Editorial

EL GRAN BAILETÓN

Los médicos, enfermeras, obstetrices y personal asistencial de la posta de salud Yugoslavia, ubicada en la urbanización Bruces, serán sometidos a un proceso de investigación disciplinario luego que convirtieran el mencionado centro de salud en una repentina pista de baile.

La decisión la adoptó la Directora de la red de salud pacífico sur, Leslie Sierra Guevara, luego de tomar conocimiento a través de los medios de comunicación de la fiesta que organizaron los médicos y personal de la posta de salud en su ambiente principal, la misma que estaba amenizada hasta con una orquesta digital.

La mencionada funcionaria pudo conocer de este hecho a través del vídeo que se difundió, primero, por las redes sociales y que luego se propaló por los medios de comunicación que, como la directora de la red de salud, se escandalizaron cuando vieron los imágenes de un empatado médico que bailaba deslizandose hasta el suelo, evidenciando su pericia para mover el cuerpo.

Y es que, de acuerdo por lo manifestado por la funcionaria del sector salud, está terminantemente prohibido utilizar las instalaciones de un centro asistencial para actividades ajenas a su objetivo, lo que quiere decir que lo último que se puede hacer es una fiesta o una reunión social en su interior.

Esto es evidente, empero, era necesario que lo ratifique la propia responsable del sector, por ello es que los medios de comunicación recogieron estas imágenes y la difundieron para que la población conozca el deshinbido y desembozado desempeño del personal de la posta de salud Yugoslavia.

No es posible que los médicos abdiquen de sus obligaciones para ponerse a bailar en medio de los pacientes y usuarios que a diario llegan a un centro de salud que tiene un cartel en la parte exterior en el que se lee “atención las 24 horas”.

Si esto es así, no se entiende como los médicos y el personal suspendió sus actividades aquel día y dejó de atender a los pacientes para ponerse a bailar, comer y beber en medio de los dolores de sus pacientes que llegaban u otras que estaban en el interior.

Hay que tener en cuenta que la posta de salud Yugoslavia no solo atiende casos de emergencia y consultas sino que tiene pacientes internadas que están a punto o que ya dieron a luz, de tal suerte que su presencia en el centro de salud requiere de paz, tranquilidad y reposo, lo que evidentemente no podrá ser posible si se tiene una fiesta que se realiza en el vestíbulo de este inmueble.

Y es que ello es lo más chocante de la información propalada la semana pasada, es decir, que los médicos, las enfermeras y el personal en general no ha reparado ni siquiera en cambiarse de la ropa de trabajo y se encuentra divirtiéndose con sus chaquetas y mandiles con las cuales atienden y auscultan a los pacientes que llegan a diario.

Lo que pocos saben es que el video revelador fue obtenido de la red social del Facebook, en donde alguien la colocó con la finalidad de dar a conocer el acontecimiento que representó la fiesta de aniversario de la posta de Salud Yugoslavia, empero, no sospechó que esa actividad estaba prohibida para ellos, los centros de salud pueden recibir a algunas personalidades y realizar actos de homenaje o anuncio de alguna obra en particular, es una ceremonia protocolar, pero lo que no se puede admitir que se organice un baile en sus instalaciones por ello está vedado por la ley.

Basta recordar lo que ocurrió hace algunos años en el distrito de Nuevo Chimbote, cuando se vetó el uso de los terrenos de propiedad del Instituto Carlos Salazar Romero, que están ubicados a un costado del Hospital I de Essalud, en la avenida Anchoveta, para el desarrollo de las actividades de aniversario del distrito sureño.
En una oportunidad el municipio estableció allí una suerte de campo ferial, sin embargo, no se tuvo en cuenta que al costado se encontraba el hospital I de Essalud en donde se encuentran no solo usuarios de emergencia que acuden por las noches y la madrugada, sino que existen pacientes internados que no pueden estar expuestos a la contaminación sonora que deja una actividad como la mencionada.

Por ello es que esa feria fue vetada y la Municipalidad instaló en esos terrenos su Taller Municipal, optando por buscar otro lugar adecuado para la denominada ecoferia y terminó estableciéndose en la explanada del Country club Buenos Aires, de esta manera se hizo respetar el derecho de los pacientes al sosiego y tranquilidad que amerita su estado de salud que está visiblemente resquebrajado y no puede estar sujeto a fiestas o bailes de ninguna clase.

Algo similar ha ocurrido en la posta de salud Yugoslavia, el personal médico y asistencial no ha reparado en sus propios pacientes, no ha tenido en cuenta que a esas horas suelen llegar personas que reclaman una atención inmediata por emergencia, de allí que organizar una fiesta en el interior ha sido un grave error.

Seguramente los organizadores de esta actividad alegarán que se trataba de un aniversario de la institución y por ello decidieron realizar una actividad que era muy breve, sin embargo, eso no exime de responsabilidad a quienes convirtieron la posta en un centro de diversión, eso está bastante claro y creemos que lo ha dejado sentado ya la directora de la red pacífico Sur que tras disponer una investigación ha decidido remplazar al Director de este centro de salud, como corresponde.

No está demás destacar, en esta oportunidad, el valor de la red social de Facebook, así como hemos cuestionado su utilización cuando se presta para persuadir y empujar a menores de edad a hechos de violencia sexual, en esta ocasión tenemos que reconocer que es un vehículo de comunicación por excelencia y es capaz de proporcionar casos que ameritan ser denunciados y sancionados.

En este caso, el video de los medidos bailando y festejando encima de los pacientes, apareció por vez primera en el facebook, en una cuenta personal que aparentemente no calibró las gravedad de problema que generaría al mostrar las imágenes de los médicos y enfermeras en situaciones nada edificantes. Si tienen un aniversario que lo celebren con un gran baileton en un local particular, que no mancillen las instalaciones de un centro de salud porque, como su nombre lo indica, están para prestar un servicio de salud, más no para bailar o empinar el codo.