Editorial

CORRUPCIÓN SIGUE VIVA

El pasado fin de semana dos hechos de escándalo estremecieron nuestra región luego que se dieran a conocer sendas denuncias de presuntos actos de corrupción protagonizados nada menos que por el Gobernador y sus funcionarios, por un lado, y por el alcalde del distrito de San Marcos, por otro lado.

En el primer caso ha sido la empresaria chimbotana Edith Guevara Aponte quien alborotó el cotarro político luego que denunciara públicamente que fue obligada a pagar una coima para que le pudieran cancelar el monto de una obra ejecutada en la gestión de César Álvarez pero el Gobernador Enrique Vargas y el Director Regional de Transporte Carlos Obregón Díaz, le devolvieron el dinero del sobrino porque aparentemente otro empresario había entregado una suma mayor para que le paguen ese mismo derecho.

La denuncia estaba apoyada en imágenes que fueron difundidas por un programa noticioso de Huaraz, aparentemente las empresaria trabajó esta grave acusación con estos reporteros que llegaron a captarla en el momento mismo que aborda a Enrique Vargas cuando salía de una reunión del CORESEC y le reclama el pretendido cobro y aquel le responde que la recibiría en su despacho.

En el vídeo se aprecia que los miembros de seguridad tratan de apartar a la empresaria y ésta les advierte que ya le autorizaron a ingresar al despacho del gobernador, como en efecto ocurre y se le observa entrar en medio de un séquito de empleados antes que se cierre la puerta.

Lo que ocurrió allí no se puede conocer, la empresaria aduce que el Gobernador reconoció que no podían atender su pedido de cobro de más de un millón de soles por existir otros empresarios del consorcio que están reclamando lo mismo y le anunció que le devolverían el dinero que entregó.

Obviamente que el Gobernador niega tajantemente esta supuesta devolución, ha señalado que se limitó a informar a la empresaria lo que habían detectado en las dependencias administrativas pero que jamás hablaron de dinero y que no aceptaría que algún funcionario se preste a esos manejos.

Lo cierto es que las imágenes pasan inmediatamente a un inmueble de la ciudad de Huaraz al cual ingresaba la empresaria Edith Guevara quien, inmediatamente, se vuelve para llamar al camarógrafo. Cuando llega, en la imagen se le ve recibiendo cuatro fajines de billetes de 100 y 200 soles que completaban 40 mil soles y quien lo entrega es un individuo a quien la mujer le llama Cesítar y le pone sobre sus labios el supuesto origen del dinero, señalando “eso lo manda Carlos Obregón de parte del chef”.

Sin embargo, este caso tendrá que ser cuidadosamente evaluado en la medida que quien es objeto de una exigencia de dinero recurre al Ministerio Público a efectos que se haga una celada, los empresarios saben que la única manera de descubrir al corrupto es mediante una emboscada, empero, la empresaria Edith Guevara no solo no lo hizo sino que recurrió a imágenes que dejan mucho que desear.

Si el sujeto que entrega el dinero a la empresaria fuera un enviado del gobernador o de funcionarios regionales, lo primero que hubiera hecho es rechazar la presencia de un camarógrafo, su reacción no habría sido la actitud sumisa y contemplativa que se aprecia en las imágenes y, esencialmente, tendría que tener vinculación con el gobernador o lo funcionarios, ser parte del aparato regional, pero no lo es.

¿Cómo entender que el gobierno regional haya devuelto una coima si quien lo hace no es parte de la Región? Asumimos que podría tratarse de un enviado especial, sin embargo, las dudas siguen invadiendo este escenario en la medida que si bien es cierto que la empresaria está denunciando un hecho muy grave que compromete al mismísimo gobernador, no se puede soslayar que la denuncia le alcanza a ella misma, se entiende que si le devuelven una coima es porque en algún momento la entregó y que se prestó a la comisión de un delito de corrupción que la involucra a ella misma.

El segundo caso involucra al alcalde del distrito de San Marcos, Félix Chávez Alfaro, quien el pasado fin de semana ha sido detenido por la Policía y la Fiscalía en el marco de una celada que se realizó tras la denuncia de un empresario que advirtió que le estaban exigiendo el pago de una coima para poder adjudicarse una obra, inclusive, contaba con los cinco mil soles que le pedían.

Con todo ello el Fiscal organizó la celada que se hizo en el mismo despacho del alcalde de San Marcos a quien se le halló infraganti con el dinero en su poder y por ello fue inmediatamente enmarrocado y trasladado a los calabozos en medio de la sorpresa de trabajadores y usuarios que realizaban sus trámites en las oficinas de la Municipalidad.

Hay que tener en cuenta que San Marcos es el distrito en el que se encuentra el asiento minero de Antamina, por lo que hallándose en la zona de influencia de la actividad minera la ley considera que le corresponde un porcentaje similar al que reciben por ejemplo, el gobierno regional de Ancash, lo que quiere decir que sus autoridades han manejado millones de soles en los últimos años y cuando hay dinero en esa magnitud se corrompen conciencias.

Es lamentable que, después de todo lo que ha pasado a nuestra Región, después que se comprobara que hubo una red de corrupción enquistada en el poder, nuevamente se siembren serias sospechas del manejo corrompido de los dineros públicos, que menudeen las denuncias de cobro de coimas y el manoseo de los protagonistas.

Estamos frente a dos hechos sumamente delicados que exponen la institucionalidad, nuevamente, de la región Ancash, que ponen en entredicho la imagen de una región que desde hace diez años lleva el estigma de la corrupción con solo mencionarla, pensábamos que las nuevas autoridades electas en año 2014 podrían encausar y desvirtuar esta mala fama, sin embargo, lo que apreciamos es que nada ha cambiado y que la corrupción sigue viva en las fibras del mismísimo gobierno regional y en las principales municipalidades de la región. Esto último es lo más lamentable.