Editorial

Editorial: ::: REGION AL GARETE :::

El Consejo Regional de Áncash, reunido de urgencia el último jueves por la noche, acordó encargar la Gobernación regional al vice gobernador Enrique Vargas Barrenechea en virtud que el titular, Waldo Ríos Salcedo, se encuentra en condición de prófugo de la justicia y se desconoce hasta el momento cuando estará en condiciones de reasumir sus funciones.

El acuerdo de los consejeros regionales recomienda al vice gobernador que asuma el cargo en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 23 de la ley orgánica de los gobiernos regionales y en razón que hasta ese momento no estaba en condiciones de sancionar la suspensión de Waldo Ríos que es lo que todos esperaban.

Ello porque en horas de la mañana, reunidos con este mismo objeto, los consejeros se vieron imposibilitados de suspender al gobernador Waldo Ríos en razón que la Corte Superior de Ancash, por intermedio de la Sala Penal Liquidadora de Huaraz, no ha remitido hasta el momento el informe mediante el cual le da cuenta oficialmente sobre la situación jurídica del gobernador de Ancash.

Ello porque hasta la fecha lo que se ha informado es materia de un tratamiento periodístico exhaustivo y permanente, es el producto del implacable manejo informativo de los medios de comunicación que recogieron una información inicial que advertía de la precaria situación del gobernador regional y, paralelamente, tomaron conocimiento que éste se había fugado cuando se encontraba en una actividad oficial en Pomabamba y se deshizo audazmente de los miembros de seguridad que son efectivos de la Policía.

Esto permitió que se conociera que la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Ancash, esa instancia que tramita los casos antiguos que están sujetos al derogado Código de Procedimientos Penales, había decretado la revocatoria de la condición jurídica del gobernador regional Waldo Ríos Salcedo, dejando sin efecto la comparecencia restringida con la que se hallaba y dictaron en su contra un mandato de detención, lo que en derecho implica que se debe disponer el traslado del acusado al Penal de la ciudad.

Lejos de afrontar su situación jurídica, cuando se suponía que una autoridad debería dar el ejemplo respetando los mandatos de la justicia, el gobernador regional optó por sacar cuerpo a la coyuntura judicial y se dio a la fuga, se ha escondido y se mantiene en la clandestinidad y como uno de los miles de prófugos de la justicia que existen en el país, dejando su cargo en el limbo.

Se dice en el gobierno regional que el gerente general Jaime Osorio ha recibido una delegación de facultades del propio Waldo Ríos que le permite por el momento estar al frente del gobierno regional, empero, esas encargaturas solo pueden ser provisionales y de emergencia, como por ejemplo, por el viaje de comisión de servicios del gobernador regional y no se pueden extender en el tiempo.

Por ello es que, si se tiene en cuenta que el gobernador Waldo Ríos se mantiene en condición de fugitivo, la Región no puede quedarse sin un titular que la maneje y responda por los actos y decisiones que se tomen en su diaria actividad y eso lo entendieron los consejeros regionales.

Ahora bien, se ha dicho que la defensa de Waldo Ríos ha presentado de inmediato una serie de recursos demandando que se deje sin efecto la variación del mandato de detención y esos recursos han sido remitidos al Ministerio Público cuyo fiscal a cargo los ha desestimado de inmediato, por lo que el caso está pendiente de resolverse en la propia Sala Penal Liquidadora.

Sin embargo, en estos casos una impugnación solo puede plantearse para que se resuelva en la instancia superior, la propia Sala Penal solo puede resolver una reposición o una nulidad que guarden relación con la transgresión de normas procesales, lo que no ha ocurrido en este caso porque los magistrados solo han decidido hacer efectivo un apercibimiento oportunamente notificado al acusado.

El Gobernador Waldo Ríos Salcedo ha buscado permanentemente la manera de burlar las citaciones de esa instancia judicial, ha sido capaz de dilatar tanto los procesos penales que ya han transcurrido 16 años desde que se cometieran los delitos investigados y aun no concluyen los juicios orales, todo ello porque se apela a las justificaciones relacionados con salud y los viajes o traslados a otras ciudades.

Empero, los jueces superiores advirtieron que, a pesar de los certificados médicos particulares a los cuales apela el gobernador, éste se da tiempo para realizar viajes, para tomar parte en inauguraciones y hasta se dedica a cantar en karaoke, dejando de lado su responsabilidad de atender las notificaciones de la autoridad judicial.

Por ello es que ha sido sancionado con una medida de detención que, irremisiblemente, debe llevarlo a un presidio y esperar que la Corte Suprema de la República resuelva una impugnación de sus abogados, salvo que se ponga a derecho y permita que el proceso continúe en el estado en que se encuentra hasta que se dicte sentencia.

Para desgracia de los ancashinos, el gobernador Waldo Ríos vuelve a padecer los mismos y serios problemas que hace poco más de un año atrás le impidieron juramentar el cargo y esperar cinco meses para poder colocarse la banda presidencial por hallarse inhabilitado como consecuencia de una condena que mereció el año 2009.

Los estrados judiciales, los pasillos de las cortes, la intervención de abogados y los fallos judiciales siguen siendo parte de la cuestionada trayectoria de Waldo Ríos Salcedo, por ello es que apenas a los nueve meses de haber accedido al cargo se encuentra otra vez en problemas judiciales, se ve precisado a ocultarse y quedar como prófugo de la justicia.

Es evidente que en esta condición no puede seguir al frente del gobierno regional, Ancash no se merece tener un Gobernador Regional que es un fugitivo, urge que se adopten las medidas para remplazarlo de inmediato y dejar que tanto aquel como sus abogados “maten sus pulgas” ante los miembros de la Sala Penal, mientras tanto debe retornar al timón regional el vice gobernador Enrique Vargas Barrenechea, un personaje de mediocre desempeño en los primeros cinco meses del año pasado, empero, no queda otro camino, no podemos seguir como estamos, como una Región al garete, sin un Gobernador al frente.