Política

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PORTATIL

Se fue el ex alcalde provisional Julio Cortez Rojas y con el la calma, la cordura y la ponderación en el desempeño de una autoridad edil. Decimos ello porque el ex alcalde había cortado de plano toda muestra de populismo barato en las presentaciones oficiales o en las declaraciones públicas que ofrecía a los medios de comunicación, generalmente llegaba solo o con su miembro de seguridad, ni siquiera caminaba con los regidores. Sin embargo, ahora que ha vuelto la alcaldesa Victoria Espinoza los periodistas se han encontrado con la desagradable sorpresa del retorno del desorden y el bullicio en sus presentaciones, incluso, cuando los periodistas abordan a la autoridad edil para las declaraciones de estilo son constantemente interrumpidos por mujeres gordas y alharaquientas que están aplaudiendo y gritando, como si se tratara de un concurso o una premiación, esto ocurrió anteayer domingo en la plaza de armas cuando la prensa abordó a la alcaldesa y no podía dejar de interrogarla por el tema de las invasiones, cuando de pronto cada palabra y cada oración que construía la burgomaestre era celebrada por este grupo de personas que aparentemente tiene mucho tiempo libre o han nacido el primero de mayo. Lo cierto es que esta clase de manifestaciones son propias de aquellos que se saben huérfanos de respaldo y tienen que mostrar algo postizo para que pasen piola, lo hacía César Álvarez Aguilar y ahora lo hace Waldo Ríos Salcedo. Pensábamos que esta clase de arremetidas cargadas de hipocresía eran solo patrimonio del gobierno regional, pero la alcaldesa se encargó de recordarnos que esta muestra de folklorismo político también forma parte de su séquito.

RIDÍCULO

El Director de la red pacífico Sur, Hugo Meléndez Cuentas, cree que los chimbotanos hemos nacido ayer y que puede formular cualquier coartada para salir al frente de las graves acusaciones que han formulado los trabajadores por el desabastecimiento de medicamentos en las diferentes postas de salud de nuestra jurisdicción. Ante la protesta que realizaron los servidores el pasado viernes, el galeno dijo anteayer domingo que era cierto que hay desabastecimiento pero que la responsabilidad era ajena a su despacho, por el contrario, obedecía a “la huelga de 72 horas” que hicieron los trabajadores de la DIRESA en Huaraz, pero que esta semana debería estar distribuyéndose las medicinas. Aun cuando se hubiera registrado una huelga, no es cierto que esa sea la causa del desabastecimiento, una situación de esta índole no se genera por una paralización tan corta, es consecuencia de deficiencias que se arrastran por varios meses, no nos pueden venir a contar cuentos para sacar cuerpo a la responsabilidad. Hace solo unas semanas culparon a los propios trabajadores del desabastecimiento porque presuntamente no hicieron los requerimientos para la compra de medicina en su debido momento, ahora dicen que fue por la huelga. Habría que avisarle a esta gente que “para mentir y comer pescao hay que tener mucho cuidao”.

INDIFERENCIA

La semana pasada se difundió las quejas de los transeúntes y pacientes del hospital III de Essalud por la congestión que se genera en la avenida Chimú, frente al mencionado nosocomio, más aun cuando la Municipalidad ha realizado allí una cuantiosa inversión pero tal parece que no le interesa en lo más mínimo si es útil o no. Ello porque se supone que rehabilitaron la calle, colocaron un semáforo y construyeron un rompemuelles peatonal con la finalidad de poner orden y terminar con la terrible congestión vehicular que se generaba en ese lugar, empero, pese a todo la situación sigue igual y, quien sabe, hasta peor. Solo cuando atropellaron a una enfermera del hospital reaccionaron las autoridades para hacer este trabajo, empero, no promueven la presencia de un policía de tránsito para que obligue a los transportistas a circular. Ayer hemos pasado por este lugar, pese a no hallarnos en hora punta el auto demoró más de cinco minutos para poder pasar por la puerta del hospital III, los colectivos se ponen en línea y se plantan, las combis avanzan a paso de tortuga a la espera de la llegada de pasajeros, como la hora no es la mejor no avanzan aun cuando la luz del semáforo señala en verde, perjudicando a otras unidades que no tienen nada que ver con su actividad y que se demoran innecesariamente. Tanto el Municipio como Essalud deberían preocuparse en gestionar la presencia de la Policía de Tránsito, de lo contrario, esa inversión es como tirar el dinero al tacho de la basura.