MUERTOS
Las autoridades ensayaron siempre el balance final después de cada simulacro que realizaban en los últimos años pues esa es parte de la estructura y organización que prevé las normas de defensa civil. Por ello es que siempre inventaron cifras de muertos, desaparecidos, viviendas colapsados, servicios restringidos, desparecidos, etc. seguramente, no se imaginaron que pronto tendrían que estar proporcionando cifras reales y dramáticas, como anteayer lunes que la plataforma de Defensa Civil de nuestra provincia dio a conocer las primeras cifras de los graves daños registrados por las lluvias y huaicos que siguen asolando pueblos en nuestra provincia. Sin embargo, dieron a conocer cifras de damnificados, viviendas colapsadas, caseríos afectados, etc., mas no proporcionaron las cifras en relación a las víctimas, muertos, heridos y desaparecidos, lo cual es lo primero que se tiene que conocer aunque sea de manera extraoficial. Hay que tener en cuenta que los primeros fallecidos a consecuencia de los embates de la naturaleza se registraron en Jimbe y Moro, con los primeros huaicos que arrastraron a un hombre y una mujer. Ayer el prefecto regional ha dado a conocer en Huaraz una relación de 11 personas fallecidas como consecuencia de las desgracias que vienen sufriendo los pueblos de la región, asumimos que en esa lista se encuentran las personas fallecidas en el interior de nuestra provincia y es realmente lamentable que se llegue a estos niveles a pesar que la naturaleza viene mostrándose sumamente feroz e incontenible a la luz de los reportes que nos llegan de todas partes del país. Se supone que las autoridades trabajan para evitar que estos fenómenos de la naturaleza causen estragos en la propiedad pública y privada y, fundamentalmente, para impedir muertos y heridos. Aun cuando las lluvias y los deslizamientos no cesan, lo que esperamos es que estas cifras no se incrementen, especialmente en lo que se refiere a la vida y la salud de las personas.
ESCARAMUZAS
A propósito de la Plataforma de Defensa Civil, ayer emitió un pronunciamiento que tiene algunos días de retraso. Es el necesario emplazamiento que formulan los alcaldes de la provincia del Santa al Gobierno central y al Gobierno Nacional para que presten ayuda a los pueblos de nuestra provincia que se ven seriamente afectados por las lluvias y huaycos. Reconocen que frente a esta situación los alcaldes de esta jurisdicción vienen haciendo denodados esfuerzos para aliviar la situación con los escasos recursos que cuentan pero son conscientes que ellos son insuficientes, por lo que se hace imprescindible que gobierno regional y nacional intervengan de inmediato. Este pronunciamiento es importante aun cuando ya se advierte, por ejemplo, la presencia del gobierno nacional a través del primer ministro y los ministros asignados para cada región, sin embargo, la ayuda se traduce en el puente aéreo y la rehabilitación de las carreteras, cuando hay pueblos enterrados en lodo y que carecen de todo tipo de servicios, de agua, energía eléctrica y comida. Lo que extraña es que este comunicado lo firman todos los alcaldes menos el de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán. Ocurre que la alcaldesa Victoria Espinoza ha vuelto a abrir viejas heridas con el alcalde sureño a raíz de una declaraciones destempladas y muy ligeras de aquel c on relacipon al reforzamiento del río Lacramarca, sin embargo, al margen de los desencuentros y las incomodidades no estamos en tiempos para promover divisiones y enfrentamientos , es momento de trabajar juntos y como un solo puño. Creemos que la alcaldesa y el alcalde sureño se deben encerrar en una oficina decirse sus verdades y fumar una pipa de la paz para atender la emergencia, por lo menos para dejarse las escaramuzas por estas semanas que se prolongue las desgracias generadas por la naturaleza. No es mucho pedir, no?.
ESPECULACION
No sabemos si la oficina zonal del INDECOPI funciona en estos días de lluvia, sin embargo, la verdad es que debería hacerlo porque los consumidores vienen siendo objeto de una salvaje acción acaparadora y especuladora en mercados y en las calles. Las enormes colas para la compra del GLP es la última novedad en esta suerte de delincuencial aprovechamiento de las desgracias que nos deja la naturaleza, lo único que se genera con todo esto es la carestía del pasaje en el transporte público y el gran perjudicado, como siempre, es el sufrido usuario que por llegar a su centro de trabajo debe necesariamente que cargar con la ambición y el aprovechamiento de los especuladores. ¿Habrá alguien que defienda a los usuarios y consumidores?