Editorial

UN ATROPELLO MAS

El día de ayer lunes debe haberse reunido el Comité Regional de Seguridad Ciudadana en Huaraz con la única y necesaria finalidad de analizar y emitir un pronunciamiento con relación al decreto supremo mediante el cual el Gobierno de “Peruanos por el Cambio” ha desaparecido la jefatura de la región Policial de Ancash y ha creado la macro región Policial de La libertad Áncash con sede en Trujillo.

La reunión que ha sido convocada por el Gobernador Enrique Vargas Barrenechea, que esperemos no resulte tardía, busca que rechazar y repudiar de la manera más contundente una decisión del Ministerio del Interior que perjudica y atropella una vez más a los ancashinos al dejarnos sin una sede policial cuando los niveles de delincuencia ameritaban que se generen nuevas unidades en la propia región.

Lo más grave es que esta decisión de tipo político pretende volver a los viejos moldes de la estructura orgánica que tuvo la Policía hace una década atrás, cuando ya se experimentó con esta suerte de “macro región policial” y que fracasó rotundamente en la medida que con ella solo se propició que los pueblos más alejados quedarán exentos a la delincuencia organizada.

Muchos deben recordar que hace algunos años atrás ya se experimentó con esta estructura interna de la Policía, aquella que se le ocurrió a alguien con el supuesto objetivo de economizar en el número de altos oficiales e inmuebles, empero, resultó todo un fiasco y por ello se debió retomar la Jefatura de la región Policial que, por antonomasia, tiene sede en la ciudad de Huaraz.

Justamente, por la forma como se maneja la Policía en Ancash existían algunos planteamientos que decían que se requería de una sede alterna en Chimbote, que es la ciudad con mayor cantidad de población y con niveles de delincuencia que en determinado momento exigieron a los altos mandos a enviar a equipos especiales a nuestra ciudad y hace solo un año debieron declarar en emergencia policial las ciudades de Chimbote y Casma.

Ese régimen especial se implementó, justamente, porque la delincuencia estaba desbordando las posibilidades de la Policía en dos ciudades en donde los asaltos y crímenes se hicieron cosa de todos los días, en Chimbote como consecuencia del tráfico de tierras y el intenso comercio, y, en Casma por la naciente minería informal que provocó inusitados movimientos económicos.

Por ello es que llama la atención que mientras algunos evaluaban la posibilidad de demandar un traslado o la creación de otra Jefatura con rango de mando en Chimbote, de pronto el gobierno de Pedro Pablo Kuczysnki la embarra y decide eliminar de buenas a primeras la Jefatura Regional de la Policía.

Esta medida se asemeja a otra que en el gobierno de Ollanta Humala se pretendió imponer en perjuicio de nuestra región como fue el pretendido cierre de las escuela de sub oficiales de la Policía de Chimbote y Yungay y trasladar su mobiliario a la escuela que existe en la ciudad de Trujillo, juna descabellada medida que debió abortar por el rechazo inmediato de la sociedad civil en su conjunto de Ancash.

Y es que, en realidad, no se sabe en qué cabeza se pudo haber madurado una medida de ese tipo, cuando en Chimbote como en las ciudades de la sierra se esperaba con ansias el egreso de promociones de efectivos policiales con la finalidad de incrementar el número de efectivos en las calles y garantizar una mejor seguridad.

Sin embargo, cuando se había conseguido con mucho esfuerzo implementar las escuelas policiales, surgió algún político avivato que desde Trujillo no vio la mejor manera que quedarse con los efectos de la estructura mobiliaria que gestionaron las autoridades ancashinas y promovió una medida política similar, es decir, que de un solo plumazo, a través de un decreto supremo se quisieron llevar las dos escuelas de Policía a pesar de los resultados positivos que venían generando.

Ahora quieren hacer lo mismo con la Jefatura de la región Policial de Ancash, algún generalote no se conforma con una sola jurisdicción y quiere coger a dos en una sola y por ello se les viene al cerebro la vieja fórmula de la macro región policial aun cuando en el pasado haya sido un fracaso total, lo que importa son los intereses personales de quienes detentan en el poder y eso no se debe permitir.

Cuando aun escribimos estas líneas no conocemos el resultado de la reunión realizada en Huaraz, sin embargo, tal como ya lo ha adelantado el Alcalde de Nuevo Chimbote, lo que se necesita es movilizarse de inmediato, se requiere de la unión de todas las autoridades regionales y llegar al mismo despacho del Ministro del Interior para encararlo, para exigirle una explicación y, esencialmente, para demandar que se rectifique esta medida y se deje funcionando a la región Policial de Ancash tal y como estaban.

Esto se hizo en el tema de la vía de evitamiento y fue la única manera que en el Ejecutivo, en el monstruo del centralismo, escuchen la voz de los chimbotanos, por ello es importante que el Gobernador Regional se sacuda del marasmo de la ineficiencia e ineptitud que ha puesto de manifiesto hasta el momento y lidere una protesta contundente contra esta nueva agresión para los intereses de Ancash.

Hace poco quisieron llevarse hasta las oficinas de Cuna Más a Trujillo, solo la acción firme y decidida de las promotoras lo evitó, de allí que es momento de estar en guardia, hay una suerte de arremetida por parte de políticos trujillanos que tienen mayor influencia en el poder ejecutivo para sustraer las principales instituciones de Chimbote.

Esto no se puede permitir, la Policía Nacional no se da abasto para poder dirigir las diferentes dependencias y comisarías de nuestra jurisdicción como para que ahora pretendan llevarse la Jefatura Regional a Trujillo, lo que condena a muchos pueblos, especialmente de la zona sierra, a no tener posibilidad alguna de hacer una demanda de sus necesidades en materia de seguridad pública.

Estamos, ciertamente ante un atropello más, no sabemos quien puede haberle vendido la idea al Jefe de estado sobre la efectividad de una medida de este tipo pero en realidad lo está engañando, el gobierno está abriendo un frente de reclamos y protestas en Ancash y de ello no nos cabe duda alguna, ha llegado el momento de reaccionar.