Editorial

Editorial: ::: PRESUMIBLE COROLARIO :::

El juicio oral a los investigados por el fraude de la desratización registrada en la gestión del ex presidente regional César Álvarez Aguilar, está que saca chispas y viene despejando muchas dudas a los magistrados de la Sala Penal Liquidadora que tiene a su cargo el juzgamiento y pone en evidencia que los malos manejos fueron el germen de la corrupción que hoy la justicia quiere sancionar.

Y es que a partir de la mañosa declaración de los ex funcionarios Yoni Benites Saldaña y Jorge Luis Meléndez Iberico, quienes trataron de deslindar los cargos cargando la responsabilidad al ex gerente de la Sub Región y ex alcalde de la provincia Luis Arroyo Rojas, se han suscitado una serie de interrogatorios y testimonios que pone de manifiesto que este fue un caso típico de corrupción del que nadie se salva.

Lo cierto es que, como se dice en el argot criollo, a los ex funcionarios “el tiro les salió por la culata”, no solo el ex alcalde Luis Arroyo ha desmentido a estos falsos testigos sino los empresarios y otros ex funcionarios de la propia Sub Región Pacífico los han emplazado ante las falsedades que expresaron con la finalidad de salvar su pellejo.

No solo en sus respectivos interrogatorios, sino en los propios careos que se han realizado la semana pasada, los dos ex funcionarios han sido emplazados a decir la verdad, han sido desmentidos en las coartadas que expresaron, como que fueron presionados, que no sabían nada de arreglos, que jamás recibieron dinero alguno por adjudicar las licitaciones y que ella se manejaron por orden del alcalde.

Claro, pensaron que en la medida que el ex alcalde Luis Arroyo se encuentra recluido en el penal de “Piedras Gordas” como consecuencia de órdenes de prisión que emanaron de otros procesos penales, lo más fácil era descargar culpas en su persona., ponerlo como el verdadero “cerebro” de esta operación y colocarse en plan de víctimas de un sistema en el que se les imponía todo sin que pudieran decir nada.

Sin embargo, esta es una necia posición que no tiene mayor derrotero, los propios magistrados le preguntaron las razones por las cuales permitieron que se les imponga actos delictivos sin que pudieran renunciar al cargo, más aun cuando se trata de gente que tiene experiencia en la administración pública, de lo que se colige que los propios juzgadores son conscientes de la endeble estrategia que han puesto en marcha.

Solo el Ministerio Público quiere pensar en la presunta inocencia de estos ex funcionarios, tanto así que en una oportunidad ha admitido el pedido que hicieron para que se acogieran a la terminación anticipada, lo cual no era posible por la naturaleza de los delitos por los que son investigados, empero, aparentemente, el trato con el Fiscal fue que pongan en el pebetero la cabeza del ex alcalde de la ciudad.

Seguramente, el ex alcalde tiene responsabilidad en estos hechos por haber manejado la entidad en donde se registró el fraude, empero, ello no quiere decir que los ex funcionarios fueran unos angelitos que no sabían nada de arreglos bajo la mesa, eso es absurdo, por ello en las confrontaciones son desmentidos y todo indica que llevarán una pena drástica en la medida que lo que pretenden es confundir a los magistrados, han esgrimido coartadas que vienen siendo desvirtuadas por los empresarios que se vieron envueltos en este escándalo y ello, a la larga, resulta mucho peor que el afán de “colaboración” que dijeron estaban dispuestos a brindar.

Los medios han sido testigos de excepción de la manera como se ventila este juicio, han escuchado los testimonios y el público también saca sus propias conclusiones, pues después de tantos amarres y contubernios que se han revelado en el marco de una gestión que ha sido considerada como una “red criminal”, lo que ocurre hoy en el banquillo de los acusados era el presumible corolario que podría registrarse en este caso.

Estamos convencidos que lo que hemos escuchado hasta el momento no es todo, que habrán muchas otras sorpresas porque cuando alguien trata de sacar cuerpo para enlodar a terceros tiene que atenerse a las consecuencias de lo que ha dicho.

PRESUMIBLE COROLARIO

En solo cuatro días el comité de reivindicación moral de Ancash (REMA) consiguió recolectar 1,500 firmas para sustentar la revocatoria del gobernador regional Waldo Ríos Salcedo que se solicitará a la autoridad electoral en el marco de la aplicación de la ley de control y participación ciudadana.

Aun cuando han dirigido extrañas voces que tratan de desmerecer y descalificar el proceso de revocatoria, ello no ha mermado el accionar de los promotores que vienen distribuyendo los planillones en las principales arterias y plazas de mayor concentración de personas.

La gran cantidad de adherentes se entiende y comprende por el alto grado de rechazo que genera la figura de un gobernador regional que no solo no ha dado la talla para el cargo que ejerce, sino que sus decisiones dejan muchísimo que desear, al margen que no cumple una sola de las promesas que hizo en campaña.

Se tiene que tener en cuenta que se requiere más de 200 mil firmas a nivel de toda la región, por ello el trabajo tiene que ser estratégico y cuidadoso, quienes ejercen el poder apelarán a toda clase de subterfugios para descalificar el proceso, no solo enviando a gente para que falsifique firmas sino para destruir los planillones sino se cuida de llevarlos a los lugares que son los más adecuados.

Lo importante que el proceso ya está en marcha, en este país hay libertad de opinión, así que aquellos que se encuentren en contra de la revocatoria, sus razones tendrán, pueden expresarse como la gana se les dé, pero que no hagan valer su cargo para influenciar sobre otros como suelen hacerlo, que dejen en libertad a sus trabajadores y militantes a que procedan como mejor les parece, la mayoría no solo está desalentada y decepcionada de la autoridad que tienen al frente de la región, sino que son conscientes que si se mantiene esta situación será mucho peor, por lo menos habrá que intentar algo distinto y diferente, lo cual solo puede hacerse en un cauce democrático.