Editorial

Editorial: ::: ALGO ESTÁ MAL :::

La semana que pasó ha registrado una terrible mala racha de accidentes automovilísticos en carretera, con el saldo de cuatro muertos y decenas de heridos a consecuencia de la colisión de vehículos pesados, especialmente camiones o tráileres de carga y omnibuses de transportes de pasajeros.

El exceso de velocidad y las evidentes fallas en la infraestructura vial son las causas de estos violentos accidentes que han enlutado muchos hogares tanto en Samanco, en tortugas como en la vecina provincia de Huarmey.

Y es que los sucesivos accidentes han llamado la atención no solo de los medios de comunicación que han reparado en la reiterada incidencia de los mismos, especialmente en los que se han registrado en los óvalos que recientemente se han construido con la autopista que viene ejecutando el consorcio español OHL.

Justamente, uno de los accidentes registrados la semana pasada y que dejó seriamente herido al chofer de un camión frigorífico, tuvo lugar en el Ovalo de Tortugas, en el km. 396 de la carretera Panamericana Norte, en donde el pesado vehículo se despistó y terminó completamente destruido, mientras que su carga quedó esparcida por toda la vía.

Lo extraño es que se trata de uno de los más de 15 accidentes que ya se registran en este mismo lugar, tanto así que ya viene siendo denominado por los choferes como el “Ovalo de la Muerte” por los continuos accidentes que se han registrado allí y como consecuencia de ello se teme que exista una falla estructural en su construcción.

Las imágenes que se han reportado en estos accidentes permiten apreciar los graves daños en los vehículos, muchos de los cuales han dejado victimas que lamentar por la forma como se producen, generalmente porque los choferes pierden el control del vehículo, se salen de la carretera y vuelcan aparatosamente.

Muchos estiman que el problema radica en el tamaño que tiene este Ovalo que por su configuración es mucho más pequeño que otros y no permite a los choferes reaccionar rápidamente cuando ya no encuentran espacio para voltear y dada la velocidad con la que conducen, terminan fuera de la carretera y con sus autos destrozados.

Otros advierten que la ubicación misma de este Ovalo lo hace peligroso en la medida que los vehículos descienden de la famosa “bajada de Tortugas” que es la pista de un cerro que colinda con el Balneario del mismo nombre y por donde tradicionalmente los vehículos descienden desenganchados, sea vehículos ligeros o de carga pesada, de tal suerte que cuando llegan a la parte más baja sus vehículos desarrollan velocidades que van por encima de los 120 o 130 kilómetros por hora, con la diferencia que ahora ya no encuentran una pista libre y recta como antes, sino que ahora llegan a un Ovalo y con esa velocidad es como una carta de invitación segura a la muerte.

Los otros dos accidentes se han registrado uno a la altura del vecino distrito de Samanco, en donde un ómnibus interprovincial se empotró en la parte posterior de un camión de carga de caña de azúcar, el mismo que se encontraba en plena carretera y desplazándose a baja velocidad, por lo que es evidente que el chofer del ómnibus “pestañeó” y se fue de bruces contra el pesado vehículo.

Allí se registró la muerte del copiloto, mientras que en un triple choque registrado en la misma Panamericana Norte, empero, esta vez a la altura de la vecina provincia de Huarmey, fallecieron tres personas como consecuencia de los graves daños registrados por la violenta colisión cuya causas son aparentemente las malas maniobras y la velocidad en la que se desplazan los vehículos.

Sin embargo, si la memoria no nos traiciona la nueva y moderna autopista que se viene construyendo y que se encuentra ya en la vecina provincia de Casma, se concibió y ejecutó como una alternativa de solución a los violentos accidentes de tránsito que se registraban en la antigua carretera Panamericana Norte, cuando solo tenía una doble vía, es decir, cuando tenía solo dos carriles se sentido contrario.

Ahora, con la ejecución  de la red Vial N° 4 se pretende transformar la panamericana norte que se rehabilitó en la época del ex presidente Alberto Fujimori, en una moderna autopista que cuenta con dos enormes vías con tres carriles cada uno, es decir, que los vehículos que circulan en sentido contrario virtualmente ya no se cruzarán porque de por medio existe una berma que no le permitirá encontrar a un vehículo que circula en otro sentido, descartándose de esta manera la posibilidad de un choque frontal.

Sin embargo, muchas veces el remedio resulta peor que la enfermedad y es que con la nueva autopista han emergido los conductores desesperados, aquellos que gozan con la velocidad y suelen correr a grandes velocidades en aquellos lugares en donde encuentran pista libre, como ocurre ahora con la autopista de la panamericana norte.

He allí la razón de muchos accidentes, al margen claro está que existe la necesidad de revisar los alcances técnicos de los ovalos que se han construido tanto en la zona de Tortugas como en el cruce de Samanco y Nepeña, pues existe la posibilidad que adolezcan de una falla estructural porque ya son demasiados los accidentes que se producen en estos lugares y ello no puede ser solo consecuencia de una coincidencia.

La vida de muchas personas está en juego, ya fallecieron varias de ellas en trágicas consecuencias, de allí que el Ministerio de Transportes y las autoridades de cada lugar tienen que exigir que se revisen las obras que se han concluido, como en Tortugas, Casma y el cruce de Samanco.

Si se ha ejecutado y aun se ejecuta una obra millonaria como es la autopista del norte, no se puede permitir que esta resulte registrando más accidentes y muchos mas trágicos de los que se registraba en la vieja vía nacional., se tiene que hacer algo, se debe averiguar las verdaderas razones por las cuales los accidentes se producen mañana, tarde y noche, pues es evidente que algo está mal y tenemos derechos a saber qué es lo que ocurre. Esperemos que la intervención de OSITRAN en este tema no se prolongue por años como nos tiene acostumbrados.