Cerca de 500 familias dedicadas a la extracción de totora trenzado y la venta de esteras podrían quedar desempleadas si es que el Ministerio de Agricultura no les renueva el contrato para seguir trabajando como lo han hecho desde hace 30 años en la zona de El Dorado-Pampa las Gaviotas.
Son 22 socios que integran la Asociación de Extractores de Recursos Forestales El Dorado-Pampa las Gaviotas los que se encuentran desesperados porque al no tener la renovación de contrato que les permita seguir laborando en la zona que ocupan de 192 hectáreas, se encuentran actualmente en condición de ilegales por lo tanto, si el Ministerio de Agricultura los descubre, podría multarlos hasta con 39 mil nuevos soles.
Ante esta situación ayer protestaron un grupo de ellos en la Plaza de Armas de Chimbote, pidiendo públicamente que se renueve el contrato, aunque saben que esto depende de la ciudad de Lima, donde piensan viajar para ser escuchados.
“Desde marzo del 2014, el Ministerio de Agricultura a través de SERFOR, nos anuló el contrato de extracción, pese a tener nuestra documentación en regla, afectando no sólo a los 22 socios sino más de 500 que vivimos de esta actividad, unos extraemos, otros trenzan, y otros grupos venden el producto es decir se genera trabajo en cadena pero todos seríamos afectados”, señaló el presidente de esta asociación Amador Gonzales Flores.
A la fecha, dijo haber realizado toda la documentación y la parte administrativa, pero no han recibido respuesta. Necesitan la autorización para poder trabajar legalmente.
Cabe indicar que el ingreso diario de estos trabajadores oscila en 35 nuevos, pero ahora estas familias no encuentran un medio económico estable para poder subsistir y su preocupación es que tienen hijos en edad escolar y dentro de poco ya empiezan las labores educativas.
Según dijeron la negativa para renovar el contrato es que el área será ocupada por personal de la Marina del Perú quienes realizan sus entrenamientos.
Una protesta similar piensan realizar en la ciudad de Lima en el Ministerio de Agricultura como una forma de ejercer presión y ser escuchados.