La pregunta del millón:
En sus primeras declaraciones a la prensa, el consejero regional por la provincia del Santa, Alexander Peláez, ha manifestado que viene realizando una ronda de reuniones con los alcaldes distritales de esta jurisdicción a efectos de impulsar el financiamiento de expedientes técnicos y la ejecución de obras que se encuentren en fase de pre inversión o inversión.
Bajo cualquier circunstancia de interés público, el propósito que persigue el consejero Alexander Peláez es algo que puede traducirse en una gran satisfacción. Toda gestión que se realice con esa finalidad, venga de donde venga, será muy bien recibida por la población. Obras son amores y eso es lo que más necesitan, sin excepción, los ocho distritos de la provincia del Santa.
Ello no obstante, es necesario recordar la función del consejero Alexander Peláez no es precisamente intervenir en la gestionar de obras y servicios que generen gasto público, por más que éstos sean urgentes y de primera necesidad.
La ley 27867 , Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, consagra claramente que la función de los consejeros regionales es representar políticamente a los pobladores de sus respectivas provincias, asimismo “controlar la gestión y la conducta pública” de las autoridades y funcionarios del gobierno regional y del mismo modo realizar investigaciones sobre cualquier asunto de interés púbico regional.
Bajo esta consagración legal, queda claro que la función específica de los consejeros regionales es fiscalizar y bajo ningún concepto asumir iniciativas ni realizar gestiones que generen gasto público. En buen castellano, pueden ser juez y parte.
Por muy buena que pudiera ser la intención, el gobierno regional de Ancash ni ninguno de sus homólogos, están en la obligación de realizar obras que son competencia de las municipalidades provinciales y distritales. Eso significa incurrir en una duplicidad de esfuerzos y en la pérdida de una óptica en cuanto a jurisdicción y competencia de gestión se refiere.
¿Porqué el presupuesto para una obra municipal de pistas y veredas de pistas tiene que pasar primero por las manos del gobierno regional? . ¿No es mejor que este presupuesto venga directamente a la municipalidad que va a ejecutar la obra? ¿Porqué asimismo los expedientes técnicos no son elaborados por la propia municipalidad ejecutora y se evita con ello tantas incongruencias y paralizaciones de obra que perjudican a la comunidad?.
Los gobiernos regionales no han sido creados para disputar con las municipalidades el financiamiento y la ejecución de obras de carácter vecinal. Los gobiernos regionales han sido creados para gestionar proyectos de otra magnitud que impulsen el desarrollo regional. Se hace mal en mezclar la paja con el trigo.
Si los consejeros del gobierno regional de Ancash hubieran cumplido al pie de la letra su labor de fiscalización, otra sería la suerte de nuestra región. No habrían tantos locales escolares a medio construir y abandonados a su suerte; y asimismo no se hubieran producido los actos de corrupción que tanto daño continúan causándole a Ancash. Si los consejeros regionales de Ancash hubieran cumplido su función a cabalidad, tampoco se hubiera permitido que el proyecto liberteño Chavimochic construya, sin pedir permiso a nadie, un muro de concreto en pleno cauce del río Santa para captar a su favor un mayor volumen de agua.
Si los consejeros regionales dejasen de hacer las veces de agentes municipales y ejercieran a plenitud la facultad de fiscalización que les otorga la ley, con toda seguridad Ancash no se mantendría en la difícil situación en la que se debate.