Editorial

PACTO A ESCONDIDAS

Convenio Ancash – La Libertad:

En declaraciones brindadas al Diario de Chimbote, el ex consejero regional Rubén Sandoval Calvo confirmó algo que ya era una sospecha de amplio dominio púbico. Efectivamente, el convenio  para la instalación de la Cuenca Inter regional Ancash-La Libertad,  cuya razón principal es el reparto de las aguas del río Santa, fue firmado bajo el manto de un estricto secreto  por  el ex gobernador de Ancash, Henry Borja  Cruzado,  y su homólogo de La Libertad, Manuel Llempén Coronel.

Ni el uno ni el otro, se ha tomado la molestia de invitar a ninguna otra persona al acto de suscripción. Tampoco se han acomedido a  informar a la opinión pública acerca de los términos del convenio, como manda la Ley de Transparencia. Sencillamente han preferido firmar a escondidas un documento que es y debe ser de interés público regional.  A diferencia de otras ocasiones, a las que siempre han asistido en compañía de ruidosas portátiles, esta vez los ex gobernadores de Ancash y La Libertad ni siquiera se han atrevido a posar para la foto de las redes sociales.

El ex consejero Rubén Sandoval  ha sido enfático en señalar que, si bien es cierto que  la instalación de cuencas inter regionales es una potestad nacional normada por ley, también es cierto que la implementación de dicha potestad tiene que seguir un procedimiento formal. Conjuntamente con  la necesaria anexión de informes técnicos, legales e incluso históricos, el procedimiento para la instalación de la cuenca requiere por un lado el aval del respectivo consejo regional y, por otro, la opinión favorable de la parte interesada. En este caso  los interesados son, entre otros,  los agricultores del valle de Santa, agrupados en IRCHIM.

Nada de esto sin embargo le ha preocupado en absoluto  a los ex gobernadores. Los ex consejeros de Ancash afirman no haber tenido conocimiento ni haber intervenido para nada en la gestión del referido convenio. Siendo así, el pacto firmado a escondidas por Henry  Borja y Manuel Llempén  puede ser considerado un documento ilegal, susceptible de ser declarado inaplicable.

De  no haber sido por un comunicado que los dirigentes de IRCHIM han hecho público, nadie se hubiera  dado por enterado de esta jugada desleal. De acuerdo con dicho pronunciamiento, el convenio es lesivo para los intereses de Ancash más no así para La Libertad. Merced  a este documento se estaría dando por aceptado el actual sistema de reparto de las aguas del Santa que, como bien sabemos, favorece ampliamente al proyecto liberteño Chavimochic. Ellos se llevan la mayor parte de la torta.

A la fecha se ha cumplido ya tres días desde que los agricultores de Santa han dado la voz de alerta. Pero hasta hoy, ni el nuevo gobernador regional, ni los funcionarios de Chinecas y menos los directivos de la Autoridad Nacional del  Agua, han dicho una sola palabra sobre el particular. Guardar silencio ante un hecho de esta naturaleza, equivale en efecto dar por aceptado el injusto reparto de las aguas del Santa que se realiza actualmente. Por ser un recurso natural que nace, discurre y desemboca en suelo ancashino, se dice que el 90 por ciento de este caudal debería corresponderle a Ancash. Pero en la práctica, sucede todo lo contrario.

En el comunicado de IRCHIM los agricultores santeños han emplazado públicamente al gobernador regional Fabian Koki Noriega para que salga en defensa de la región a la que representa y desconozca o al menos revise los términos del convenio firmado por su antecesor. Todos estamos a la espera de saber cuál será su reacción. Un pacto firmado a escondidas no puede poner en riesgo la soberanía de nuestra región.