Editorial

JUSTO RECONOCIMIENTO

El último fin de semana el Concejo Municipal de Nuevo Chimbote acordó otorgarle la medalla de la ciudad y un reconocimiento especial al profesor ancashino Juan Raúl Cadillo León, quien ha sido considerado hasta el momento como uno de los 50 mejores docentes del mundo en el marco del concurso que se organiza a nivel mundial para premiar a los educadores más innovadores del planeta.

Se trata del concurso “The Global Teacher Prize” que promueve la Fundación Varkley, la misma que el próximo 19 de marzo del año entrante decidirá quién se lleva el máximo galardón como el mejor docente del mundo, una suerte de premio nobel entre los educadores de todo el mundo.

Juan Cadillo León es un docente huaracino que dicta clases en el Colegio en el Colegio “Jesús de Nazareth de Huaraz y en la Universidad ULADECH Católica de nuestra ciudad, además de docente es Ingeniero de Sistemas, carrera profesional que le ha permitido desarrollar programas educativos sumamente beneficiosos para los alumnos, especialmente en el campo de la informática.

Pero Cadillo León es un docente a quien la honrosa elección de la Fundación Varkley no le ha caído del cielo, por el contrario, es un profesional que ha escalado poco a poco en su actividad dentro del magisterio y para el Ministerio de Educación no es ningún desconocido, por el contrario, ha conseguido otros logros en años anteriores.

Así por ejemplo, el año pasado recibió las palmas magisteriales en el grado de Gran Maestro, condecoración que otorga el MINEDU a los docentes más destacados del Perú dentro de su política, de revalorización de la carrera docente.

Poco antes, el año 2014, el profesor Juan Cadillo se convirtió en el “Maestro que deja huella”, una iniciativa que lleva adelante desde hace varios años la empresa telefónica del Perú en convenio con el Ministerio de Educación con la finalidad de reconocer el esfuerzo y la innovación docente en favor de la educación peruana.

Ese mismo año recibió el Premio “Fundación Telefónica de Innovación Educativa” que es justamente lo que reconoce el concurso a nivel mundial “The Global Teacher”, es decir, identificar a los maestros más innovadores y comprometidos con la actividad educativa y que tengan un impacto inspirador en sus alumnos y en la comunidad en la que desarrollan sus actividades lectivas.

Una de las características que han apreciado los expertos educadores que evalúan a los postulantes en el concurso “The Global Teacher” es la facilidad del profesor Cadillo para desarrollar estrategias que permiten al niño de nivel primario adquirir una capacidad para entender como es la programación y utilizar las herramientas que provee la tecnología para crear aplicaciones o programas sencillos.

Por ejemplo, el docente ha revelado que sus alumnos están en capacidad de crear sus propios juegos o de elaborar cuentos virtuales, lo que demuestra que la técnica innovadora de este docente supera las barreras de lo que se hace en la educación en el país y por ello se tiene que reconocer ese esfuerzo por entregar a sus alumnos todos sus conocimientos a través de estrategias deontológicas que le permitan entender y desarrollar sus propias habilidades en su desarrollo educativo.

Esto no es fácil, no es sencillo, una de las tareas más difíciles de un educador es encontrar la manera más adecuada para que sus alumnos comprendan lo que ellos le enseñan, la mayoría de las veces no lo consiguen y es que ello depende, fundamentalmente, de las técnicas que utilicen, las tradicionales generalmente han fracasado porque están dirigidas a una masa estudiantil pero no todos los alumnos de un aula tienen la misma capacidad intelectual y es allí en donde fracasan.

El solo hecho que el trabajo del profesor Juan Cadillo haya sido reconocido por una fundación internacional especializada en la evaluación de los temas educativos, es un hecho que debe reconocerse y relievarse, es un mérito que la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote ha sabido corresponder, como lo ha hecho el Ministerio de Educación, pues aun cuando el docente no es de esta jurisdicción es un ancashino que ya se ganó un espacio entre las personalidades a las que se tiene que felicitar por su esfuerzo.

Y es que, al margen del resultado final de este concurso a nivel mundial, Cadillo León ya es un ejemplo para los docentes de todo el país, es el prototipo para quienes integran el magisterio y un espejo en el que deben de mirarse los que han abrazado esta actividad, es alguien a quien la vida no le ha regalado nada y menos aún el estado o un juez, por el contrario, todo lo ha conseguido por sus méritos y por su capacidad.

Lamentablemente, en el sector educativo no hay ejemplos como el que nos regala el profesor Juan Cadillo, por el contrario, en nuestro magisterio constantemente existen denuncias, acusaciones y lo que quieren conseguir lo hacen en base a leguleyadas o acciones de tipo legal que deben estar al margen del esfuerzo de un docente.

Y para muestra solo hace falta un botón: un grupo de ex directores retornará a sus cargos luego de haber demandado al Ministerio de Educación por haber sometido esos puestos a un concurso público entre todos los docentes habilitados para ejercer ese cargo, pues creen tener un derecho reconocido cuando existe una ley que determina que los ascensos y los cargos se adjudican en función a los méritos y la capacidad de los docentes.

Estos ex directores no accionaron en nuestra ciudad o en alguna otra ciudad de la región, se fueron a un lejano y casi desconocido juzgado de la provincia de Rodríguez de Mendoza, en la región Amazonas para reclamar ese supuesto derecho y, obviamente, obtuvieron una resolución favorable de un juez supernumerario que ha sido cesado por este mamotreto que ha dictado en perjuicio de la educación.

Esa es una de las razones por las que nuestra educación está postrada y es una de las ultimas en el mundo, frente a ello no puede sino enorgullecernos que un docente ancashino destaque y se le reconozca como corresponde, de allí que el acuerdo de concejo municipal de Nuevo Chimbote es un justo reconocimiento para un hombre que, esperemos, represente el verdadero prototipo de los educadores en el país.