Editorial

Editorial: ::: ALGO HUELE MUY MAL :::

De manera sorpresiva e inopinada, como corresponde, la Fiscalía anticorrupción en el despacho que atiende la Dra. Angélica Bayes Antunez, intervino las oficinas administrativas de la Beneficencia Pública de Chimbote y procedió a decomisar importante documentación que le permitiría establecer la existencia de indicios de corrupción en el manejo de los recursos de dicha entidad.

La incursión de los fiscales se produce luego que recibieran una serie de informaciones relacionadas con actos de corrupción en la adjudicación de una obra de construcción de 684 nichos en el cementerio “Divino Maestro”, por parte de un ex funcionario que se ha acogido a los beneficios de la confesión sincera y la colaboración eficaz.

Sucede que este testigo en reserva ha señalado “sin pelos ni señales” y con nombres y apellidos a los funcionarios que tomaron parte en un escandaloso contubernio y las cifras de dinero que recibieron para favorecer a dos empresas constructoras en la adjudicación de esta obra en el Cementerio.

De la misma manera, la Fiscalía investiga la presunta contratación de una “trabajadora fantasma” que formaría parte del entorno del presidente del directorio José Calderón Castillo, un funcionario de la Municipalidad Provincial del Santa que al notar la presencia de los fiscales procedió a retirarse de las oficinas de la Beneficencia alegando que por los actos de gestión responden los funcionarios.

De la misma manera, se investiga el manejo de la producción de panetones el último mes de diciembre en la medida que se ha recibido información relacionada con el direccionamiento de estos productos en perjuicio de la entidad de tal suerte que todos estos indicios deberán ser materia de una exhaustiva pesquisa con la finalidad de corroborar los delitos en base a la documentación incautada y aquella que pueda ser requerida en cualquier momento por los representantes del Ministerio Público.

No se puede soslayar que hace solo unos días comentábamos en este mismo espacio editorial la firme decisión adoptada por la fiscal anticorrupción en el marco de otra investigación que se realizaba contra ex funcionarios de la Beneficencia Pública investigados igualmente por direccionar una obra de construcción de un pabellón de nichos en el Cementerio “Divino Maestro”, pesquisa que ya pasó a nivel de investigación preparatoria y el fiscal ha formulado un requerimiento acusatorio en el cual está demandando cárcel efectiva por el hecho de simular falsos escenarios de urgencia con la finalidad de saltar los requerimientos legales.

En ese caso, el ex gerente y un ex funcionario habían promovido una suerte de “desabastecimiento inminente” en el camposanto luego de haber anulado un proceso de adjudicación selectiva y permitir con el paso del tiempo generar una suerte de urgencia para contar con más nichos, por lo cual el Ministerio Público ha detectado que lo hicieron ex profesamente para direccionar la obra a una determinada empresa y ha establecido el contubernio en base a un levantamiento del secreto de las comunicaciones que ha permitido establecer que tanto ex funcionarios como empresarios mantuvieron permanente contacto, antes, durante y después de la adjudicación de la obra.

Justamente, en el trabajo por investigar estos casos es que la Fiscalía se encontró con nuevos y escandalosos indicios de actos de corrupción cometidos ya no por los ex funcionarios sino por la actual gestión de la Beneficencia Pública, por ello es que intervinieron la gerencia y las oficinas administrativas de esta entidad a efectos de recabar información y documentos que permitan corroborar estos delitos.

Asumimos que ya la fiscalía anticorrupción debe estar preparando la disposición fiscal que decide el inicio de una investigación preparatoria en la que tendrá que establecer la certeza de los cargos que ha recogido del testigo en reserva, deberá cruzar información con la documentación que ha sido aportada y aquellos que obran en poder de la Beneficencia y que han sido incautados en la última intervención.

Existen una serie de actuaciones que la Fiscalía deberá efectuar a efectos de establecer los cargos delictivos, al margen de las declaraciones y testimonios, pues será necesario levantar los secretos bancarios, tributarios, de las comunicaciones de los investigados y deberá efectuarse una serie de pericias respecto al audio y vídeo que ha recibido la Fiscal en el que se describen los actos de corrupción que se habrían cometido.

Lo que se ha podido apreciar en esta intervención es la decisión que muestra la Fiscalía para los efectos de establecer la comisión de delitos, su inmediata reacción frente a evidencias recogidas en el marco de su labor investigativa y que no ha permitido que los investigados puedan maquillar, mutilar o adulterar los documentos que servirán como sustento de las futuras acusaciones.

Los funcionarios que serán investigados, entre ellos el gerente Wilfredo Torres Lujan y el administrador Nilo Jiménez Imán convocaron de inmediato a una conferencia de prensa solo para sostener que colaboraron totalmente con la representante del Ministerio Público entregándole la información solicitada y que se ponen a disposición para ser investigados, una posición sensata en la medida que no les quedaba otro camino ante el accionar categórico y contundente de la Fiscalía.

Tal como ha ocurrido con las denuncias que se ventilan contra los ex funcionarios de la Beneficencia y en las cuales ya la Fiscalía ha demandado penas de cárcel efectiva para poner coto a los malos manejos de personajes que buscan la manera de sacar provecho a su cargo y condición para direccionar las obras y servicios que se cancelan con los presupuestos de la institución, en esta oportunidad se ha detectado indicios suficientes de actos de corrupción que es necesario deslindar.

Luego de observar la actuación de los magistrados y de recoger la información que estuvo al alcance de los medios de comunicación, es evidente que algo huele muy mal en la Beneficencia Pública de Chimbote, la Fiscalía ha encontrado el hilo que parece que la llevará a descubrir otra madeja putrefacta y contaminada de corrupción. De ello no nos cabe la menor duda.