Editorial

ENJUAGUE FISCAL

Desde mañana martes desfilarán por el despacho del Fiscal anticorrupción Felipe Elías Silva, una docena de “proveedores” del Ministerio Publico del Santa a efectos que respondan por los comprobantes de pago que presentan irregularidades en la contabilidad de la mencionada entidad.

Esto ocurre en el marco de las investigaciones que se realizan luego de la escandalosa denuncia que ha involucrado al ex Administrador de la Fiscalía Gino Reyes Roggero y dos funcionarios del Ministerio Público del Santa, quienes son sindicados como presuntos responsables de un cuantioso desfalco en las cuentas de dicha institución.

La medida ha sido dispuesta por el representante del Ministerio Público y constituye la base de lo que se avizora un deslinde de responsabilidades que amenaza en convertirse en el escándalo del año si es que ya no lo fue el año pasado cuando en el último mes del año se puso al descubierto semejante desfalco perpetrado por personal de confianza de la saliente gestión de la Presidencia de la Junta de Fiscales.

Y es que pese a la andanada de cartas notariales y amenazas por el hecho de haberse publicado los alcances de este escándalo, lo cierto es que las diligencias preliminares están señalando que los cargos no solo son ciertos sino que son mucho más escandalosos de lo que muchos se imaginaron.

Por ejemplo, la semana pasada ha trascendido la manifestación que ha proporcionado un proveedor de la Fiscalía, quien se presentó al conocer los alcances de las denuncias que se deslizaron respecto al desfalco del Ministerio Público, y quien se ha sometido a la confesión sincera antes de verse involucrado en hechos más graves que pueden poner en riesgo su libertad ambulatoria.

Este proveedor de la Fiscalía ha admitido que el ex administrador, por intermedio de su personal de confianza, le compraba facturas en blanco con la finalidad de ser llenadas a su interés y reconociéndole el pago del IGV de dicho comprobante de pago, así como una propina por el hecho de facilitarle el documento.

De esta manera, la mafia que estuvo enquistada en el Ministerio Público pudo orquestar todo un aparato de fraudes y adulteraciones en la información contable de la Fiscalía, simuló actos de adjudicación de servicios y la prestación de los mismos, de tal suerte que utilizaba las facturas en blanco con la finalidad de disfrazar gastos que no se hicieron y cuyos fondos fueron a parar a los bolsillos de los maleantes que se vistieron de presuntos funcionarios probos y transparentes.

Las afirmaciones de este proveedor permiten advertir que la modalidad de la contratación de servicios fantasmas fue cierta desde un primer instante, los órganos de control de la propia Fiscalía habían llegado a establecer que se contabilizaron una serie de comprobantes de pago que justificaban el pago de servicios que el personal de la propia institución había señalado que jamás se realizaron como el lavado de cortinas por los cuales se pagó ingentes cantidades de dinero que permitieron, de primera intención, sospechar de los malos manejos que se venían dando en la institución.

Así como ese detalle se pudieron advertir muchos otros, como que se contabilizaron facturas de una empresa que vende pernos pero que aparecía cobrando por la limpieza del tanque elevado, lo que hacía sospechar que allí existía algo raro y las pesquisas vienen revelando que estaban en lo cierto.

No sabemos cuál es el criterio que ha establecido el Fiscal a cargo de las investigaciones para llamar a los presuntos proveedores, empero, por el momento ha citado a doce de ellos que figuran en los registros de la institución y cuyos servicios dejan notar cierta sospecha respecto a la veracidad de la información que contienen.

Esto quiere decir que en el curso de los próximos días nos podremos hallar con muchas y más sorpresas desagradables, con deslindes de pequeños empresarios que se han visto involucrados en estos hechos y muchos ni siquiera han prestado un servicio al Ministerio Público, gente que no entiende cómo es que llegaron a parar en la contabilidad de la Fiscalía sus comprobantes de pago, si los tomaron de alguna prestación que hicieron a determinada persona o por sus distintivos del RUC que tienen ante la SUNAT.

Este caso nos trae a colación lo ocurrido en la Universidad Privada San Pedro, en donde existe un juicios por “asesorías fantasmas” y que está relacionado con el pago por supuestos servicios de asesoría legal para ciertos procesos judiciales que en realidad no se dieron, se trataba de procesos que fueron llevados por la propia oficina de asesoría legal de la Universidad pero que concertaron con abogados libres para que giren comprobantes de pago que simulen haber llevado esos procesos y de esa manera sustrajeron fuertes sumas de dinero de las arcas de la Universidad.

Y es que una de estas abogadas, Martha René Alfaro Pérez, fue una de las sorprendidas por la existencia de comprobantes de pago de la Universidad San Pedro que señalaban que le habían pagado más de medio millón de soles por servicios de asesoría cuando jamás había realizado trabajo alguno para esta entidad universitaria, inclusive, reveló que se enteró de este hecho cuando le llegó una notificación de la SUNAT que le reclamaba el pago de las retenciones por dichos documentos de pago.

Esta clase de proveedores fantasmas son similares a los que se han detectado en el Ministerio Público, estamos más que convencidos que en este desfile de proveedores aparecerán otros personajes que ni siquiera sabían que estaban consignados en los registros contables de la Fiscalía pero cuyos comprobantes de pago han sido incluidos como si hubieran prestado un servicio.

Será esta una semana de deslindes, muchos de los que han sido emplazados no tendrán otra salida que decir la verdad antes de verse manchados con una mafia que se ha lucrado con los recursos de la institución, todo un enjuague fiscal que finalmente debe ser sancionado con todo el peso de la ley.