Editorial

Editorial: ::: NUEVA OPORTUNIDAD :::

La presencia sorpresiva de hasta cuatro fiscales supraprovinciales llegados de la Capital de la república e instalados en un ambiente de la Fiscalía Anticorrupción no podía pasar desapercibida para los medios de comunicación puesto que era evidente que llegaron para realizar audiencias y diligencias especiales.

Sin embargo, de primera intención no se pudo conocer cuál era el motivo de su estancia, solo se podía colegir que su labor estaba relacionada con la red de corrupción de Ancash en la medida que se trataba de los mismos Fiscales que han llegado para atender el caso “La Centralita” en nuestra ciudad.

Precisamente, tras los cuatro días de trabajo que han realizado en nuestro Puerto se ha podido conocer que las razones por las cuales permanecieron en estricta reserva en Chimbote es que estaban impulsando la investigación relacionada con el presunto pago de coimas a jueces, fiscales y policías para encubrir el primer atentado perpetrado contra el ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos.

Esta investigación es la misma que, hace unos meses, la abogada del ex presidente regional César Álvarez Aguilar había anunciado por todos los frentes que fue archivada por la fiscalía supraprovincial, empero, ahora se sabe que cantaron victoria antes de tiempo, pues en toda pesquisa existe una doble instancia.

En efecto, la disposición del fiscal Elmer Chirre que dictaba no ha lugar a formalizar investigación preparatoria en esa pesquisa fue motivo de una queja de derecho por parte de la Procuraduría anticorrupción y fue la Fiscalía Superior la que advirtió que el Fiscal se había apresurado en disponer el archivo de los actuados, pues existen una serie de diligencias que no se actuaron dentro de los plazos de ley y por ello era prudente que se amplíe la pesquisa a efectos de concluir con todas las actuaciones pendientes.

En otras palabras, el caso no está archivado como se dijo el año pasado sino que se ha retomado por disposición superior a efectos que se agoten todas las diligencias necesarias para concluir la investigación, por ello es que aparecieron en Chimbote los fiscales supraprovinciales que desarrollaron una serie de interrogatorios y verificaciones como estaba ordenado en la carpeta.

Esto lo ha reconocido la propia defensa de Álvarez Aguilar quien no le dijo a la prensa este detalle, es decir, que se había reabierto la investigación como lo hizo antes cuando anunciaba que fue archivada de manera prematura, empero, al final todo se llega a conocer porque la verdad siempre sale a la luz.

Hay que tener en cuenta que esta investigación está relacionada a las maniobras que se urdieron para impedir que el primer atentado contra Ezequiel Nolasco, en el que asesinaron a su hijo político Roberto Torres Blas, se investigue a fondo y se determine la responsabilidad de los verdaderos promotores e impulsores.

Hay testimonios de colaboradores eficaces que aseguran que hay malos Policías, Fiscales y hasta jueces que impidieron que todos los autores, mediatos e inmediatos fueran juzgados como correspondía y en efecto ello ocurrió.

Para nadie es un secreto que la llamada “testigo clave” Hilda Saldarriaga Bracamonte fue presionada para que cambie su testimonio inicial, los audios que se filtraron a la prensa dieron cuenta de la intervención de Policías para impedir que ella denuncie a los verdaderos promotores de este atentado, tanto así que salieron otros en la que ella misma desmentiría lo que había afirmado, lo cual sirvió para que su testimonio se descartara.

Sin embargo, si fue cierto que se distorsionaron los reales alcances de esa investigación, tanto así que si se revisa el expediente principal de ese caso se podrá advertir que solo aparecen los autores materiales del atentado criminal, como Edinson Torres Corso (a) “Chilipino”, Rubén Moreno Olivos (a) “Goro”, su hermano Gonzalo Moreno Olivo, quien hasta la fecha está prófugo, mientras que los otros involucrados como Arnaldo Ordinola Muñoz  (a) “Nayo”, Jaime Sánchez Cachay (a) “Piolín” y Alexis Reyes Camones fueron absueltos de la acusación fiscal pese al testimonio que los inculpaba.

De la misma manera, no puede olvidarse que la única testigo clave de este atentado, Hilda Saldarriaga Bocanegra, fue asesinada alevosamente en su humilde vivienda de un asentamiento humano de Nuevo Chimbote, consiguiéndose de esta manera silenciarla para siempre y llevarse a la tumba toda la verdad.

Pese a que todas las pesquisas han determinado que este primer atentado contra Ezequiel Nolasco, como el segundo en donde consiguieron matarlo, tuvo un móvil político, no se entiende cómo es que las investigaciones jamás establecieron quienes fueron los autores intelectuales que los promovieron.

Los responsables de esa investigación dejaron de lado este detalle y por ello es que ahora el Ministerio Público se dispuso a investigar este lado que quedó en el limbo pese a que existen indicios de donde proviene el interés por ultimarlo.

Lo que llama la atención es que el año pasado se informó a los medios de comunicación que el ex miembro de la Policía Nacional, Ricardo Patiño Marmanillo, fue condenado a dos años de pena privativa efectiva como autor del delito contra la administración de justicia al haber promovido el borrado de huellas del primer atentado contra Ezequiel Nolasco, es decir, el mismo caso que hoy se investiga y que, aparentemente, fue manejado en otras instancias judiciales.

Lo cierto es que la Fiscalía Supraprovincial tiene una nueva oportunidad para poder impulsar esta pesquisa y acopiar las pruebas necesarias que le permitan fundamentar la premisa de la investigación que se sustenta en la intervención de elementos de la Policía, la fiscalía o el poder judicial para encubrir el primer y alevoso atentado que sufrió el ex conejero regional Ezequiel Nolasco.

Esto tampoco quiere decir que si nos las encuentra no se haya cometido el ilícito penal porque, como ya lo hemos dicho, existen una serie de hechos que ponen en evidencia que en ese primer atentado se dejó de lado a quienes lo promovieron y que ello solo pudo ser posible porque desde las propias entrañas de la investigación permitieron que aquellos queden al margen de la pesquisa. Veremos si los fiscales esta vez consiguen probar las premisas de la acusación.