Editorial

Editorial::: REACCION POPULAR

Como consecuencia de los graves daños ocasionados por la furia de la naturaleza, las imágenes de la televisión y los diversos medios de comunicación nos han mostrado en la zona de emergencia a gente desesperada que trata de recibir algo de la ayuda gubernamental en víveres y agua para poder hacer frente a la difícil situación que se atraviesa, especialmente en la zona norte del país.

A diferencia de aquellos lugares en donde los motivos de la protesta era la escasez y la tardía atención de los programas asistenciales, en la provincia del Santa se observaron dos movilizaciones de gente que reclamaba la instalación de un puente de concreto o algún otro de estructura suficientemente sólida que garantice un uso permanente a lo largo de los años y con las garantías de seguridad que se merece la ciudadanía.

Esto ocurrió en el vecino distrito de Coishco, en el lecho del río Shisho, lugar en donde la naturaleza arrasó con furia un enorme tramo de la carretera Panamericana Norte cuando un huaico descendió por su lecho tras la torrencial lluvia que se precipitó el martes 14 de marzo en nuestra provincia.

Lo que era una acequia por la cual discurría un canal de agua que servía para el regadío de las chacras aledañas, la naturaleza ha convertido ahora en un río sobre el cual se requiere construir una estructura mayor para permitir el paso de los vehículos.

Los más afectados por esta desgracia no solo fueron los pasajeros que estaban de paso en viaje a otras ciudades, sino las poblaciones de Coishco y Santa que utilizan diariamente esta vía para conectarse de un punto a otro y ahora habían quedado virtualmente aislados y obligados a pasar de un extremo a otro con el temor que el cauce se incremente de pronto y pueda arrastrarlos como ha ocurrido en otros lugares.

Lo cierto es que tras dos semanas de incertidumbre, periodo en el cual la empresa concesionaria de la remodelación de la carretera Panamericana Norte, OHL, colocó un Baden para permitir el tránsito de los vehículos que se encontraban varados, primero, y para afianzar la transitabilidad en lugar, luego, se imponía una solución definitiva al problema, no se podía mantener una estructura provisional, con el agravante que en una oportunidad ese badén fue arrastrado en cuestión de horas por el cauce del río y posteriormente la empresa construyó uno que bloqueó el paso de las aguas.

Ante la protesta inicial de los pobladores, la concesionaria optó por ejecutar un badén debajo de seis alcantarillas, de tal suerte que por ellas discurra el agua que llegue a ese lugar y los vehículos pasen sobre una estructura afianzada en base a piedras y rocas, una salida que se avizoraba como definitiva para quienes la hicieron.

Por ello es que los vecinos de Coishco y Santa realizaron sendas movilizaciones exigiendo al gobierno la colocación de un puente de concreto, postura que adoptaron luego que la Ministra de Justicia Marisol Pérez Tello, coordinadora del Ejecutivo para la emergencia en Ancash, declarara a los medios de comunicación que técnicamente era imposible colocar en este lugar un puente Bailey, como lo reclamamos todos inicialmente.

Si es que la Ministra hizo estas precisiones es porque, efectivamente, los técnicos le habían indicado las inconveniencias de una estructura de este tipo, empero, esos especialistas eran los contratados por la empresa concesionaria y todo indicaba que era dicha empresa la que se oponía a la instalación de un Puente Bailey.

Ocurre que tras la furibunda protesta de dos días de los pobladores de los dos distritos, la Vice ministra de Transportes, Fiorella Molinelli, llegó a nuestra ciudad con los técnicos de PROVIAS y luego de evaluar el problema, de conocer los antecedentes del río Shisho y de analizar las alternativas más viables para la solución a este problema, anunció la colocación del puente Bailey que todo el mundo reclamó desde un principio, inclusive la alcaldesa provincial Victoria Espinoza García había realizado un llamado de este tipo cuando observó que un volquete cayó por una pendiente cuando trataban de rehabilitar el badén provisional y se insistía en una alternativa que, todo indicaba, pretendía ser la definitiva.

Pese a que existe una clamorosa contradicción entre las representantes del Ejecutivo, lo cierto es que se imponía una decisión de ese nivel para que se garantice la instalación de una estructura sólida y que permanezca en el lugar en el curso de los próximos 50 años, como lo ha señalado la viceministra Molinelli,

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de la rehabilitación de la carretera Panamericana Norte, de una vía nacional de tránsito fluido que requiere de una atención especial, más aun cuando está pendiente el trabajo que representará la autopista del norte en el que se viene convirtiendo desde hace unos años y cuyo avance ha llegado a la vecina provincia de Casma.

En ese sentido, ha sido oportuna la rectificación del Gobierno en la medida que, pese a la negativa de la empresa concesionaria, todos habían advertido muchas vacilaciones en la rehabilitación de ese tramo, distaba mucho de los trabajos que se realizaron, por ejemplo, en el Puente de Huambacho en el que la solución se plasmó en cuestión de horas aliviando el tránsito hacia la capital de la república.

No se puede negar que el Gobierno central ha hecho denodados esfuerzos por asistir a los damnificados de las lluvias y huaicos en nuestra región, que su intervención ha sido decisiva frente a la parsimonia y poca capacidad de acción del gobierno regional de Ancash, sin embargo, en el caso del Rio Shisho aparentemente dejó que la solución la emprenda una concesionaria que no tenía la intención de ejecutar un puente, por lo menos esa fue la sensación de la población y fue esa la razón por la que se movilizaron.

Lo importante es que ya está en ejecución el puente Bailey, las estructuras llegaron el último sábado y de inmediato cuadrillas de trabajadores se pusieron a trabajar para hacer realidad esta obra de suma importancia, empero, no se puede soslayar que la reacción popular ha jugado un rol decisivo en esta tarea, solo la protesta de los pobladores de Coishco y Santa llamó la atención del ejecutivo y los empujó a resolver este problema con la cabeza fría y llenando las expectativas de la población damnificada.