El gerente general de Essalud, Manuel de la Flor Matos, ha confirmado a las autoridades y dirigentes de la sociedad civil de Ancash que la construcción del hospital de alta complejidad, de nivel IV de Essalud en Nuevo Chimbote se encuentra prevista para el año próximo y que todo marcha dentro del cronograma de trabajo, tal como se había establecido, no existe alteración alguna.
La información se proporcionó en el marco de una reunión promovida a insistencia del alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán, que había reaccionado, como todos en Chimbote, ante las preocupantes declaraciones que prestara en nuestra ciudad el Presidente Ejecutivo de Essalud Gabriel del Castillo Mory, quien ha demostrado que conoce muy poco o nada de la realidad de la institución en nuestra jurisdicción.
Ello porque el máximo funcionario de Essalud, durante su última visita realizada a nuestra ciudad dijo a los medio de comunicación que el anhelado y esperado hospital IV estará listo todavía en cuatro o cinco años, lo que dista mucho de la información que se manejaba en nuestra ciudad y dejaba un sospechoso margen sobre un posible sesgo que podría sufrir el millonario proyecto en mención.
Y es que esto es factible cuando acceden a los máximos cargos de confianza nuevos funcionarios de la mano de nuevos gobernantes, con mayor razón en el actual gobierno que no solo tiene a Chimbote y la región Ancash a la zaga, sino que ha dado muestras de querer despojar los presupuestos de nuestras instituciones para llevárselas a otras ciudades.
Por ello es que el alcalde Valentín Fernández Bazán no demoró en convocar una mesa de trabajo que se realizó en las instalaciones del municipio sureño, en la cual convocó a los principales promotores de este proyecto, entre ellos al ex gerente de Essalud, Jorge Baca Luna, a los congresistas de la república, a los representantes de los jubilados, al alcalde provincial (e), a los dirigentes del Frente de Defensa de Chimbote y Nuevo Chimbote, a los diferentes gremios de la ciudad con la finalidad de intercambiar puntos de vista respecto al proyecto del nuevo hospital de nivel IV que es esperado con ansias por miles de asegurados de nuestra jurisdicción.
No se puede soslayar la realidad de la atención medica de los asegurados en nuestra jurisdicción, el hospital III de Laderas del Norte es el mismo nosocomio del otrora seguro social, aquel que fue construido hace ya más de sesenta años para una determinada cantidad de asegurados y que por el paso del tiempo no solo ha colapsado en su infraestructura sino en su capacidad de atención.
Esta es la poderosa razón por la cual se decidió construir un nuevo hospital y en la medida que Chimbote ya no es la misma ciudad de hace cuatro décadas atrás, se consideró la necesidad de implementar un hospital de mayor nivel, que se encuentre a la altura de aquellos que existen en las grandes ciudades del país y que resultan siendo referentes para los pacientes asegurados de nuestra provincia.
De allí que la importancia del proyecto concitó el esfuerzo de todos los sectores en la ciudad, hace ya algunos años se consolidó un comité de apoyo a la construcción de este nosocomio, fueron muchas las autoridades que se mostraron entusiastas en el desarrollo de este proyecto y aún nos queda en la retina aquel pasaje en el que se coloca la primera piedra de este proyecto, cuando se expidió la resolución que autoriza la asignación de un millonario presupuesto y la elaboración de los estudios pertinentes.
Desde entonces “ha pasado mucha agua bajo el puente”, se han registrado una serie de hechos e incidentes que fueron necesarios para despertar a ciertos funcionarios que no estaban trabajando como correspondía y en el entendido que la ciudadanía quería conocer hechos concretos respecto al avance de este proyecto.
Fueron las autoridades locales las que movieron este proyecto, determinaron que el terreno más adecuado para llevarlo adelante era el hospital I de Nuevo Chimbote, cuyo predio sumado a los terrenos aledaños que fueron entregados a la Asociación de Jubilados de Essalud, resultaban propicios y suficientes para albergar un proyecto de gran magnitud.
Fue el alcalde de Nuevo Chimbote el que se comprometió a gestionar la transferencia de un terreno en el que se trasladaría el hospital I ya no como tal sino como un moderno Policlínico para el cual se ha reservado el presupuesto necesario para su financiamiento.
El saneamiento de estos terrenos ya se encuentra totalmente listo, ya Essalud recibió los títulos de propiedad para poner en marcha este segundo proyecto, de allí que no existía razón alguna como para sospechar que la construcción del hospital IV tenga que postergarse cuatro o cinco años más, esa sola revelación dejó marcada preocupación en la medida que en otras grandes ciudades, como Trujillo, se emprende proyectos de tal envergadura y existía la probabilidad que se quieran llevar el presupuesto de nuestro proyecto a otra ciudad y eso no podía permitirse.
Afortunadamente, el gerente general de Essalud ha puesto las cosas en su sitio, ha confirmado que el cronograma de trabajo que fue expuesto por los altos funcionarios de su institución hace algunos años en nuestra ciudad sigue avanzado conforme a lo que estaba establecido, se encuentra en la última fase de la viabilidad y se estima que el segundo semestre de este año se debe estar lanzando la convocatoria de la licitación para la construcción del mencionado proyecto.
Esto quiere decir, según las mismas palabras del gerente de Essalud, que la construcción propiamente dicha del nosocomio se debe estar iniciando dentro de un año, específicamente desde enero del 2018, una proyección que es más realista y que encaja dentro de los alcances que nos dieron a conocer en su debido momento.
Lamentablemente, la justificada inquietud y la rebeldía de nuestras autoridades ante las declaraciones del Presidente Ejecutivo de Essalud fueron consecuencia de la ignorancia o el desconocimiento de un funcionario que estaba desinformado, que no conocía los alcances del cronograma y que lanzó una proyección que generó aspavientos y reacciones. Después de los informes proporcionados por los mismos funcionarios de Essalud en la capital de la república, es evidente que “el piso está parejo” pero que sirva este pasaje para que nuestras autoridades y representantes no le pierdan la pista a los grandes proyectos y estén atentos a su necesario y consistente avance. Esto tiene que ser así.