AGILIZAR
La captura que se ha registrado en Huaraz y que tuvo nuevamente como protagonista al ex consejero delegado Ángel Durán León es solo la evidencia de la absoluta informalidad en la que se desempeña el mencionado individuo, ya los ancashinos le tomamos el pulso con su desastrosa gestión al frente del consejo regional durante el año pasado y la verdad es que no esperábamos verlo en la actividad política este año. Hay que tener en cuenta que la orden de captura es consecuencia de su reiterada inasistencia a las notificaciones judiciales que lo convocaban a la audiencia por una querella iniciada por un ciudadano de Huaraz víctima de la conocida violencia verbal y su facilidad para denigrar y lesionar el honor de las personas del consejero. Pero a esa querella se suman otras que tiene pendiente, unas en la que el agraviado es nada menos que el gobernador regional Waldo Ríos y que, a lo mejor, está esperando su turno para que dicten la medida coercitiva correspondiente. Lo que llama la atención es que Ángel Durán siga en el consejo regional de Ancash a pesar que en setiembre del año pasado se aprobó su vacancia en el cargo por causal de condena judicial por delito doloso en su contra. Han transcurrido cinco meses y hasta el momento el recurso de impugnación no ha sido resuelto por el Jurado Nacional de Elecciones que es la instancia a la que corresponde dirimir en última instancia. Recordemos que el año pasado el consejero trató por todos los medios de impedir que se acuerde la vacancia alegando que aún se encuentra pendiente en el Poder Judicial el recurso que impugna la sentencia cuando todos saben que esa sentencia quedó firme en doble instancia. Lo que trata de hacer Durán es una leguleyada para que se revise de alguna manera lo que ya está oleado y sacramentado, no hay vuelta que darle, sin embargo, hay que tener en cuenta que hasta los primeros días de este año ha sido el consejero delegado, ha manejado el consejo regional a su antojo y es posible que haya dilatado el envío del expediente de su vacancia al organismo electoral. Sería oportuno que el nuevo consejero delegado revise ese tema y determine cuál es el estado de ese procedimiento, pues existe responsabilidad cuando no se tramitan los documentos por la instancia que corresponde y como lo ordena la ley. Se tiene que agilizar ese trámite porque nadie tiene corona en el gobierno regional.
POSICION
Por lo general un padre siempre apoya y respalda a su hijo, lo trata de comprender cuando ha incurrido en una falta y busca la manera de ayudarlo cuando incurre en un delito, le busca abogado y, pese a su desaliento y decepción, se angustia si es que la justicia le aplica una medida drástica como una orden de prisión. Esto no ocurre necesariamente en las instituciones, aun cuando en ellas impera el espíritu de cuerpo y la solidaridad entre los colegas. Por ello es que a algunos le ha llamado la atención la reacción del jefe de la región Policial de Ancash, General Juan Gálvez Escalante, cuando los periodistas le preguntaron sobre la orden de prisión que ha dictado la Sala Penal de Apelaciones contra tres sub oficiales en actividad de la Policía de Chimbote. Seguramente, los propios investigados esperaban que la máxima autoridad de su institución les extienda un respaldo, empero, el General ha sido categórico y contundente al saludar el fallo de los magistrados, al deslindar con los malos manejos y las turbias actividades de Policías que, a decir de los cargos que se imputan en su contra, han traicionado a su propia institución al filtrar información a las organizaciones delictivas. Incluso, el general ha designado a un grupo especial para que se busque a los efectivos que han quedado en calidad de prófugos de la justicia, es decir, que el mensaje es claro.
EXTORSION
Aun cuando las autoridades ediles traten de “dorar la píldora” y minimizar el estallido de una granada en el patio de embarque del Terminal Terrestre, es más que evidente que este hecho responde a un acto de extorsión. Uno de los tantos empresarios de transporte debe estar siendo extorsionado y lo amedrentan de esta manera, no solo para que no denuncie ante las autoridades, como aparentemente no lo ha hecho hasta el momento, sino para que pague el cupo que le han impuesto. Esperemos que la policía comience a seguir la huella de estos miserables maleantes que, en verdad, pretenden vivir a costa del esfuerzo de los demás, por lo que el único lugar donde deben estar es un presidio.