Editorial

EDITORIAL: :::PREOCUPANTE ESCENARIO:::

El Ministerio de Salud ha declarado en alerta epidemiológica a los establecimientos de Salud de la ciudad de Trujillo debido a un repentino y peligroso brote de Varicela que ha llegado a minar la salud de decenas de niños, cinco de los cuales han fallecido a consecuencia de los efectos nocivos e insospechados de esta enfermedad.

Y es que la información no puede dejar de sorprender a propios y extraños en la medida que la varicela es un mal viral que se presenta usualmente en la niñez y cuyas consecuencias son malestares que no ponen en riesgo la salud de las personas, por el contrario, son pasajeros y tienen un período de incubación para desaparecer luego de un sencillo tratamiento especialmente tras dominar la fiebre y la secuela de la picazón.

Lo que si es cierto es que esta enfermedad pone en serio riesgo a las mujeres gestantes y tradicionalmente se ha cuidado que los niños que se hayan contagiado con este mal no se acerquen o transmitan el virus a las embarazadas porque allí si es capaz de dejar secuelas en el nuevo ser que se concibe en el vientre materno,

Sin embargo, las muertes de estos niños no han dejado de preocupar a las autoridades en la medida que la única explicación que se obtiene para ello es que el virus que genera la varicela haya mutado, se haya hecho más resistente a las defensas del cuerpo humano y mucho más ofensivo genere males tan graves que llegan a minar la existencia de los niños.

Y mientras ello era materia de un seguimiento por parte de las autoridades, en la ciudad de Huaraz otro menor con la misma sintomatología era evacuado hacia los nosocomios de la capital de la república en donde, a pesar de los tratamientos indicados no pudieron impedir que pierda la vida, siempre con el diagnostico de una varicela hemorrágica.

Con el mal ya en nuestra región, la semana pasada se dio cuenta de la llegada de un menor de 12 años de edad que padecía los mismos síntomas al hospital La Caleta de nuestra ciudad, llegó de la posta de Salud de Conchucos, pues es natural de la comunidad Campesina de Mayas, una zona bastante lejana y en las cuales no tienen acceso a tratamientos especializados.

Por ello fue traído a Chimbote pero viendo las secuelas que presenta y los diagnósticos “a priori” que indicaban de la posible presencia de una varicela hemorrágica, los galenos procedieron a evacuar al menor a la Capital de la República, luego de haber realizado los contactos con los establecimientos ligados contractualmente con el SIS, por ello es que derivaron al niño a la Clínica “Maisón de Santé”, en el centro de Lima.

Sin embargo, lo que se tiene que poner énfasis es en el hecho que el menor que llegó de la zona de Conchucos, en la sierra alta de Pallasca, tiene un diagnostico preliminar, aquellos que surgen de la observación y la auscultación de los médicos, de la experiencia que tienen en los años de ejercicio y las sospechas de la presencia de un virus que se ha vuelto sumamente agresivo y frente al cual se hace necesario estudios que puedan establecer los medicamentos adecuados frente a estos cuadros clínicos.

Esto es importante en la medida que cualquier aseveración respecto a la posible presencia de la varicela agresiva que se viene presentando en otro punto del país debe establecerse única y exclusivamente con los estudios de laboratorio, con los análisis de las muestras del menor en el instituto Nacional de Salud, de allí que los anuncios realizados respecto al menor traído de Pallasca no son contundentes y menos definitivos.

Ello es necesario precisarlo si se tiene en cuenta que las erupciones sangrantes que presenta el menor en todo el cuerpo, lo que ha hecho sospechar a los médicos de su posible contagio con una nueva especie de la varicela, puede ser también consecuencia de una errónea medicación que se le haya proporcionado cuando empezó con la sintomatología que lo afecta, de allí que sentenciar que estamos ante un caso de varicela agresiva en Chimbote es prematuro aun.

Justamente, entre el día de hoy o mañana se podrá conocer los resultados de las pruebas que le han practicado en Lima al menor evacuado desde La Caleta y, a partir de allí, se deberán adoptar medidas específicas para hacer frente a un mal que podría haber llegado y en la medida que sigue representando una amenaza aun en nuestra ciudad.

Hay que tener en cuenta que se trata de un solo caso registrado en Pallasca y siendo la varicela un mal sumamente contagioso se presume que deberían ser muchos los niños que presenten la misma sintomatología y eso no se ha dado hasta el momento.

Lo mismo ocurre con el menor atendido en Huaraz, en donde no se ha reportado un nuevo caso teniendo en cuenta que el menor fallecido en esos lares estuvo en contacto con otros niños o familiares que debieron ser contagiados y ello no ha ocurrido, lo que deja un margen de sospecha respecto al mal que lo llevó a la muerte.

Esto quiere decir que los fallecidos no responden necesariamente al virus de la varicela sino a las complicaciones que viene generando esta nueva mutación que está afectando en Trujillo y que amenaza con expandirse en otros lugares.

Hay que tener en cuenta que Trujillo es una ciudad que está a solo dos horas y media de Chimbote, que establece contacto diariamente con personas que viajan constantemente de un punto a otro en el día, por lo que las autoridades deben tomar en cuenta lo que ocurre en escolares a efectos de tomar medidas preventivas a efectos de impedir que alguna persona o un niño traiga el virus y comience a expandirse en Chimbote.

De allí que no existen aún razones para alarmarnos por la presencia de este primer y presunto caso de varicela agresiva en la ciudad, por el contrario, lo que se tiene que hacer es esperar y estar atentos a los resultados que llegue de la capital de la república y sobre la marcha adoptar medidas preventivas que resulten indispensables, más aun cuando ya se sabe que en caso se presente un brote de estas características ninguno de los nosocomios de Chimbote se encuentran preparados para atender esa situación en la medida que se requiere de sala de cuidados intensivos pediátricos y ello no existe en nuestra ciudad.

En consecuencia tenemos un preocupante escenario en el que algo hay que hacer para no ser sorprendidos con males que se tornan agresivos y causan serios trastornos como ocurrió con el cólera o la gripe AH1N1. Más vale prevenir que liego lamentar.