Editorial

Editorial: ::: EL CRIMEN NO PAGA :::

En el último día del año que nos dejó, el Juzgado Colegiado de la Corte Superior de Justicia del Santa condenó al empresario Jack Castillo Castillo a cumplir 25 años de prisión al hallarlo responsable del crimen del Fiscal de Casma, Luis Junior Sánchez Colona, en la modalidad de instigador.

La sentencia fue leída de manera general y en ausencia del implicado, quien en las últimas diligencias ya no se hizo presente como al iniciarse este juicio cuando, por entonces, exclamaba ser inocente de los cargos.

Sin embargo, el Juzgado Colegiado ha sido drástico y contundente, pues existen en el expediente las pruebas que determinan que Castillo sí tiene responsabilidad en el alevoso crimen del fiscal y allí se encuentran los audios hallados en el equipo celular del occiso, en los cuales se escucha su voz amenazando de muerte al magistrado.

De la misma manera, se ha podido establecer que el delincuente Richard Bracamonte Méndez (a) “Cachete”, considerado como el contacto para obtener el concurso del sicario Danny Huamancondor de la Cruz, ha sido su empleado de seguridad en las obras que ha ejecutado para el gobierno regional de Ancash, eso ha quedado demostrado con los documentos del seguro social que ha pagado su empresa en favor del mencionado individuo.

De allí que la estrategia utilizada para desvirtuar el vínculo entre ambos, señalando que no se conocían, quedó totalmente desvirtuado con esos documentos que ponen en evidencia que el sentenciado Jack Castillo estuvo, efectivamente estrechamente vinculado, con el mencionado individuo.

De la misma, manera, el reconocimiento pleno de Danny Huamancondor por parte del padre del occiso, quien al escuchar los disparos salió de su vivienda y en una calle contigua se cruzó con el delincuente al cual vio que huía a la carrera y un tanto atolondrado, llegando segundos después a comprender que había sido el asesino a sueldo de su vástago.

Como inicialmente sucedió con la Policía y la Fiscalía, para el Juzgado Colegiado de la Corte del Santa no existe duda alguna que el empresario Jack Castillo fue el que promovió el crimen del Fiscal, lo hizo por una venganza personal y ello quedó plasmado en el celular de la víctima, así como ha quedado demostrado en el Facebook, la red social en la cual Castillo Castillo amenazó al magistrado al tomar conocimiento que su esposa esperaba jun hijo.

Todas estas pruebas han sido debidamente compulsadas por los magistrados y los ha llevado a tener la convicción que el acusado era realmente el hombre que promovió este crimen, que pidió a su empleado vinculado a los bajos fondos a buscar a la persona que podría eliminar al Fiscal de Casma y finalmente pagó el precio por un despiadado crimen que conmovió a los chimbotanos.

Precisamente, este mismo temperamento es el que tuvimos todos luego que la Policía y la Fiscalía terminaran la investigación y descubrieran los alcances del crimen y disponer las órdenes de prisión para los autores materiales como para los autores intelectuales.

Se trataba de Jack Castillo para quien el Ministerio Público consiguió que inicialmente se le dicte orden de prisión preventiva, empero, un juez suplente, de aquellos traídos extrañamente por el ex presidente de la Corte Superior del Santa cuando en Chimbote existen muchos abogados que podían hacerlo mejor, lo dejó en libertad tras declarar procedente el pedido de cesación de la prisión preventiva.

Para entonces se esgrimió la tesis de la inexistencia de conexión  entre los autores materiales e intelectuales, pues los documentos de Essalud señalaban que el delincuente Richard Bracamonte Méndez no había prestado servicios en el Callao, cuando la consulta en realidad debió centrarse en el descarte de su vinculación laboral en una obra del jirón Callao, que es la que estaba a cargo de Jack Castillo.

Justamente, ya a nivel de investigación judicial se pudo corroborar este extremo, Bracamonte Méndez fue en realidad su empleado y éste estuvo recluido en la misma celda con Danny Huamancondor de la Cruz cuando purgaron carcelería en el Pernal de Cambio Puente, es decir, se conocían y el primero de ellos era consciente que su colega era capaz de asesinar a alguien por dinero.

Sin embargo, la liberación del empresario fue todo un escándalo, el ex presidente de la Corte del Santa se vio precisado a cesar de inmediato al Juez Suplente que él mismo había traído a Chimbote y el caso debió investigarse a pesar que la instancia superior había confirmado el descarado fallo del juez, por lo que ya la OCMA ha recomendado sanciones para quienes se prestaron a ese desaguisado.

De allí que no debe haber sido difícil y complicado para el Juzgado Colegiado poder establecer la responsabilidad penal del empresario Jack Castillo en el hecho delictivo., esto era harto conocido en medios policiales y sociales, las escuchas halladas en el equipo celular de la víctima nos dejó convencidos a todos que este individuo se había vengado a través de sicarios que asesinaron a un joven profesional que se abría paso en la magistratura y destacaba en su desempeño en la vecina localidad de Casma.

Seguramente, el próximo 14 de este mes, cuando se lea en su integridad la condena impuesta por el juzgado Colegiado, la defensa técnica de Jack Castillo apelará el fallo y estará a la expectativa que la instancia superior la revoque, empero, a la luz de los hechos eso es realmente sumamente difícil, no existe manera de desvirtuar los cargos porque existen pruebas de sobra para corroborarlo.

En solo tres meses se cumplirán cuatro años del execrable crimen del Fiscal Luis Junior Sánchez Colona, es importante que la justicia haya despertado a tiempo y pudo encausar a los responsables, más aun cuando en el camino sospechosamente fueron asesinados por sicarios tanto Danny Huamancondor de la Cruz como Richard Bracamonte Méndez, en una típica acción de silenciamiento. Los jueces no permitirán que este caso quede en la impunidad, ya condenaron al único responsable que quedaba y se espera que se ratifique el fallo en aras de la justicia y la legalidad.