Opinión

NO ES LA PALABRA LA QUE CONVENCE

A propósito de la crisis política:

Por: Fernando Zambrano Ortiz / Analista Político

No es que falte inteligencia. La hay, tanto policial como militar. De lo que adolece el gobierno es de decisión política para enfrentar la crisis. Para entender que la lucha no se limita a un grupo de vándalos, sino contra una organización criminal internacional, el Foro de Sao Paulo.

Esta crisis hay que enfrentarla en los frentes interno y externo. En el frente externo es necesario señalar directamente la calidad de organización criminal de una red regional con afinidad ideológica, dedicada a romper el orden democrático en nuestra Región para tomar el poder.

Como lo señalé oportunamente, la gran debilidad del Estado siempre ha sido su casi nula capacidad de comunicación en el frente externo ante escenarios de crisis. No bastan comunicaciones protocolares, se necesita un grupo de notables que comunique con solidez la situación del país.

Me pregunto si ya se pusieron en contacto con nuestro Nobel Mario Vargas Llosa, por ejemplo, para que se pronuncie sobre la crisis en Perú y la indebida injerencia extranjera de presidentes del Foro de Sao Paulo.

La ministra de Relaciones Exteriores debe entender que no es la palabra la que convence, sino el acento que se le pone al hablar y la acción. No puede ir a foros internacionales a leer mensajes sobre la crisis. El presidente de Uruguay dio cátedra de la posición que debemos asumir en dichos foros, sin leer una línea.

Por otro lado, es inexplicable que la Cancillería aún mantenga en sus puestos a embajadores políticos del reo Pedro Castillo. ¿Es que acaso piensa que éstos no están enfrascados en una activa en campaña política de desinformación en el exterior?     

La voz quejumbrosa de Dina Boluarte tampoco ayuda. En situaciones de crisis como la que enfrentamos, el Estado debe mostrar autoridad hasta en el discurso, sin necesidad de cerrar las puertas al diálogo. Esos “discursitos” en modo “yaraví” transmiten a la población una sensación de debilidad e indefensión por parte del Estado.

En el frente interno la percepción de la ciudadanía es de indefensión. Es una sensación de anarquía absoluta. Y es que el gobierno, tanto en el mensaje como en la acción, se muestra débil y casi a punto de la rendición. Esto es muy peligroso. Podemos estar ingresando a un escenario en que la ciudadanía tome en sus manos su propia seguridad.

Si Dina Boluarte no toma decisiones de inmediato y la Fiscalía de la Nación no despierta del letargo en que se encuentra y dispone la captura de los azuzadores nacionales y extranjeros, debidamente identificados por nuestros servicios de inteligencia, este gobierno perderá todo apoyo.