó el personal de trabajadores de salud que estuvo en primera línea durante la emergencia sanitaria, aquellos que pusieron el pecho no solo para atender los casos de pacientes positivos, si no de aquellos que salieron, debidamente protegidos, en busca de la enfermedad que había atacado a cientos de personas que ni siquiera lo percibían. Fueron ellos los equipos de Respuesta Rápida (ERR), Equipo de Seguimiento Clínico y Asesoramiento Clínico (ESC), y el Equipo Centro de Aislamiento Temporal (CATS), quizás el soporte de la respuesta de la autoridad ante el avance de la pandemia. No podemos olvidar que los equipos de intervención rápida fueron los que contuvieron el avance de la enfermedad al salir a identificar, casa por casa, comunidad por comunidad, a aquellos pacientes que eran positivos y estaban derramando el virus. Una vez que los identificaban le otorgaban su tratamiento y establecían las pautas para evitar que sigan contagiando a familiares, compañeros de trabajo o vecinos. Por ello es que la autoridad de salud los ha reconocido el último fin de año otorgándoles una resolución de felicitación que servirá para fortalecer el curiculum de cada uno de los servidores. Lo que no llegamos a entender son las razones que ha tenido la red de salud para desmotar estos equipos que acudían a los domicilios cada vez que se presentaba un caso sospechoso, tomaban las pruebas y detectaban al caso positivo. En la última semana del 2020 algunas personas compartieron con nuestro medio que tuvieron una emergencia y solicitaron la presencia de personal de salud en la medida que contaban con familiares de edad muy avanzada y esperaban que se descarte la presencia de virus en ellos, pero les respondieron que ya no acuden a domicilios y los pacientes deben acudir al establecimiento más cercano a su domicilio, bueno eso no es problema en los jóvenes pero en los adultos mayores que no pueden desplazarse por sus propios medios eso es sumamente complicado, incluso, significa exponerlo ante gente que acude con los síntomas de la enfermedad. Si los casos de covid han comenzado a incrementarse se deberían retomar los equipos de intervención rapída en la red de salud, ¿o será que esperan una segunda ola?
MULTA
Si hay una entidad que cuenta con personal que está permanentemente controlando el ingreso y desplazamiento de los clientes, que toma la temperatura, que exige la desafección de las manos y no suele permitir que se violen los protocolos de seguridad, ella es el centro comercial Plaza Vea. En realidad, los centros comerciales tienen estas prácticas que distan, por ejemplo, de lo que ocurre en los mercados o algunas galerías de nuestra ciudad, por ello extraña sobremanera que en la víspera de este año la Municipalidad Provincial del Santa haya multado a este centro comercial por no cumplir con el distanciamiento de su clientela. Esto ocurrió en su tienda de la esquina del jirón Bolognesi y Tumbes y nos imaginamos que se referían al aforo que en estos días se ha reducido al 40% y que en medio de las fiestas de fin de año se desbordó por la gran cantidad de gente que sale a realizar sus compras para la cena o el recibimiento del nuevo año. De todas maneras se destaca la atenta reacción de las autoridades municipales que apenas advirtieron que el personal del centro comercial no estaba respetando la normatividad aplicó la multa con la finalidad que el establecimiento tome los correctivos necesarios.
TOQUE
El acuerdo de consejo de ministros sancionado la noche del último sábado 02, en Palacio de Gobierno, que dispone ampliar el toque de queda desde las 10.00 hasta las 4.00 de la mañana, comprende 11 regiones, pero una de ellas, la de Ancash, solo incluye a la provincia del Santa. Esto debe llamar a la reflexión a nuestras autoridades para ejercer el control de las medidas de prevención, pero, sobretodo, debe generar un llamado a la conciencia de la población pues si Chimbote está en el “ojo de la tormenta” del covid 19 es por la irresponsabilidad de la gente. Las fiestas Covid, la aglomeración en las calles, la indiferencia en el uso de la mascarilla y el incumplimiento en la desinfección le cobran la factura a la ciudad. Allí están los registros de contagios y decesos, seguimos entre las cinco ciudades con cifras más alta de letalidad y por ello las medidas gubernamentales restrictivas nos alcanzan. Hay que terminar de una buena vez con esta suerte de relajo que lleva a muchos a mostrar su indiferencia frente a la pandemia porque saben que no tendrán mayores síntomas cuando en realidad están llevando la enfermedad a su casa, a su trabajo, a su comunidad. El costo de esa irresponsabilidad la pagamos todos con un toque de queda que nos afecta porque las actividades deben suspender más temprano que antes.