Editorial

Editorial: ::: MINISTRO IMPRUDENTE :::

Cuando ganó las elecciones el actual presidente Pedro Pablo Kucsynski se acrecentaron las dudas entre los gremios del sector pesquero en la medida que la extracción del líder de Peruanos por el Cambio no era precisamente una que se encuentre relacionada con los principios de la conservación de la especie, por el contrario, siempre estuvo ligado a los grupos de poder.

Por ello que la incertidumbre crecía en la medida que se requería de un ministro de la producción que corte de una buena vez con la secular presencia de los lobbys en el portafolio de pesquería, esos que han manejado el tema de la veda siempre para el estigma de los intereses de los oligopolios, empero, con un presidente como el elegido solo por el antivoto fujimorista, era difícil pensar que podría cambiar el status quo.

Y la verdad es que no han debido pasar varios meses para confirmarlo, por el contrario, el tema de la veda ha descubierto las divagaciones y las vacilaciones de un Ministro al que hasta entonces se le conocía solo como presentador de televisión y se acrecentaron las dudas respecto a la suerte que le esperaba al sector.

Lamentablemente., esas dudas se han confirmado ahora que ha debido decidir con criterio técnico el reinicio de las faenas de pesca, empero, demostró que las presiones de los grupos de poder son la huella que seguirá este gobierno, pues apenas dos días después de haberse levantado la veda industrial de anchoveta debió suspender las faenas extractivas en cinco puntos del litoral, incluido, claro está, Chimbote.

Y es que ello fue consecuencia de una irracional decisión de disponer el reinicio de la actividad pesquera industrial a pesar de las voces de los gremios de pescadores que advertían que existía una gran cantidad de peladilla en el mar y que lo más conveniente era postergar el levantamiento de la veda, empero, la pertinacia o el interés de algunos grupos de poder pudieron más.

Lo que llama la atención es que el Ministro haya suspendido las faenas en mérito a los informes de IMARPE elaborados con los registros obtenidos en la pesca exploratoria realizada entre el 11 y 14 de este mes, premisa que nos permite formular una primera pregunta.

¿Si la pesca exploratoria se realizó entre el 11 y 14 de noviembre, como es posible que el Ministro haya autorizado el reinicio de las faenas de pesca desde el día 15? Esto demuestra que la resolución ministerial que fija el final de la veda se hizo sin tener a la mano los informes técnicos que advertían de la presencia de especies juveniles en porcentajes bastante elevados y prohibitivos para la reapertura de la actividad extractiva.

Ello es fácil colegir en la medida que la resolución ministerial se firmó y publicó unos cinco o seis días antes de la fecha señalada, es decir, cuando las embarcaciones aún se encontraban en faenas exploratorias y cuando el IMARPE no evacuaba los informes técnicos que deben sustentar una decisión de este calibre.

Por ello es que en los primeros días de pesca los resultados fueron escandalosos, por lo menos en Chimbote se descargaron cientos de toneladas de peladilla, pequeñas especies de anchoveta que los pescadores podían colocarse hasta en una decena o una docena en una sola mano y es que cada una de ellas apenas si medía unos 5 ó 6 centímetros.

Toda una depredación que tiene nombre y apellido de responsables, por ello el Ministro se vio virtualmente obligado a suspender las faenas extractivas por espacio de 48 horas, como si aquello fuera suficiente. Tras este plazo ha decretado una micro veda de tres días, una decisión que no se entiende y solo pone de manifiesto la incapacidad de un ministro como para poder manejar un tema como éste, se pone en evidencia que Bruno Giuffra realmente ya no sabe lo que debe hacer.

El solo hecho que haya rehuido la citación que le hizo la comisión de Producción del Congreso de la República para que explique las razones técnicas de levantamiento de la veda habida cuenta que los gremios de pescadores hicieron llegar a los congresistas videos que demuestran la depredación que se venía concretando, nos demuestra que tenemos un ministro que no da la talla para este importante cargo.

Para muestra solo hace falta otro botón: el decreto supremo 024 ha establecido que aquellas embarcaciones que declaren y señalen los lugares en donde han capturado las especies juveniles no serán sancionadas por haber infringido las prohibiciones de pesca incidental, en otras palabras, lo que se está haciendo es legalizar la pesca de peladilla y eso es sumamente grave para la necesidad de conservar la especie que tiene como axioma a la pesca responsable.

Los pescadores han señalado que lo que ocurre en este momento es que junto a la peladilla se captura ejemplares de buen tamaño pero que están en desove, es decir, que la especie se encuentra en reproducción y de esta manera lo que se está consiguiendo es matar el cardumen, lo que resulta sumamente grave.

Ello porque el Ministro de la Producción, atolondrado por los resultados de las faenas de pesca y por los informes que evacúa el Imarpe confirmando lo que señalan los pescadores, lo que hace es dictar una veda de tres días y la pregunta que se hace hasta el más ignorante en este tema es ¿serán suficiente tres días para que se solucione el problema?

De ninguna manera, el cardumen en estado juvenil o las crías del desove no van a crecer y ponerse al tamaño legalmente permitido en este breve período como no lo harán en una o dos semanas, en estos casos lo que se impone es paralizar la actividad pesquera por 45 o 60 días a efectos de permitir que la anchoveta crezca y se ponga en el tamaño ideal como para extraerla.

Lamentablemente esto no lo hace un ministro que está comprometido con grupos de poder y, menos aún, un Ministro tan imprudente como aquel que ha sido capaz de levantar la veda pesquera de anchoveta sin contar con los informes de IMARPE y permitir una escandalosa depredación como la que se ha registrado en estos primeros días. Esperemos que tenga algún asesor que lo pueda sacar de este error de lo contrario que dé un paso al costado y permita el acceso de gente con experiencia en el sector pesquero.