Editorial

Editorial: ::: EL PUEBLO LO HIZO :::

Anteayer sábado el presidente de la república Ollanta Humala Tasso colocó la primera piedra de lo que será la Vía de Evitamiento de Chimbote, la soñada variante que permitirá aligerar la carga del tráfico vehicular por el centro de la ciudad y que representa el esperado proyecto que busca que aliviar una de las problemáticas más sensibles que soporta nuestro puerto.

La ceremonia se cumplió luego que en la víspera se cumpliera en la Capital de la República con la firma de la addenda al contrato de concesión que otorgó el Estado al consorcio español OHL y mediante la cual se extendió los términos de la ejecución de la Red Vial N° 4, que no es otro que el de la autopista del norte, como se le conoce a la remodelación que se ejecuta en la carretera Panamericana Norte que se está convirtiendo en una vía de doble sentido con tres carriles en cada uno de ellos.

Esto quiere decir que los trabajos de la Vía de Evitamiento solo se suman a los trabajos que realiza este consorcio español y se financia con los capitales de esta empresa transnacional, quien recuperará su inversión a través de la administración de la vía, es decir, con el cobro del peaje por 12 años más a los que ya se le habían otorgado.

En buen romance, el gobierno no pone un sol para la ejecución de esta vía y si esto es así muchos se preguntan por qué entonces tantos problemas, marchas y contramarchas, negativas y mecidas que obligaron a la gente a salir a las calles, lo que resulta lógico si nos atenemos a las condiciones de la negociación.

Ello porque a pesar que los términos de negociación resultan simples, no es tan fácil cerrar una operación de este tipo, se requieren estudios, informes técnicos, acuerdos y una serie de formalidades que en el camino se van complicando, como el relacionado con el terreno de la obra que, pese a la primera piedra, no está totalmente saneado hasta el momento.

Este es un extremo del acuerdo suscrito entre el gobierno y el consorcio español que ha dejado en la incertidumbre a muchos en la medida que cuando se inicia una obra siempre existe un rubro relacionado con la entrega del terreno, es decir, que aquel que inicia la ejecución de un proyecto debe recibir el terreno totalmente saneado de parte de quien lo solicita, sin embargo, se ha podido conocer que el trazo de la Vía de Evitamiento ha sido modificado y se tomarán otras direcciones que en el Valle de Santa se encontrará con zonas agrícolas que cuentan con propietarios a los que se les tendrá que comprar esos predios.

Esto se ha podido conocer en la víspera del anuncio de la ceremonia y sorprende en la medida que uno de los grandes problemas que se encontró en años anteriores cuando se realizaban los estudios para la ejecución de la vía de Evitamiento fue la expropiación de los predios agrícolas que existían en la zona de Santa.

Inclusive, se sabe que existieron negociaciones con los gremios agrícolas y en muchas oportunidades no se llegaron a consensos, tanto así que los funcionarios del Ministerio de Transporte admitieron en algunas oportunidades que ese era el problema del estancamiento del proyecto y hasta hubo amenazas que la obra se anularía si es que no existen acuerdos con la intervención de las autoridades.

Sin embargo, el tema del justiprecio y la compensación por las áreas que se abordarán durante la construcción de la Vía de Evitamiento ha quedado de lado, el gobierno ha decidido suscribir la addenda con el consorcio español y ha dejado que este tema se vea en el camino, que las negociaciones se hagan con los ejecutores de la obra y se teme que esto podría generar inconvenientes en el futuro inmediato.

Sin embargo, si existe la voluntad de ejecutar la obra entonces que salga adelante, este no es un proyecto que tenga paternidad alguna, menos aún se puede alegar padrinazgos de índole político, nadie puede pretender venir a decir que es producto de las gestiones que ha realizado, de sus influencias partidarias o de su buen corazón.

La firma de la addenda y la colocación de la primera piedra es el producto de la lucha popular de las marchas y manifestaciones públicas que hizo el pueblo de Chimbote, allí en donde se confundieron autoridades de diversa índole, allí en donde recalaron candidatos y políticos despojados de afanes personalistas, allí en donde confluyeron los sagrados intereses del pueblo como las añoradas jornadas que ha vivido nuestro puerto.

Ese es el grito que finalmente escuchó un gobierno egoísta y resentido que está de salida y que no quería saber nada de Ancash y, particularmente, de Chimbote, y demás está repetir una vez más las razones que nos llevan a concluir esto.

La agresión que sufriera hace un año atrás el Jefe de Estado en el marco de la inauguración de la Planta de Tratamiento de Garatea dio lugar a una absurda y prolongada indiferencia para con nuestra ciudad, dejó de lado los anuncios de apoyo y solidaridad ante la crisis de gobernabilidad que dejó la caída de la red de corrupción, puso en segundo malo el plan de reactivación que se le solicitó y olvidó la agenda que tenía pendiente una sesión descentralizada de consejo de ministros en nuestra región.

Afortunadamente, el ejecutivo reaccionó en el último tramo de su existencia, a solo dos semanas de dejar Palacio de Gobierno, aparentemente, se compadeció de nuestra región y ha decidido poner en marcha este proyecto, por lo menos en lo que se refiere a los papeles y las formalidades pues los trabajos físicos se iniciarán desde el primer día hábil de Agosto.

Los medios de comunicación sabemos el origen de este proyecto, somos conscientes que ningún político avisado de Huaraz es promotor o el padre de la criatura, por el contrario, un grupo de ciudadanos generó en Chimbote un comité pro construcción para apuntalar los trámites, empero, fueron finalmente los alcaldes de Chimbote, Santa y Nuevo Chimbote quienes tuvieron la buena idea de convocar a la población a marchar por las calles, así como a todas las autoridades para viajar a Lima a tocar puertas y por ello es que se ha conseguido que finalmente miren de frente a Chimbote, a partir de entonces se apuntalaron todos los logros y, consecuentemente, podemos decir que “El pueblo lo hizo”, es el verdadero promotor de la anhelada Vía de Evitamiento, eso es más que evidente.