La Sala Penal de Apelaciones confirmó la nueva orden de prisión preventiva de 18 meses contra el ex presidente regional César Álvarez Aguilar, en la investigación que se le ha iniciado por su presunta vinculación y participación en el alevoso crimen de Hilda Saldarriaga Bracamonte, la conocida “testigo clave” que fue asesinada para silenciarla.
Junto a la situación jurídica de Álvarez Agilar, también se ha decidido en el mismo sentido la suerte del ex alcalde Luis Arroyo Rojas, el conocido delincuente Rubén Moreno Olivos, el ex Policía Ricardo Patiño Marmanillo, así como Jorge Loloy Valencia y Christian Cruzate Pereda, alias “colombiano”, mientras que ha quedado pendiente de resolverse las apelaciones de Adán Siccha Vilchez y Kenyi Cruz Alejos.
Todos ellos junto a la abogada Sheila Ethan Ramírez Policarpio, han sido comprendidos en la investigan del crimen de Hilda Saldarriaga, al considerarse que se coludieron con la finalidad de conseguir silenciar a una mujer que se había constituido como la testigo clave del primer atentado contra el ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos.
Hace algunas semanas atrás habíamos comentado este mismo caso luego que la Fiscalía supraprovincial contra la criminalidad organizada decidiera continuar investigación preparatoria respecto a la muerte de Hilda Saldarriaga y llegara a la conclusión, tras una serie de pesquisas, que hubo una concertación criminal similar a la que, posteriormente, diera lugar al asesinato del ex consejero Ezequiel Nolasco.
Y es que los involucrados en estos dos asesinatos por encargo, es decir tanto el de Hilda Saldarriaga como el de Ezequiel Nolasco, tiene varios elementos en común, digamos varios nombres que se repiten, como el ex presidente regional Cesar Álvarez, el ex alcalde Luis Arroyo, los delincuentes y reclutadores de sicarios Rubén Moreno Olivo y Jorge Loloy Valencia, así como el asesino juvenil Christian Cruzate Pereda.
Como se recuerda, en Julio del año 2013, a tres años del atentado criminal en la vivienda de ex consejero Ezequiel Nolasco, en donde dieron muerte a su hijo político Roberto Torres Blas, asesinos enviados por los mismos autores intelectuales, acabaron con la vida de Hilda Saldarriaga Bracamonte, la testigo de ese primer hecho criminal por haber escuchado en su vivienda del A.H. Tahuantinsuyo, la manera como se concertó y planificó este fallido atentado criminal.
Luego de dos años de investigaciones, la Fiscalía Supraprovincial Contra la Criminalidad Organizada, llegó a la conclusión que el ex alcalde Luis Arroyo Rojas, con la anuencia de César Álvarez Aguilar y la participación de Ricardo Patiño Marmanillo, habría contactado con Rubén Moreno Olivo alias “Goro” a fin de que éste se encargue de la ejecución de la víctima, para lo cual reclutó a los sicarios Jorge Luis Malca Valencia, alias “Chino Malca”, Kenyi Iván Cruz Alejos, alias “Kenyi” y Christian Joel Cruzate Pereda, alias “Colombiano”, siendo los dos últimos quienes ingresaron al inmueble de la agraviada y la abatieron con disparos de proyectiles de armas de fuego.
En el caso de Adán Siccha Vílchez, alias “Adán” cumplió la labor de reglaje y junto a un sujeto aún no identificado, visitó a la víctima dos días antes de su muerte, mientras que la abogada Sheila Ethan Ramírez Policarpio, consiguió que la testigo clave cambiara de versión a cambio de dinero que ella misma le entregaba por encargo de la organización criminal, señala la imputación del Ministerio Público.
Por estos hechos el Juez Richard Concepción Carhuancho, con los elementos probatorios que recopiló el representante del Ministerio Publico, dictó orden de prisión para todos los investigados, con excepción de la abogada, por espacio de 18 meses, medida que fue calificada como desproporcionada por el ex titular de la Región Ancash, quien apeló de inmediato y esperaba que se deje sin efecto.
Sin embargo, la semana pasada se ha dado cuenta que la Sala Penal Nacional de Apelaciones ha zanjado este asunto al declarar inadmisible los recursos impugnatorios y ha dejado firme las decisiones de primera instancia, por lo que el fiscal encargado de esta carpeta deberá profundizar las pesquisas para los efectos de plantear un requerimiento acusatorio en el plazo establecido.
En realidad la secuela de este caso no podría ser otra, la llamada testigo clave Hilda Saldarriaga se había convertido en un serio escollo para los intereses de la red criminal de Ancash, no solo estaba próxima a prestar su manifestación ante los magistrados por el primer atentado contra la vivienda de Ezequiel Nolasco, sino que la justicia la había convocado para que se someta a la entrega de muestras de su voz porque se estaba realizando una pericia fonética a efectos de identificar su voz en unos audios.
Esta diligencia se tornaba importante y clave en la medida que en el ínterin, después de estallar el escándalo del atentado a la vivienda de Nolasco, se difundieron una serie de audios y videos en los cuales se escucha a la mencionada Hilda Saldarriaga cambiar su testimonio, empero, hay otros en los cuales aparece solicitando dinero a cambio de su silencio.
Esto quiere decir que la mujer se había convertido en un blanco, si es que se dice y afirma que detrás del atentado a la vivienda de Ezequiel Nolasco estaba toda una mafia, ello explica cómo es que los asesinos no vacilaron en que ella se encuentre junto a su menor hijo durmiendo en su humilde rancho para abatirla delante de los suyos.
Solo de esta manera Hilda Saldarriaga ya no estaría en condiciones de ratificar los cargos que formulara en una oportunidad delante del Fiscal, del Jefe Policial y de los agentes encargados de la investigación, de allí que el Ministerio Público entiende que los más interesados en que no se conozca la verdad son los enemigos de Nolasco Campos, aquellos que no solo ordenaron el atentado a su vivienda sino que, posteriormente, en Marzo del año 2014, ordenaron que lo asesinaran en Huacho.
Aún existen muchas evidencias de este alevoso crimen, tanto la Fiscalía como el Poder Judicial se encuentran en condiciones de descubrir realmente como se perpetró este crimen, pero que con este asesinato consiguieron silenciar a un testigo clave, esa es una verdad de Perogrullo. Esta es otra pero necesaria medida restrictiva para deslindar los crímenes políticos que conmocionaron la ciudad.