Editorial

RESPUESTA PENDIENTE

Las autoridades tienen la obligación de velar por la salud y la integridad de los escolares y para ello disponen con la debida antelación de los operativos y el personal que se encargará de regular el tráfico y la seguridad en las calles aledañas de los planteles.

En este sentido son los Municipios y la Policía los que doblegan esfuerzos por velar que todo lo que esté relacionado con el acceso de los alumnos a los centros educativos marcha de manera regular y que nadie perturbe esta tarea por el bien de quienes representan el futuro del país, como son nuestros niños y adolescentes que maduran en los colegios antes de acceder a una profesión.

Pero no solo la seguridad en el tráfico peatonal y vehicular debe ser la preocupación de las autoridad, existen otros problemas que afectan la buena marcha de los colegios y una de ellas es la seguridad en su entorno, la necesidad de mantener un centro educativo en una zona sosegada y tranquila que genere un ambiente adecuado en el que los alumnos puedan desarrollar sus actividades.

Por ello es que la norma prohíbe que cerca de un colegio no debe existir, por ejemplo, un local nocturno, un bar o establecimiento de bebidas alcohólicas y menos aún algún establecimiento cuya actividad atente contra la moral y las buenas costumbres.

Sin embargo, este precepto no se cumple en el distrito de Nuevo Chimbote y uno de los que ha elevado, finalmente, su voz de protesta es el Director del Colegio “Señor de la Vida”, ubicado frente a la Plaza La Cultura, en la intersección de la avenida Pacífico con Anchoveta, el mismo que desde hace años se ve perjudicando por el funcionamiento a solo una cuadra de una serie de locales nocturnos cuyos parroquianos promueven escándalos, peleas, reyertas que en algunas ocasiones ha afectado a docentes y padres de familia en el exterior del plantel.

El director del colegio, Augusto Rengifo Mendoza, dio a conocer la semana pasada a la prensa que debido a los problemas que se registran en estas discotecas los padres de familia tienen temor de enviar a sus hijos a estudiar ya que las personas que acuden en esos lugares beben hasta generar problemas.

Para graficar la gravedad de este problema recordó .que en una oportunidad un grupo de jóvenes en estado de ebriedad que salieron de las mencionadas discotecas iniciaron una pelea callejera donde se lanzaron botellas contra los vehículos estacionados, resultando herido un profesor y un padre de familia.

El docente manifestó que tenía la remota esperanza que la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote haga algo respecto a este tema en la medida que en varias ocasiones han solicitado la reubicación de las discotecas Katana y Eisha que se encuentran virtualmente frente al colegio porque causan molestias ya hace varios años, sin embargo, ad portas de iniciarse el año escolar advierten que todo sigue igual.

Inclusive, señalaron que esto se ve reflejado en el volumen de las matrículas y en razón que hay algunos padres de familia que han buscado matricular a sus hijos en otros planteles debido a este grave problema que no tiene cuando solucionarse porque cuando han acudido a dialogar con los propietarios de los establecimientos ellos les han respondido que cuentan con permiso municipal.

Esto es lamentablemente cierto, nadie entiende cómo es que se les extendió el documento pertinente pero las discotecas que se ubican cerca de una institución educativa no puede contar con una licencia de funcionamiento porque sencillamente infringen la normas, peor aun cuando los establecimientos nocturnos hacen tabla rasa de las ordenanzas que los obliga a cerrar sus puertas después de las 3.00 de la mañana pues le sacaba la vuelta a la disposición funcionando a puertas cerradas, permitiendo el ingreso de los parroquianos después de esa hora si tocan la puerta.

Para muestra solo hace falta un botón. Hace poco más de una semana una Sub oficial de la Comisaría de Buenos Aires fue agredida por una muchachita que en estado de ebriedad fue intervenida por efectivos policiales cuando protagonizaban altercados con otro grupo de jóvenes que salieron de la discoteca igualmente ebrios.

Estos incidentes se registraron al promediar las 7.00 de la mañana porque estas discotecas se mantienen funcionando en el interior mientras existan clientes que quieren seguir libando sin importarles si ya cayó la mañana.

Por ello es que los efectivos acudieron con la finalidad de imponer el orden y se llevaron a la comisaría a los revoltosos, en donde motivados por el licor procedieron a agredir a una Sub Oficial y por ese hecho deben estar respondiendo ante la ley.

Sin embargo, en ese caso quedó totalmente comprobado que estos locales extienden su funcionamiento por encima de lo que establecen las ordenanzas, le sacan la vuelta a la ley y no les pasa absolutamente nada, por lo menos esto era así hasta hace una semana atrás cuando los Municipios de Chimbote como de nuevo Chimbote se decidieron a clausurar temporalmente a estos locales por infringir el horario de atención a los clientes.

Sin embargo, esta es una medida que no le hace daño a los dueños de estos locales en razón que son conscientes que recuperarán ese dinero en cuestión de unos días, lo que no sucedería si la autoridad se pone los pantalones largos y los sanciona bajo apercibimiento de clausurarlos definitivamente, como correspondería.

De allí que el llamado que ha formulado el Director del Colegio “Señor de la Vida” es pertinente, se sustenta en hechos reales y patéticos en la medida que se ha permitido que una calle aledaña no solo a un centro educativo sino a una plaza que simboliza a la cultura, se convierta en una zona roja en el distrito.

El pedido del Director del plantel es generoso, no demanda el cierre definitivo de los establecimientos, lo que plantea es la reubicación de los mismos a efectos que no perjudiquen la labor escolar ahora que se inician las clases, que se deje atrás todos aquellos pasajes cargados de violencia a causa del funcionamiento de estos establecimientos, de allí que la Municipalidad tiene una respuesta pendiente, no tiene por qué divagar mucho para tomar una decisión pues de por medio no solo están las infracciones a la norma sino la integridad de los escolares que es lo que debe predominar.