Editorial

Editorial: ::: NUEVO ANUNCIO :::

El Ministro de Transportes Martin Vizcarra ha anunciado en la capital de la república que la esperada obra de la Vía de Evitamiento se iniciará el próximo mes de Febrero, luego que su portafolio, por intermedio de los programas con los que cuenta, concluya con la entrega de los terrenos y el consorcio español OHL haga el saneamiento de aquellos sectores que están ocupados por la agricultura.

Por lo menos esta es la respuesta que proporcionó en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República a la cual concurrió para tratar una serie de temas relacionados con la intervención del estado en las comunidades indígenas y fue interrogado sobre el tema de Chimbote por la congresista María Elena Foronda que preside dicha comisión.

Por lo menos fue la primera vez que se le escuchó al Ministro de Transporte pronunciarse sobre el anhelado proyecto vial para Chimbote pues en la audiencia a la que convocó a las autoridades de la provincia en su despacho no se presentó y dejó que funcionarios de menor nivel y sin poder de decisión divaguen sobre este tema sin que, para entonces, pueda conocerse la suerte de este proyecto cuya primera piedra se colocó en medio de bombos y platillos por parte del ex presidente Ollanta Humala.

Habrá entonces que tomarle la palabra al Ministro de Transporte aun cuando se encuentra pendiente el tema de la garita de peaje de Besique, la misma que sigue cobrando a manos llenas en perjuicio de los transportistas de nuestra ciudad sin que exista justificación y pese a la demanda de las autoridades provinciales para que se lleve a los límites de la provincia de Casma, en donde ya se cuenta con la autopista en la carretera panamericana norte.

Sin embargo, mientras el Ministro se pronunciaba extrañamente en Lima, a nuestra ciudad llegaron dos funcionarios del consorcio español OHL con la finalidad de justificar el cobro de la garita de peaje y anunciar que, efectivamente, el inicio de los trabajos de la vía de Evitamiento se registrarán recién el mes de febrero del año próximo por cuanto estiman que recién en Enero tendrán los terrenos habilitados.

Como si se tratara de una acción sincronizada, la empresa española ha señalado que es imposible reubicar la garita de peaje mientras se encuentre en ejecución la vía de Evitamiento, por lo que han decidido que este traslado a los límites de las provincias de Santa y Casma se ejecutará recién cuando dicha obra haya culminado.

Esto es en realidad un despropósito, la ejecución de la vía de Evitamiento, en caso se concrete como lo han afirmado en Febrero, se prolongará por lo menos dos o tres años y se pretende que en todo ese tiempo los transportistas locales paguen una contribución que ya no les corresponde, cuando existen otros sectores que se benefician con las obras ya terminadas de la autopista y en donde debería estar vigente el sobrecosto.

Sin embargo, todo indica que tanto el consorcio español como el Ministerio de Transportes se han cerrado en este tema y no pretenden dar su brazo a torcer, por lo menos han ignorado los pedidos que han formulado nuestras autoridades y mantienen su pretensión a costa del rechazo rotundo de los gremios de la sociedad civil.

De allí que las autoridades locales ya están notificadas de la reacia posición de Ministerio y consorcio respecto al tema de la garita de peaje y tienen que considerar que este debe ser el primer punto de la agenda del año que se avecina, la proximidad de las fiestas de fin de año impide que se tome una decisión al respecto en este momento, sin embargo, es evidente que apenas se comience el 2017 la voz de Chimbote se tiene que hacer escuchar.

Inclusive, nos animamos a pensar que el anuncio de la fecha de inicio de los trabajos es en realidad un globo de ensayo que han lanzado tanto el Ministerio como el consorcio español pues para que ello pueda concretarse a estas alturas ya deberían existir algunas coordinaciones o negociaciones con los agricultores del valle de santa que tienen la posesión de los predios por donde atraviesa el trazo de la vía de Evitamiento.

Hace solo unas semanas los representantes de los gremios agrarios advirtieron que los agricultores no habían recibido una sola notificación o comunicación de los representantes de la empresa española, por lo que se entiende que hasta el momento no ponen interés alguno y de allí que se genera la incertidumbre respecto a los anuncios que se vienen haciendo en ambas instancias.

La indignación de la población se justifica en este tema si se tiene en cuenta que la vía de Evitamiento no es un proyecto que ha nacido hace uno o dos meses, por el contrario, se emprende hace ya ocho años atrás cuando en el gobierno de Alan García se compromete a ejecutar esta obra teniendo en cuenta que, por razones que ya no vale la pena rebuscar, fue retirada del diseño final de la red Vial N° 4 de la autopista del norte.

Sin embargo, durante todos esos años hubo poco interés de los gobiernos que lo sucedieron, tanto de Alejandro Toledo como de Ollanta Humala, por encausarlo y ejecutarlo, solo en la última fase del último de los mencionados se removió el proyecto gracias a la decisión de las autoridades por impulsarlo saliendo a las calles, tocando las puertas de los Ministerios y demandando con mayor contundencia por este proyecto.

Después que ofrecieran a los chimbotanos que la obra se iniciaría en Julio de este año finalmente solo se colocó la primera piedra. En esa misma ceremonia se anunció que los trabajos se iniciarían realmente en 90 días, sin embargo, llegado ese momento tampoco se hizo absolutamente nada, por el contrario, como si se añadiera “más gasolina al fuego”, el consorcio español decidió incrementar el costo del peaje y cambiar su sistema de recaudación, de una sola, a doble vuelta en el tráfico vehicular.

Lejos de buscar alguna alternativa para atenuar la indignación de los pobladores por la dilación en el inicio de la vía de Evitamiento, lo que hacen es seguir provocando mucho mas con un peaje que resulta nocivo y cuyo retiro o traslado a otra zona no se quiere ejecutar simple y llanamente por las ambiciones económicas de un consorcio al que aparentemente, le interesa un comino lo que piense o haga la población. ¿Habrá que seguir agachando la cabeza en este tema? ¿Hasta cuándo?