FANTASMA
Parece que los fantasmas si existen en la UGEL Santa, allí en donde se sigue viendo a gente que por mandato de las normas ya no deberían estar pero siguen entornilladas en los cargos amparados de las gollerías de quienes manejan el sector educativo a su reglada gana. Y es que uno de estos personajes es nada menos que el ex director de la mencionada dependencia Julio Vargas Sánchez, quien la semana pasada ha sido cesado de la Ugel Huarmey, ha retornado a su plaza en la sede de la UGEL Santa como especialista en Educación Primaria, empero, muchos saben que el pasado viernes estuvo de mantel largo y es que celebró su cumpleaños número 65. Y cuando los trabajadores se aprestaban no solo a saludarlo sino también a despedirlo, porque es uno de los beneficiarios de la ley 20530 y como tal esos empleados cesan automáticamente a esa edad o cuando cumplen 25 años de servicios, sorpresivamente el funcionario les dijo que todavía no había llegado su hora. En asesoría legal se hacen los locos y afirman que esta medida ya no se aplica, como si las leyes tuvieran nombre propio, lo cierto es que la “collera” de Vargas en la Ugel Santa lo está cubriendo para que no salga su resolución de cese. Ello porque desde Chimbote se debería comunicar a la Dirección Regional de Educación de Huaraz del cumplimiento de la edad límite del funcionario para que se elabore su respectiva resolución de cese, empero, aquí no lo han hecho y dicen que “Julito tiene para rato”. Mucho cuidado porque si pese a que por angas o por mangas, es decir, por límite de edad y por años de servicios, el funcionario ha cesado pero sigue cobrando los beneficios de la 20530 eso es un delito en el que no solo serán denunciados el beneficiario sino aquellos que promovieron esa situación irregular. Se aprovechan que la UGEL Santa está acéfala para que la argollita esa haga lo que se les viene en gana, pero hay un Ministerio Público que debería intervenir si no quieren hacer cumplir la ley.
DESALOJO
Para ayer jueves a las 10.00 de la mañana estaba previsto el desalojo de la empresa Agroindustrias San Jacinto de una parcela de poco más de cinco hectáreas que usurpó hace diez años atrás y que corresponden a áreas forestales que son administradas por la asociación de productores y extractores forestales de esa zona del valle de nepeña. Esto ocurre luego de jun largo y prolijo litigio que la empresa azucarera, haciendo alarde de su poder económico, pudo dilatar en la vía judicial no solo para evitar salir de ese lugar sino para explotarlo todo lo que pueda, tanto así que el año pasado, en el mes de setiembre cuando ya había concluido el juicio y se dictó una resolución similar que ordenaba el desalojo, la diligencia se suspendió a pedido de la propia empresa agroindustrias cuyos abogados le dijeron al juez que se les permita permanecer solo 60 días hábiles más en el lugar para que se pueda concluir la campaña de cosecha de las plantaciones que hicieron en ese predio y luego de ello de manera voluntaria harían la entrega de estas tierras al Juzgado. Sin embargo, transcurrieron no solo 60 días sino 6 meses y la empresa no honró su propio compromiso, lo que no dice nada bien de ella por lo que la Juez del Segundo Juzgado Penal Liquidador Transitorio de Chimbote que tramitó el proceso penal por delito de usurpación dictó la resolución para que se produzca el desalojo. Cuando cerramos esta columna no tenemos aun información de lo que haya sucedido ayer en nepeña, pero nos parece justo que después de muchos años los productores y extractores forestales de nepeña, quienes denunciaron estos hechos en nuestra redacción hace ya más de una década atrás, hayan encontrado por fin justicia y que les devuelvan los terrenos en donde trabajan diariamente y se ganan la vida explotando los productos forestales que existen en el lugar.
AUSENCIAS
Al iniciarse la fiesta patronal con la tradicional procesión de la imagen de San Pedro pescador luego que fuera extraída de su templo, el último domingo 19, nuestro Diario llamó la atención por la casi absoluta ausencia de las autoridades en un evento que marca el inicio de la fiesta patronal de Chimbote. Sin embargo, después de ello se realizan diariamente ceremonias cívicas que rescatan la celebración diaria de los gremios, trabajadores, instituciones, etc., a la cual siempre acuden todas las autoridades. Sin embargo, se ha advertido que una de las autoridades que está ignorando por completo las fiestas patronales es el Subprefecto Slinger Ávila Rodríguez, a quien no se le ve ni siquiera en fotografía. Tratándose de la primera autoridad política de la provincia y el representante del ejecutivo en nuestra ciudad, es evidente que no puede faltar a estas celebraciones por respeto a la ciudad y su patrón. Esperemos reflexione y se sume a las actividades que se realizan en homenaje a nuestro santo patrón.