Tercera vía:
No hace falta ser un experto en temas de circulación vial para advertir que el tránsito vehicular entre Chimbote y Nuevo Chimbote ya prácticamente se encuentra fuera de control. Cada día se incrementa más y más y encima se hace más caótico. Y no es para menos. Las dos únicas vías que conectan a estas dos grandes ciudades, las avenidas Pardo y Meiggs, ya sobrepasaron largamente los límites de su capacidad vehicular.
En el tramo de diez kilómetros que existe entre Chimbote y Nuevo Chimbote, circulan por estas dos vías más de quince comités de colectivos, cada uno de los cuales está conformado por un promedio de cincuenta unidades vehiculares.
En el caso de la prolongación Pardo, este volumen vehicular se incrementa con la presencia de seis líneas de transporte masivo, cuyos unidades son conocidas como “burritas”, y también con algunas líneas de combis que no se sabe porque todavía subsisten.
Entre tanto, los vehículos de transporte público que circulan por la avenida Meiggs (es decir la Panamericana Norte) tienen que disputar el uso de esta vía nacional, con enormes vehículos de transporte interprovincial de carga y pasajeros. Mayor caos y mayor saturación, imposible.
En razón de este caos de transporte, hace ya veinte años se habló por primera vez acerca de la necesidad de implementar una tercera vía entre Chimbote y Nuevo Chimbote, pero hasta hace unos días nunca más se escuchó hablar del asunto. Todo quedó en palabras y buenas intenciones. Que se sepa, hasta hoy no existe ni siquiera un borrador de perfil técnico y menos un trazo definitivo.
Aún así, el tema de la tercera vía ha vuelto a ocupar los titulares de la prensa y redes sociales luego de la reunión que sostuvieron el miércoles de la semana pasada el alcalde provincial Luis Gamarra Alor y su homólogo de Nuevo Chimbote Walter Soto Campos. En sus primeras declaraciones sobre el particular, ambos burgomaestres afirmaron haber asumido el compromiso de reactivar el proyecto para la ejecución de esta importante y necesaria vía.
Por lo pronto, se ha adelantado que la tercera vía tendrá una longitud de 7 kilómetros y unirá las avenidas Los Pescadores de Chimbote y Agraria de Nuevo Chimbote. Eso quiere decir que ya existe consenso y voluntad política, que dicho sea de paso es el punto de partida para que toda buena idea se convierta en realidad.
Se ha dicho asimismo que, de no existir inconvenientes, la tercera vía podría ejecutarse dentro de los próximos tres años, es decir antes que los actuales alcaldes concluyan su gestión.
Si efectivamente ha llegado la hora de pasar del dicho al hecho, bien por Chimbote y Nuevo Chimbote. Una obra de esa envergadura va a solucionar un problema de grandes proporciones que cada día se agudiza más. Francamente, ya es hora de pasar del dicho al hecho.