Editorial

Editorial: ::: MANO DURA :::

El director del Área de Gestión Pedagógica de la UGEL Santa, magister Richard Rodríguez Álvarez, no ha ocultado su preocupación por el alto índice de docentes que se encuentran investigados por hechos de violencia física y sexual en nuestra provincia, precisando que al cabo de los procesos internos deberá establecerse la sanción a imponerse a cada uno de ellos.

En este elevado número de casos de violencia no pudo dejar de mostrar su inquietud por uno en particular que ha merecido una drástica medida por parte del Poder Judicial la semana pasada y es el relacionado a un docente del Colegio “Manuel Gonzales Prada”, quien ha sido acusado de chantaje sexual a su propia alumna.

Este caso se ha registrado el año pasado, empero, recién es materia de una investigación penal y de una medida de prisión preventiva de 9 meses que se ha dictado contra el docente Juan Bartolo Vilca, quien es profesor del curso de inglés en el mencionado plantel y fue grabado con celular del acoso sexual en agravio de una escolar a la que prometía aprobarla en su curso con una nota de 18 en caso de acceder a sostener relaciones.

La medida judicial se impuso en el Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria y a pedido del Fiscal anticorrupción, Carlos Zárate Medina, quien indicó que los hechos ocurrieron el mes de noviembre del año pasado en el plantel y la petición del docente fue grabada por la escolar ante las reiterados exigencias inclusive, la denuncia precisaba que en pleno examen que desarrollaba en el aula le dijo que no haga la prueba y por el contrario escribiera lo que le gustaría que le haga.

Quienes hemos tenido acceso a los cargos formulados por el representante del Ministerio Publico no hemos podido sino mostrar nuestra indignación al conocer, por ejemplo, que la escolar en los primeros trimestres obtuvo notas aceptables en el curso, sin embargo, en el tercer trimestre ese pésimo docente empezó a calificarla con notas bajas aparentemente con la intención de preparar las condiciones para seducirla y plantearle un encuentro amoroso a cambio de lo cual la aprobaría el curso.

Lo más grave es que el Fiscal señaló en su exposición que este docente, si es que así se le puede llamar si se confirman los cargos delictivos, tiene un antecedente similar ya que en el colegio “Ramón Castilla” del distrito de Samanco también fue denunciado por acosar a una alumna a la que llegó a besar en la boca, lo que pone de manifiesto su conducta desviada y su proclividad para acosar a las alumnas.

Es evidente que este caso tiene que seguir aun sus instancias de investigación, el propio Fiscal ha señalado las diligencias que se encuentran pendientes, entre ellas una pericia fonética a la grabación realizada por la propia agraviada y que es un elemento de prueba fundamental para poder acreditar los hechos.

Sin embargo, de acuerdo a la descripción que se ha hecho, a los antecedentes que obran respecto al comportamiento de este docente en otro plantel, existen suficientes indicios que nos hacen presumir que los cargos son reales y que ha existido una malvada intención del sujeto de sacar provecho de su condición para someter sexualmente a una menor de edad que no tienen el suficiente discernimiento como para afrontar esta clase de pretensiones.

Pero por la forma como se han concebido los hechos se pone en evidencia que el denunciado ha preparado convenientemente el terreno para poder perpetrar el delito, ha descalificado exprofesamente a la alumna con la finalidad de dejarla en una situación de indefensión y de empujarla a tomar una decisión frustrante para ella, pues el hecho de calificarla con bajas notas dice mucho de las protervas intenciones que tuvo para cometer el delito.

Si es que la violación no se ha concretado es porque la escolar pudo confiar a alguien lo que estaba sucediendo y de esta manera le indicaron que obtenga pruebas grabando al sinvergüenza y demostrando cuales eran sus reales intenciones.

Será el Poder Judicial el que meritúe los alegatos que hace su defensa, como que la grabación es una trampa para perjudicarlo, empero, la pregunta que se cae de madura es ¿para que querría perjudicar una estudiante al docente con una denuncia tan grave como el chantaje sexual?

La verdad es que no habíamos registrado hechos de esta naturaleza en el nivel escolar, cierto es que antes hemos comentado en este mismo espacio otros hechos similares pero que tuvieron como protagonistas a estudiantes universitarias, como los hechos registrados en Huaraz y Trujillo en donde los catedráticos cayeron en celadas que se organizaron en hostales y centros de hospedaje hasta donde habían llevado a las estudiantes para someterlas sexualmente, es decir, cayeron “in fraganti”.

Obviamente, se trata de jóvenes mucho más maduras y en capacidad de colaborar con una celada de este tipo, sin embargo, con una escolar cuya edad frisa entre los 15 o 16 años, es difícil poder preparar una estrategia policial de estas características, por ello es que el Juez ha aceptado como válida la grabación que se ha presentado y que por el momento es suficiente como para dictar una medida de aprehensión hasta que se corroboren los cargos en la pesquisa judicial.

Si calibramos estos hechos, es evidente que el Director de AGP de la Ugel Santa tiene que estar sumamente preocupado, más aun cuando un docente es como un segundo padre para los estudiantes, es un hombre que tiene que predicar con el ejemplo, debe ser un prototipo para los alumnos y velar no solo por el crecimiento de su enseñanza sino por su desarrollo personal y emocional correcto y transparente.

No podemos concebir la idea que un monstruo o un pervertido con los ropajes de un docente, eso es lo peor que podría ocurrir con nuestros escolares, por ello que ha sido ejemplar la medida restrictiva que ha dictado el Juez al disponer el encarcelamiento de quien ha traicionado los propios postulados de su carrera profesional, quien ha dejado de lado sus principios como persona y como adiestrador para pretender aprovecharse de su condición y obligar a una escolar a acostarse con él a cambio de mejorar sus notas. Si las autoridades judiciales confirman este comportamiento enfermizo y anormal, tendrán que aplicarle el máximo de las penas que señala la legislación penal, no se puede esperar menos ante un hecho tan delicado como el comentado.