En Copa América:
Lima, jul. 6.- En un partido que se puede comparar con la disputa bíblica entre David y Goliat, la selección peruana de fútbol no pudo ampliar la sorpresa que evidenció en la fase de grupos y en los cuartos de final, al perder por la mínima diferencia contra el gigante Brasil en Río de Janeiro.
Brasil 1, Perú 0; un marcador que resume el resultado del partido. Pero tomando en cuenta los últimos dos encuentros entre ambas escuadras (2-4 y 4-0, ambas a favor de Brasil), podemos llegar a la conclusión de que el planteamiento táctico tuvo algo que ver con el resultado final.
Los primeros 25 minutos del primer tiempo fue un calco de lo que se venía a continuación: un Brasil seguro de sí mismo y un Perú que encontró en Pedro Gallese una garantía de que el gol brasileño no llegaría fácilmente.
En ese mismo tiempo se evidenció que Ricardo Gareca no iba a buscar el partido. Luego de los cuatro goles recibidos en el primer encuentro frente al scratch, el técnico argentino planteó una inusual línea defensiva de 5 jugadores, lo que originó un monólogo brasileño: recién a los 30 minutos, Perú pudo llevar a Brasil a su propia área.
Sin embargo, a los 35 Lucas Paquetá finalizó una brillante jugada de quien, hasta el momento, es el mejor jugador de la copa: Neymar. Entre tres peruanos pudo enviar un pase, con túnel incluido, que fue aprovechado por el jugador del Olympique de Lyon para vencer a Gallese.
El avance de Brasil no cesó en los minutos siguientes, haciendo daño entre líneas y a espaldas de los defensas, pero el score no varió y Perú se fue al descanso con más dudas que certezas.
Un Perú diferente
El segundo tiempo, luego del 1 a 0, fue diferente… al menos en el inicio. Solo pasaron 7 minutos para que Perú tuviera 3 remates al arco. La intención y las ganas, sin embargo, no fueron suficientes para empatar el score y el mal estado de la cancha del Olímpico Nilton Santos de Río de Janeiro tampoco ayudó.
Por momentos, y a diferencia del primer tiempo, se veía a un Perú cómodo con la posesión del balón: triangulaciones, pases en corto, remates desde fuera del área… el problema llegaba cuando perdía la pelota, ya que no podía defenderse con la misma frialdad con que repartía el “chocolate”: Brasil con dos pases causaba mayor expectativa por la fragilidad de la defensa peruana.
Así terminó el partido: con un Perú empeñoso, tratando de escalar cuesta arriba, frente a un rival superior que bajó las revoluciones y empezó a defender su mínima victoria.
Perú jugará por el tercer lugar contra el equipo que pierda la siguiente semifinal que se disputará entre Argentina y Colombia, el martes 6 de julio. Para ese partido se tiene previsto que regrese André Carrillo al equipo titular. (Andina)