Las autoridades de la provincia y los representantes de la diversas instituciones de la sociedad civil acordaron el último viernes dejar sin efecto el Plantón programado para mañana martes en el frontis del Ministerio de Economia y Finanzas y reprogramar la movilización pacífica en nuestra ciudad de este jueves para el próximo martes 21, cuando ya se tengan las cosas claras respecto a los avances que se dice ha dado el Ejecutivo en torno a la obra de la vía de evitamiento.
En realidad los acuerdos no se adoptaron sobre la base de algún anuncio oficial o de alguna comunicación de alguna instancia del Poder Ejecutivo, como pensábamos, sino en mérito de una furtiva declaración del congresista nacionalista Freddy Otárola Peñaranda a una emisora de la localidad y por la cual aseguraba que el Consejo de Ministros había aprobado darle prioridad a la ejecución de esta obra en Chimbote.
Aun cuando ello no dice nada, las autoridades decidieron averiguar en torno a estas revelaciones, más aun cuando el alcalde provincial Julio Cortéz dijo que una fuente confiable de la PCM le había confirmado que, en efecto, se adoptó un acuerdo respecto a la ejecución de la vía de evitamiento en Chimbote.
Por ello que por consenso se acordó suspender el plantón de mañana martes y encargar a una comisión que viaje esta noche y solicite audiencias mañana en la PCM a efectos de confirmar esta información extraoficial que, al fin y al cabo, es lo que todos estábamos esperando.
Sin embargo, no se puede soslayar que la demanda de la sociedad civil de Chimbote radica en la firma de la addenda para habilitar el inicio de la ejecución de la Vía de Evitamiento, no existe necesidad de alguna licitación o proceso de selección porque la obra se ejecutará con el concurso del consorcio español OHL que está ejecutando la Red Vial N° 4 en la Panamericana Norte que pasará por nuestra ciudad y lo hace a través de una inversión que se recuperará a través de la administración de la nueva vía.
En otras palabras, es una obra en la que el gobierno no pondrá un céntimo, de allí que llama la atención que no hayan diligenciado los trámites para que se disponga su inicio lo más pronto posible, más aun cuando el propio Ministro de Transporte José Guerra Ku dijo en nuestra ciudad que los estudios y expedientes ya estaban listos y solo faltaba la voluntad política del gobierno.
He aquí la parte en donde nos invade las dudas y sospechas sobre el accionar del ejecutivo con respecto a la obra de vía de evitamiento, en general respecto a Chimbote, pues si se viene dialogando con el Ministro de Transporte como una suerte de vocero del ejecutivo, quien ha llegado a Chimbote para pedir a nuestras autoridades un poco de calma y paciencia porque el proyecto se iniciará de todas maneras con este gobierno de salida, lo que no entendemos es por qué no se ha puesto en contacto con el alcalde de Chimbote o de Nuevo Chimbote, con los cuales está dialogando, para darle a conocer este presunto acuerdo del Consejo de Ministros, del cual forma parte.
Si el Ministro José Guerra se mostró interesado en que las autoridades entiendan y comprendan los vaivenes de la administración publica que se toma su tiempo en esta clase de gestiones, habría sido el primero en llamar a Chimbote para dar a conocer este acuerdo si se hubiera sancionado.
El congresista Freddy Otárola no es vocero ni miembro del ejecutivo en este momento como para asumir alguna representación oficialista, de allí que asumir que su palabra es ley es someterse a un riesgo de que en realidad no exista nada, aun cuando todos abrigamos la esperanza que por fin hayan sancionado algo en favor de nuestra ciudad a la que este gobierno tiene absolutamente postergada en este último quinquenio.
No creemos que haya existido el suficiente argumento como para dejar en suspenso las medidas convocadas con antelación, al fin y al cabo un plantón solo busca que llamar la atención de las autoridades del ejecutivo y si se hubiera realizado mañana martes aun cuando ya habría un acuerdo de la PCM en buena hora porque eso es lo que estaba buscando esta medida de presión de la sociedad civil.
De todas maneras, hay un grupo de autoridades y representantes de la sociedad civil que están viajando a la capital de la república para conocer el día de mañana cuan cierta es la versión del congresista Otárola, más aun cuando algunos días antes otro ex congresista había adelantado que obtuvo información confiable que el expediente de la Vía de Evitamiento se había trabado en el Ministerio de Economía y Finanzas.
Lo importante es que todos somos conscientes en este momento que no se debe bajar la guardia, que si los informes de mañana o más tarde indican que en realidad aún no existe nada claro respecto a la addenda y ella no se firma, es preciso tomar medidas radicales porque en Chimbote nos estamos jugando una carta definitiva con el inicio de la obra en estos meses.
Todos somos conscientes que dejar el trámite para el próximo gobierno que asume el 28 de julio, representará algunos meses más de dilación y, lo que es peor aún, el expediente estará en manos del nuevo mandatario Pedro Pablo Kuczynski, un ex ministro de economía que está acostumbrado a bajarle el dedo a cuanto proyecto que signifique una merma en los ingresos del estado, como que en este caso el dinero del peaje irá a para a manos del consorcio español por una buena cantidad de años más.
En realidad esperamos equivocarnos y que los anuncios que hizo el congresista Otárola encuentren una grata confirmación en las instancias del ejecutivo, empero, es evidente que la información es aún muy vaga, no dice nada el hecho que se le otorgue prioridad a la ejecución del proyecto cuando no se firma la addenda que el consorcio ha puesto como condición para disponer de los millonarios presupuestos que habilite la obra.
Las autoridades y la sociedad civil de Chimbote deben ser conscientes que ahora no se puede fallar, que las decisiones que adopten para empujar al gobierno para que ponga en marcha este proyecto son vitales y no deben estar revestidas de desencuentros y vacilaciones. Si no existe nada, ni las movilizaciones serán suficientes.