La semana que pasó renunció la Presidenta del Directorio de la empresa Sedachimbote, Liliana Otero Salinas, poniendo en marcha el proceso de transición de la adecuación de la empresa de saneamiento al nuevo molde de la ley, la misma que tiene por objetivo evitar un manejo ventajista y oportunista de quienes siempre han visto a la empresa como si fuera un botín político, buscando que encaminarla por la senda eminentemente técnica.
Por ello es que la nueva ley general de saneamiento ha establecido desde hace ya dos años atrás que el nombramiento de los principales ejecutivos de la empresa se realice desde un directorio que esté conformado por profesionales que cuenten con un respaldo profesional y técnico debidamente comprobado, inclusive, la confirmación en esos puestos está a cargo de un organismo superior.
Ello porque antes de la vigencia de esta ley los nombramiento de directores y gerentes estaba a cargo de la Junta de Accionistas, o Junta Empresarial como se le denominaba antes, la misma que está integrada por los alcaldes de la jurisdicción de la empresa, de tal suerte que siendo ellos elementos políticos su objetivo fue siempre nombrar a elementos de este sesgo y la empresa resultaban siendo un emporio para el clientelaje político, en donde predomina el tarjetazo y el compadrazgo.
Hoy la ley establece que el Directorio integrado no solo por miembros designados por la Junta de accionistas sino por el Gobierno regional, por el Ministerio de Vivienda y por la sociedad civil, expresada por una terna que eligen la cámara de comercio, los colegios profesionales y las universidades.
Justamente, en el caso de Sedachimbote la ambición política se puso de manifiesto desde el primer día de la presente gestión municipal, la entonces Alcaldesa Victoria Espinoza García, hoy prófuga de la justicia, no demoró ni siquiera una semana en el cargo para nombrar como gerente a su personero legal y militante de su movimiento político y como miembro del directorio a quien fuera la candidata a la presidencia regional, es decir, más politiqueros no podrían ser.
Lo grave de todo esto es que lo hizo no sabemos por ignorancia o intencionalmente, cuando ya estaba vigente la nueva ley de saneamiento y cuando Sedachimbote se encontraba con estatutos que no habían sido adecuados a la nueva ley debido a los serios problemas que se registraron el año anterior con la vacancia del ex alcalde provincial por los problemas judiciales que todos ya conocen.
La ex alcaldesa fue advertida de este hecho, los asesores legales y la misma Presidenta el Directorio le cursaron documentos advirtiéndole que está vigente una nueva ley en materia de nombramientos de funcionarios y que estos no podían realizarse en ese momento en la medida que no contaban con estatutos adecuados a la nueva legislación, empero, esto resultó un baldón porque la alcaldesa siguió en su objetivo de “tomar la empresa” y lo hizo “manu militari”, a tal extremo que lo primero que hizo el “gerente” Manuel Rodríguez Senmache fue cambiar la unidad ejecutora de dos millonarios proyectos de saneamiento en Nuevo Chimbote y Casma con la finalidad de manejarlos desde su portafolio.
Esto ya es historia conocida, fue desvirtuado por la Oficina de Registros Públicos que no solo observó esos nombramientos sino que emplazó a la ex alcaldesa a dejar sin efecto estas medidas y posteriormente se plantearon denuncias penales que se encuentran en investigación en el Ministerio Público en la medida que, de por medio, existió un nombramiento abiertamente ilegal.
Sin embargo, cuando todos pensaban que ya había pasado la tormenta de la intrusión política a partir de la ambición de los alcaldes por manejar la empresa de saneamiento a su regalada gana, todo indica que estos apetitos se mantienen firmes ahora que la empresa se ha adecuado a la nueva ley y ha llegado el momento de remplazar a los actuales directores.
Para empezar la Junta de Accionistas designó inicialmente al Ingeniero Manuel Lizando Bambarén Miasta como uno de sus directores y postergó una semana la designación de su segundo representante, encargo que ha recaído en Miguel Lacca Puell.
Sin embargo, al designar a su primer representante la entonces presidenta del Directorio Liliana Orero decidió dar un paso al costado en la medida que ella fue designada por el anterior alcalde y había llegado el momento de dejar la responsabilidad en los actuales directores, por ello es que la presidencia de este organismo quedó en manos del Ingeniero Rodolfo León Menéndez hasta que se designe a su remplazante.
Lo cierto es que el nombramiento de Bambaren Miasta como el último que ha recaído en la persona de Miguel Lacca, se encuentran sujetos a una calificación y aprobación por parte del organismo supervisor de las empresas de saneamiento, lo que quiere decir que aún no pueden ejercer funciones, de allí que llamó poderosamente la atención que al ser anunciado por el alcalde Julio Cortez éste haya adelantado que se trataba del nuevo presidente del directorio de la empresa de saneamiento cuando esa elección corresponde solo a los miembros del directorio.
Justamente, el ultimo martes los directores se han reunido y han decidido entregar esta responsabilidad al Ingeniero César Calderón López, quien es representante del Ministerio de Vivienda, otro hecho que no ha sido del agrado del alcalde Cortéz quien ha calificado públicamente esta designación como una traición por haberse realizado en una sesión de directorio que no se le ha comunicado y por no haberse esperado que se califique a los representantes de la Junta de Accionistas.
Tal parece que el alcalde sigue pensando que la empresa de saneamiento se maneja a la usanza antigua, en la que el alcalde provincial con la mayoría de acciones es el que hacía y deshacía en la empresa, no le han dicho aun que el Directorio es autónomo y que los funcionarios son designados por este organismo, no tienen porque consultarle nada, por el contrario, los organismos designados por la ley tienen que optar por profesionales calificados para que no hayan más problemas en ese nivel. Hay que tener en cuenta que se está despolitizando Sedachimbote, de allí que habrá que pedir respeto a las decisiones de sus directores, no más intromisiones porque son ilegales.