VENGANZA
Lo que ha ocurrido anteayer en la comunidad de Anra, en la provincia de Huari, en donde enardecidos pobladores y ronderos procedieron a quemar vivos a tres individuos a los que acusaban de haber asaltado y asesinado a un conocido taxista de ese lugar, es un hecho que se veía venir en nuestra región. Ello porque en esas lejanas comunidades no existe justicia, si en las ciudades existe mucha desazón por la forma como se administra justicia, mucho más indignación existe en las zonas alejadas y en los pueblos del interior en donde solo echan mano del recurso que tiene a la mano, es decir, el ajusticiamiento popular. En este caso, los tres individuos fueron sorprendidos ocultándose en una cueva, cuando los ronderos y los pobladores buscaban a los autores del crimen del taxista. Las informaciones no han confirmado si estas víctimas llegaron a confesar el delito ante los ronderos, solo se ha dicho que una vez que los hallaron en la cueva del sector el Salitre los golpearon y los quemaron estando aún vivos, una muestra de salvajismo que pensábamos que ya se había desterrado del país. Desde aquella fatídica matanza registrada en el poblado de Ilave, en Puno, hace ya muchos años atrás, no se había visto otro hecho similar, aun cuando se ha informado de las reacciones de ronderos y juntas vecinales que reaccionan con furia cuando atrapan a los ladrones y proceden a lincharlos, golpeándolos y flagelándolos hasta que los policías o serenos llegan a rescatarlos. En esta oportunidad los ronderos actuaron de forma salvaje, no existe manera alguna de justificar un hecho tan brutal como el que se ha registrado en Anra porque, antes que la justicia o cualquier otro valor en la sociedad, está la vida humana. Aun cuando esos hombres calcinados (hasta el momento no identificados) hayan sido autores del crimen, sobre lo cual no existe certeza alguna, tenían derecho a ser sometidos a un juicio y ser escuchados, incluso, a arrepentirse y pedir clemencia en caso resulten siendo culpables. Veremos cómo actúan ahora las autoridades porque imaginamos que hay algún responsable de este triple crimen en la hoguera.
TRASLADO
El traslado del procesado Marcos Vasquez Julca (a) “Chileno”, considerado como uno de los sicarios del doble crimen perpetrado en Nepeña en octubre del año pasado, se caía por su propio peso. El propio recluso, tras ser trasladado desde chile al Penal de Cambio Puente, había advertido a los periodistas que temía por su vida porque conoce la identidad de los verdaderos promotores de este crimen. Inclusive, uno de los considerados como autores intelectuales, el abogado Carlos Bazán Castro, quien fue el que lo contactó para este “trabajo”, había sido ya recluido en Cambio Puente y se encontrarían ambos en el interior. Sin embargo, lo que más ha pesado es que el propio “Chileno” había deslizado ante la prensa que él no había tomado parte en el atentado que acabó con la vida del alcalde de Samanco Francisco Ariza y del abogado Henry Aldea Correa, sin embargo, advirtió que le diría al Fiscal quien son los verdaderos autores. Es evidente que “Chileno” es el hombre clave en estas pesquisas, por lo menos vendrá a corroborar todo lo que la Policía y Fiscalía ya saben a partir de los testimonios de los sicarios adolescentes que se acogieron al beneficio de la confesión sincera para recibir una pena menor y fueron los que identificaron a los promotores del doble crimen. Entonces, las autoridades tienen la ineludible obligación de protegerlo, tienen que cuidarlo porque es evidente que hay quienes buscarán que impedir que declare todo lo que sabe o, por lo menos, le harán llegar amenazas para inducirlo a no decir toda la verdad. En Cambio Puente estaba expuesto a cualquier acto de amedrentamiento, sin embargo, en “Piedras Gordas” hay un régimen cerrado en el cual existen más posibilidades de resguardarlo de algún atentado. Enhorabuena esta medida.
ACOSO
Tal como se había advertido, el presidente del comité pro revocatoria del gobernador Waldo Ríos Salcedo, era objeto de amenazas e intimidaciones, empero, ahora esos actos de amedrentamiento se pusieron de manifiesto a través de una denuncia penal que se ha formalizado ante el Ministerio Público. En Huaraz se ha dado a conocer que el dirigente que nos visitó la semana pasada ha sido denunciado por supuesto incumplimiento de funciones en su puesto de trabajo en el hospital de Huaraz. La denunciante es una abogada llamada Paola Ángeles Rodríguez, quien no explica cuál es el delito, empero, se cumple con hostilizar al dirigente con una denuncia que seguramente deberá ser tramitada por el Fiscal y archivada tras notificaciones, emplazamientos y diligencias que resultarán inoficiosas. Ojo que la maquinaria de contraofensiva de Waldo Ríos se ha echado a andar, así que, como dice el dicho, los promotores solo tendrán que “hacer de tripas corazón”.