De acuerdo con una información proporcionada por el gobierno central, la ejecución del proyecto denominado Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos de Chimbote, también conocido como P-TAR, ha sido diferida para el año 2027. Pero, como mal podría pensarse, esta dolorosa postergación no se debe a causas ajenas ni tampoco inesperadas. Se debe al desinterés que han demostrado, por un lado, la Municipalidad Provincial del Santa y, por otro, la empresa municipal Sedachimbote. Eso confirma que el peor enemigo lo tenemos en casa.
Este imperdonable aplazamiento significa que por lo menos seis años más los desagües de la ciudad de Chimbote van seguir desembocando directamente a la bahía, como hasta hoy, sin el más mínimo tratamiento y con toda la carga de inmundicia capaz de generar la peor contaminación que pueda imaginarse.
En una decisión que tanto la Municipalidad Provincial del Santa como la empresa Sedachimbote trataron de minimizar y restarle la mayor importancia, en marzo del presente año los técnicos alemanes contratados por el Ministerio de Vivienda para realizar los estudios y el expediente técnico del P-TAR , de pronto decidieron alistar sus maletas y marcharse para siempre.
¿Qué había pasado? . Más de medio año los técnicos alemanes se cansaron de esperar que los funcionarios de ambas instituciones locales cumplieran con proporcionar los planos y demás documentos debidamente actualizados, que ofrecieron entregar en más de una oportunidad y que son indispensables para llevar a cabo dicho estudio. Obviamente, nadie está para perder su tiempo ni para soportar mentiras y evasivas. La desidia y la irresponsabilidad de la que han hecho gala estas dos instituciones, deja muy mal parado el nombre de Chimbote.
Revisando las propuestas que el alcalde provincial Roberto Briceño Franco hizo durante su campaña electoral, se puede ver que efectivamente uno de sus principales ofrecimientos fue la recuperación de la bahía El Ferrol y su transformación en gran atractivo turístico. Tal ofrecimiento sin duda le deparó un buen respaldo por parte del electorado. Sin embargo, la postergación del P-TAR se ha encargado de demostrar que jamás hubo intención de convertir esta promesa en realidad. Mientras los desagües de Chimbote continúen desembocado directamente en la bahía, hablar de proyectos turísticos es simplemente una burla.
Han transcurrido tres años de la actual gestión municipal y la postergación de este proyecto hasta el año 2027 pone en claro que ni siquiera la próxima gestión edil podrá ejecutarlo. Tras la partida de los técnicos alemanes, el P-TAR ha quedado virtualmente petardeado. Pero no por causas extrañas sino por mano propia.
Como bien lo ha hecho notar el ex decano del Colegio Químico Farmacéutico, Mag. Esteban Cacha Salazar, es posible que en las próximas elecciones municipales más de un candidato quiera ganar la gloria con falsas avemarías ofreciendo a los cuatro vientos la recuperación de la bahía El Ferrol. Para mentiras, basta con la construcción de la avenida Costanera y la reconstrucción del bulevar.