Editorial

::: EDITORIAL ::: PRIMERO LA SALUD :::

La Municipalidad Provincial del Santa, en acciones con juntas emprendidas con la Red de Salud Pacífico Norte y la Fiscalía de Prevención del delito, ha recorrido los principales establecimientos que expenden comidas y bebidas propias del verano y ha detectado desagradables sorpresas, de aquellas que atentan contra la higiene y que afectan la salud de los comensales.

Por ello es que se ha visto precisada a advertir y amonestar a algunos negocios, multar a otros y en un caso a disponer la clausura por la gravedad de las faltas e infracciones halladas en el expendio de los alimentos y bebidas.

En el primer caso ha recorrido las cebicherías céntricas de Chimbote, quien sabe las más visitadas y concurridas por los comensales en la medida que entienden que su preparación y presentación les resultan más agradables, empero, desconocen las condiciones en las que se elaboran los platillos e ignoran si ellos contribuyen a posteriores malestares que muchos no asumen como origen en esas visitas a los citados locales.

Las autoridades detectaron en algunas Cebicherías que se guardaban alimentos del día anterior, lo cual resulta bastante peligroso en la medida que por mucho que los establecimientos refrigeren esos alimentos el fuerte calor ha iniciado la descomposición de los mismos antes que se coloquen en el refrigerador, por lo que recalentarlos un día después y ofrecerlos a los comensales es un serio riesgo a la salud.

De la misma manera, se detectaron deficiencias en el manejo de las cocinas, falta de salubridad en el almacenamiento del agua e insectos que se desplazaban por los lavaderos, lo que representa una grave infracción por falta de salubridad.

Hay que tener en cuenta que los funcionarios recorrieron tres de los principales establecimientos de este rubro lo que quiere decir que si estos que son los más concurridos se encuentran en estas condiciones, habría que imaginarse como estarán los demás que no toman las medidas mínimas de higiene.

Pero además de estos establecimientos, teniendo en cuenta el fuerte calor que agobia a los chimbotanos en estos días y que lo primero que buscan es hidratarse a través de bebidas y jugos, los funcionarios decidieron revisar e inspeccionar los establecimientos dedicados a este rubro, especialmente aquellos que se ubican en los exteriores del Mercado modelo que se especializan en la preparación de estos surtidos y jugos de frutas.

Este operativo se organizó contando con la iniciativa de la junta directiva de la asociación de comerciantes del propio mercado Modelo, quienes con la finalidad de salvaguardar su imagen en lo que respecta al buen servicio a los clientes, solicitaron a la Municipalidad que realice una inspección a los puestos de venta de jugos y si lo hicieron es porque tenían conocimiento que algo malo se cocinaba en su interior.

Y la verdad es que no les faltaba razón, cuando los inspectores del Municipalidad, de la autoridad de salud y de la Fiscalía ingresaron a estos puestos establecidos en los que se conoce como “puestos reguladores” del Mercado Modelo, se encontraron con una desagradable y asquerosa sorpresa, pues muchos de estos negocios guardaba fruta podrida y en mal estado que no vacilaban en utilizar en la elaboración de los jugos.

Las papayas y los plátanos que extrajeron de las congeladoras se hallaban en pésimo estado de conservación, virtualmente ya no servían, sin embargo, en estos establecimientos lo que hacían era recuperar na aquellas partes que no aparentaban estar en mal estado y en tales condiciones las agregaban a los jugos surtidos que ofrecen a los clientes.

La finalidad de los propietarios de estos locales era recuperar todo lo posible de la fruta que se les quedaba, sin embargo, no tenían en cuenta que esa fruta ya está contaminada con las bacterias de la putrefacción y aun cuando aparente estar apta para ser utilizada en los jugos lo único que consigue es transmitir todos los males propios de una infección estomacal que muchas veces las personas no siquiera sospechan que el origen estaba en el delicioso jugo que había bebido con fruta que ya estaba podrida.

Las imágenes que transmitieron los medios de comunicación nos relevan de mayores comentarios, incluso, la negativa de los trabajadores de estos establecimientos en el sentido que si bien esas frutas podridas estaban guardadas pero que ya no las utilizaban, no los exime de responsabilidad en razón que no pueden mantener un producto en ese estado dentro de un establecimiento que ofrece bebidas preparadas con ellos.

Es por esta razón que la Municipalidad reaccionó con drasticidad y no solo multó a dos negocios de este rubro sino que dispuso la clausura temporal de uno de ellos porque sus infracciones eran de suma gravedad, estaba exponiendo la salud de las personas y había la necesidad de proteger a los comensales impidiendo el funcionamiento de este negocio hasta que sus propietarios puedan ordenarse y ofrecer un producto con garantías.

Hace muy bien la autoridad municipal en realizar esta clase de operativos en la medida que los males gastro intestinales suelen incrementarse en estas fechas y en virtud que la temperatura ambiental se ha disparado a niveles que ya se tornan intolerables en las calles uy en los ambientes públicos o privados.

A diferencia de lo que ocurría en años anteriores ahora se aprecia que las familias sacan sus sillas y mesas a las calles en busca de un poco de aire y ventilación, se hace todo lo posible para tratar se superar esta ola de calor que tiene como colofón una incidencia directa en el estado de conservación de los alimentos.

Se tiene que tener mucho cuidado en este aspecto y es la autoridad edil la que debe tomar la iniciativa, los pobladores recurren a bebidas heladas para buscar atemperar el cuerpo ante la ola de calor y en las calles nos ofrecen todas clase de bebidas cuyo contenido hay que controlar, existen vendedores ambulantes de chicha morada, limonadas y extractos cuyo estado de conservación debe revisarse a efectos de impedir que se ponga en riesgo la salud de las personas.

Si las autoridades ya han comenzado con las Cebicherías y las juglerías, debería extender su espectro fiscalizador a toda clase de negocios formales o informales que ponen en boca de los consumidores una serie de bebidas y alimentos elaborados en condiciones desconocidas. Hay que tener siempre presente que primero está la salud de la gente.