Hace unos cuatro o cinco años atrás, el gobierno regional encabezado por César Álvarez Aguilar decidió demoler las instalaciones del emblemático Colegio “Víctor Andrés Belaúnde” para poner en marcha su remodelación total.
Por entonces se pensaba que la Región estaba llenando uno de los caros anhelos de la comunidad educativa de ese plantel cuyo número era importante y se entendía que la vieja infraestructura ya debería cambiarse no solo por razones de seguridad sino por la necesidad de entregarle a los alumnos instalaciones mucho más cómodas y modernas que redundarían en la mejora de su nivel educativo.
Sin embargo, cuando apenas se había avanzado el 15% de los trabajos, se vieron paralizados por falta de presupuesto, el colegio “Belaúnde” formaba parte de ese paquete de obras que fueron promovidas sin que se tenga el sustento presupuestal que correspondía, sino que se había hecho un “carrousel” que consistía en tomar presupuestos de obras en marcha para lanzar licitaciones de otras. El objetivo fue el cobro fraudulento del diezmo, al final las obras quedaron abandonadas.
Una de ellas es el colegio “Belaúnde” que para infortunio de su comunidad educativa a la fecha se ha convertido en una letrina y guarida de delincuentes, tal como lo comprobaron la semana pasada el consejero regional Luis Gamarra Alor, el director del Plantel Ricardo Falla Enríquez y un grupo de padres de familia que llegaron a sus instalaciones preocupados por la suerte de esta abandonada obra.
El objetivo es elaborar un informe sobre la realidad de esta obra y llevarla al mismo escritorio del gobernador regional Enrique Vargas Barrenechea a efectos que se plantee y sancione desde el ejecutivo regional la declaratoria de obra prioritaria con la finalidad que se le asigne los presupuestos que requiere para su culminación.
Ya antes el mismo consejero Luis Gamarra había expresado su intención de plantear a nivel del consejo regional una ampliación presupuestal a efectos de considerar el colegio Belaúnde dentro del presupuesto del presente año, pues el encarcelado Waldo Ríos Salcedo ni siquiera lo ha tomado en cuenta en el presupuesto elaborado el año pasado.
Esperemos que estas nuevas gestiones tengan un buen derrotero, se tiene que tener en cuenta que el Colegio “Belaúnde”, como se le conoce, ha albergado a muchas generaciones de Chimbotanos y contaba con una importante población estudiantil cuando se demolió, la misma que se ha ido reduciendo peligrosamente en la medida que sus alumnos tienen que estudiar en calidad de “encargados” en otros Planteles, lo cual conspira contra una adecuada educación.
La decisión está en manos del gobernador regional, esperemos que pueda sacudirse de los temporales políticos que lo han movido en estos días con graves denuncias de corrupción, pues aun cuando no puede desentenderse de ellas, es importante que dedique el tiempo necesario a los requerimientos de la población, como que es pertinente atender una obra prioritaria como es la del colegio “Víctor Andrés Belaúnde”. Confiamos que en el curso de las próximas semanas lleguen noticias alentadoras al respecto.
Condena inusual
Poco antes de iniciarse el año 2016 la Policía puso fin al ilegal funcionamiento de una Picantería ubicada en zona habitacional, en el P.J. Miraflores Alto, la misma que encubría el negocio más antiguo del mundo, pues allí se concentraban un grupo de meretrices que adoptaban el rol de damas de compañía con parroquianos que terminaban contratando sus servicios y utilizaban los pisos superiores.
La intervención se realizó el 29 de diciembre del 2015, en la Picantería “Charly” ubicada en el primer piso de un inmueble sito en la tercera cuadra del jirón Moquegua en Miraflores Alto. Allí los efectivos encontraron tres pacos de marihuana y 27 ketes de PBC. En el segundo piso, una pareja sostenía relaciones sexuales en un ambiente en condiciones higiénicas deplorables y en otros ambientes rústicos también se hallaron decenas de preservativos y lubricantes, así como prendas de mujer.
Se hallaron todos los vestigios que confirmaban las denuncias de los vecinos y moradores de esta zona que indicaban que en ese lugar no se solo se ofrecían los mejores potajes de pescado y se expendía cerveza, sino que se ofrecía las caricias de una serie de jovencitas que eran explotadas por los regentes de este lugar.
Justamente, en esa ocasión se pudo detener a Edilberto Agreda Villanueva y Miguel Ángel Zavaleta Caballero quienes fueron conducidos a la comisaría de La Libertad y posteriormente fueron internados en el penal de Cambio Puente por un mandato de prisión preventiva.
Desde entonces fueron sometidos a una investigación en la que la Fiscalía pudo corroborar los indicios que halló en el lugar y confirmó que allí se favorecía el ejercicio de la prostitución clandestina, razón por la cual acusó a los detenidos por delito de proxenetismo.
Sin embargo, durante el juicio oral y apremiados por las pruebas y evidencias, ambos procesados, que no cuentan con antecedentes penales, tras conferenciar con su abogado, decidieron acogerse a la conclusión anticipada, aceptando ser responsables del delito de favorecimiento de la prostitución, consiguiendo una rebaja de la pena de un sétimo de la prevista, imponiéndoles una pena de 4 años 3 meses y 12 días, así como la suma de 5 mil soles por concepto de reparación civil.
Así se sella la suerte de individuos que pensaron que explotando a desesperada0s mujeres podrían hacer de este vil negocio un modus vivendi, empero, se equivocaron, la justicia ha conseguido acorralarlos con pruebas y no tuvieron otro derrotero que confesar sus culpas y someterse a las reglas de la terminación anticipada.
Los dos sujetos han sido condenados, que sirva este fallo como precedente para que en el futuro otros delincuentes lo piensen dos veces si pretenden aprovecharse de esta clase de mujeres y promueven un negocio ilícito como la tristemente célebre “Picantería Charly”.