Editorial

Editorial: ::: TARDIA VERSION :::

La abogada del encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar sorprendió a propios y extraños la semana pasada cuando mostró el original de una carta abierta que había escrito su patrocinado desde el penal de “Piedras Gordas” y que quería compartir con los medios de comunicación a efectos que se conozca públicamente.

Se trataba de un manuscrito aparentemente escrito de puño y letra por el ex titular de Áncash, en el cual relataba un serio incidente que, supuestamente, dio lugar a la odisea que atraviesa, es decir, que haya sido encarcelado y encausado por cargos incriminatorios sumamente graves.

En el escrito culpa directamente al Presidente de la República Ollanta Humala Tasso de la situación judicial que afronta y explica que ella es consecuencia de su conocida rebeldía en los temas políticos que lo llevaron a enfrascarse en una agria discusión con el Jefe de Estado, quien terminó amenazando que lo llevaría preso.

Aun cuando en otras oportunidades los familiares de César Álvarez se habían quejado de Ollanta Humala y deslizaban que las acusaciones en su contra eran parte de una componenda del gobierno, jamás se dieron detalles de la supuesta arremetida política en contra del encarcelado presidente regional.

Arguye César Álvarez en su carta abierta que en una reunión sostenida en palacio de gobierno reclamó airadamente al presidente Humala por el recorte del canon minero y lo amenazó que llevaría a cinco míl trabajadores de construcción a la capital de la república para protestar, a lo que el Jefe de Estado le habría respondido que si hacía eso lo metía preso.

Incluso, en este relato se hacen alusión a otros hechos acontecidos en esa misma reunión, como que la discusión con el entonces presidente del consejo de ministros, René Cornejo llegó a un extremo en el que estuvo a punto de irse a las manos de no haber sido por la mediación del ex ministro de economía Luis Miguel de Castilla.

Asegura el ex presidente regional que después de esos incidentes, en febrero del año 2014, se registraron el crimen de Ezequiel Nolasco y aparecieron las imputaciones en su contra, incluso, dijo que no se ocultó a esos cargos y se puso a derecho pero lo que hicieron fue internarlo en el penal de máxima seguridad de la capital.

A decir de esta carta abierta, quien habría asesinado a Ezequiel Nolasco es el gobierno de Ollanta Humala con la finalidad de incriminarlo y encarcelarlo, así como para hacer un cargamontón de acusaciones en su contra porque era un elemento incómodo para el gobernante, siempre fue el que levantó la voz en las reuniones en Palacio de Gobierno y no dejaba de reclamar los derechos de las regiones.

Sin embargo, en este relato se observan algunas situaciones que no se concilian con la realidad, como el famoso recorte del canon minero, que fue el pretexto que utilizó César Álvarez después que en el año 2013 se paralizaran las obras por falta de presupuesto, cuando había ocultado a todo el mundo que lo que se había hecho es desviar los recursos de obras en marcha para licitar otras y aprovecharse del diezmo, como se sabe ahora que se han iniciado las carpetas de investigación respectivas.

Por entonces, eso del recorte del canon minero había quedado de lado, incluso, ante la realidad puesta de manifiesto por el Ministerio de Economía el mismo Álvarez cambió su discurso y ya no reclamaba el recorte del canon porque no lo había, sino que apeló al tema de los excedentes mineros que era una ley que para ese entonces llevaba tres años y reclamaba que le retribuya más de 500 millones a Ancash.

De tal suerte que si existió una discusión en Palacio de Gobierno antes que la justicia se haga cargo de César Álvarez no podía ser un tema del recorte del canon minero porque eso había quedado superado hacía mucho tiempo, si la memoria no nos traiciona el entonces presidente regional reclamaba al gobierno su intervención para terminar las obras que habían quedado paralizadas y exigía ese remanente de 517 millones de soles que afirmaba se había dejado de entregar a Ancash por concepto de excedentes mineros.

Sin embargo, en donde surgen dudas de esta historia es el momento en que se sacan a la luz, no es posible que después de dos años que el ex presidente regional ya lleva preso y ha pasado por una serie de medidas judiciales, salga a decir a estas alturas que el único responsable de su desgracia es el presidente de la república, que ha sido el gobierno el que ha fabricado pruebas en su contra y que por eso se encuentra preso.

De la misma manera, dejan muchas dudas el hecho que expone la incidencia de un hecho sumamente grave y delicado como es la discusión agria y disonante con un jefe de estado, en medio de más de 20 presidentes regionales de todo el país y que estaban en funciones en ese entonces, pero que ninguno de ellos haya revelado en todo este tiempo lo que realmente ocurrió.

Inclusive, cuando se suscitaban hechos de ese calibre, cuando se afirma que la discusión llegó a tal extremo que estuvo a punto de liarse a golpes con el Premier, es un hecho que no dejaría de trascender a la prensa, ese incidente se habría filtrado a los medios de comunicación y se habría difundido en diferentes foros.

No es posible que un funcionario del más alto nivel como el Premier llegue al extremo de discutir boca a boca con una autoridad regional y pretenda liarse a golpes, gente preparada para gobernar y gerenciar no cae en esos bajísimos niveles como sí lo hace César Álvarez, de allí que esta historia nos genera muchas dudas.

De haberse registrado este incidente, en los términos que lo ha expuesto César Álvarez en una carta abierta, hubiese trascendido hace mucho tiempo, sin embargo, en su momento nadie dijo ni reveló nada, de allí que los alegatos que se hacen a estas alturas hay que tomarlos con pinzas, no solo escucharlo de quien viene sino analizarlos y colegir que no son incidentes de una reunión en palacio de gobierno.

La caída de César Álvarez obedece a la recopilación de pruebas y evidencias que trabajó la policía nacional y responde a medidas dispuestas por el Ministerio Público y el poder Judicial, no es una arremetida del Poder Ejecutivo como se pretende sostener a estas alturas, más aun cuando el crimen de Ezequiel Nolasco tuvo evidentes motivaciones políticas y las pesquisas pudieron determinar quiénes fueron los promotores. Aquí solo queda esperar el juicio oral y el fallo definitivo de la justicia, lo demás es parte de un guión para cualquiera que se interese en escribir culebrones.