Esta es una historia de nunca acabar. Como ya es costumbre a lo largo de los últimos treinta o cuarenta años, desde hace una semana las aguas residuales del dren Aviación han vuelto a inundar las calles del pueblo joven Dos de Mayo y zonas aledañas, causando más de una molestia a miles de moradores y manteniéndose al mismo tiempo como una enorme herida, abierta en pleno corazón de Chimbote.
A lo largo de doce kilómetros, desde su inicio en el sector de Cambio Puente, el dren no solamente capta los remanentes de regadío de la zona agrícola La Campiña para finalmente conducir estas aguas a través de la avenida Aviación hasta la bahía de Chimbote, frente al barrio Miramar. Lamentablemente, a su paso por varios pueblos jóvenes, todos ellos densamente poblados, el dren también sirve de botadero de basura y toda clase de desechos orgánicos e inorgánicos que los moradores arrojan en forma indiscriminada.
Más allá de las graves consecuencias que este problema ocasiona a la salud de la población y el medio ambiente, existe otro dilema, aún mucho mayor pero igual de crónico y pernicioso. Nos referimos a la indiferencia de las autoridades locales en dar una solución definitiva a esta ya insoportable situación.
Acudiendo a la seriedad y confiabilidad de una serie de estudios técnicos, se ha llegado a la conclusión que la única manera de poner punto final a este antiguo dolor de cabeza es desviando el curso del dren. El desvío deberá efectuarse a la altura del kilómetro 4.5 de ex línea del ferrocarril, a través de un canal que lleve las aguas directamente al río Lacramarca, sin afectar en absoluto, ni la zona urbana, ni la zona agrícola. Este planteamiento técnico tiene por nombre “Dren Los Patos”
Precisamente hace siete años, durante la gestión del encarcelado ex alcalde provincial Luis Arroyo Rojas, cuando las aguas del dren inundaron por enésima vez las viviendas de la avenida Aviación, se propuso a la Municipalidad Provincial del Santa ejecutar de una vez por todas este proyecto. Era la oportunidad propicia. Además, ya existían en carpeta hasta tres estudios técnicos debidamente sustentados. Uno de ellos elaborado por el gobierno regional de Ancash y otros dos formulados por la Municipalidad Provincial del Santa.
Sin embargo, haciendo caso omiso a todas las recomendaciones técnicas y de buena fe que se le hizo llegar, el ex alcalde Luis Arroyo Rojas optó por elegir una salida momentánea y no por una solución definitiva. Dispuso una inversión de 4 millones de soles para resanar las paredes del dren con su respectivo techado, pero solo a lo largo de las cuatro primeras cuadras de la avenida Aviación. Eso, en términos de ingeniería hidráulica y desarrollo urbano, equivale a colocar un parche en la parte externa de una herida, más no en solucionar el problema de fondo. Por eso, el pueblo joven Dos de Mayo y demás zonas aledañas, van a tener que seguir soportando nuevas e incontables inundaciones.
Vecinos de este lugar, recordaron que durante su campaña electoral el actual alcalde provincial Roberto Briceño ofreció solucionar en forma definitiva este antiguo problema, pero hasta el momento no se le ha escuchado hablar nuevamente del tema.
Se afirma asimismo que, como resultado de la desordenada delimitación que aún subsiste entre las zonas agrícolas y urbanas, hay varias huertas, parcelas y establos que han quedado en medio de viviendas. Situación que al parecer se contrapone al proyecto de desviar del dren.
Sin embargo, al amparo de la Ley de Municipalidades, la comuna provincial está facultad para disponer el cambio de uso de estas tierras, emitiendo una ordenanza municipal. Todo es cuestión de armonizar y priorizar objetivos en función del futuro.
Mientras tanto, cada vez que se inunden las calles del pueblo joven Dos de Mayo y la avenida Aviación, es porque el Dren Los Patos todavía sigue haciendo agua.