Editorial

TODO SIGUE IGUAL

Frente a la voluntaria renuncia de la Fiscalía Supraprovincial que tiene a su cargo el caso “La Centralita”, a solicitar una ampliación de prisión para algunos investigados que han cumplido el plazo establecido en el mandato judicial, el pasado viernes se produjo la liberación de los primeros involucrados en este emblemático caso a efectos de continuar el proceso en libertad restringida.

Se trata del ex militante de “Cuenta Conmigo” Juan Calderón Altamirano, el periodista Nelson Vásquez Baca y el locutor Johnny Espinoza Linares, quienes cumplieron el pasado 30 de mayo 36 meses de restricción de su libertad sin que se haya dictado contra ellos una sentencia, por lo que la ley procesal considera en estos casos que el detenido abandone el presidio y continúe la causa en libertad. 

No se puede soslayar que el mismo Fiscal de la causa solicitó la ampliación del plazo de prisión preventiva para otros encausados como César Álvarez Aguilar, Luis Arroyo Rojas, Hernán Molina Trujillo y los ex Policías Hugo Mayo Cortéz y José del Carmen Ramos, quienes son considerados como parte de la cúpula de lo que el Ministerio Público ha considerado como una organización criminal que utilizó el poder del gobierno regional para cometer ilícitos.

En el caso de estos últimos el Juzgado penal nacional especializado en delitos de corrupción ha aceptado el pedido de la Fiscalía y ha dispuesto la ampliación del plazo de prisión por un año, en la expectativa que en este término se podrá contar no solo con una acusación formal sino con un juicio oral en el que se pondrán en debate las pruebas que tiene el Ministerio Publico respecto a estos hechos.

Por ello es que el pasado fin de semana se registró la excarcelación de Juan Calderón Altamirano y Nelson Vásquez Baca, quienes se hallaban recluidos en el Penal de Cambio Puente, mientras que en el caso de Espinoza Linares solo operó la salida del custodio que vigilaba su vivienda porque se hallaba con arresto domiciliario por razones de edad y salud.

Sin embargo, en esta oportunidad las manifestaciones del egreso del penal han sido diversas, mientras que el periodista Nelson Vásquez optó por retirarse raudo sin prestar mayores declaraciones, en el caso de Juan Calderón se advirtió una suerte de manifestación política, fue recibido por un numeroso grupo de personas que se identificaban como parte de su movimiento político, quienes lo alzaron en hombros y este apareció victorioso ante las cámaras de los medios de comunicación.

Esta imagen es la que ha llamado poderosamente la atención en la medida que ha dejado la falsa impresión que los investigados del caso “La Centralita” hayan sido exentos de pena o absueltos de los cargos, lo que evidentemente no es cierto.

De la misma manera, como se estila en estos casos, los magistrados disponen medidas restrictivas a quienes mantienen un juicio en el que se les ha dictado limitaciones como la comparecencia restringida y cuando se trata de procesos en los cuales los cargos están vinculados a cuestiones de tipo político, lo que disponen es advertir a los investigados a no formular declaraciones de este tipo que se encuentren relacionadas con los cargos que aún tiene pendientes.

Sucedió algo similar, por ejemplo, con el abogado Luis Arroyo Guevara, cuando hace un par de años atrás fue liberado de la orden de prisión en este mismo caso de La Centralita y se le fijó comparecencia con restricciones, ocasión en la que se vio precisado a abstenerse de prestar declaraciones ante los hechos políticos que se sucedían pese al afán protagónico del cual siempre hizo gala, situación que se prolongó hasta el año pasado en que fue condenado por un Juzgado Unipersonal a cinco años de cárcel por delito de enriquecimiento ilícito, condena que ha sido ratificada y está pendiente de ejecutarse porque el letrado se encuentra prófugo de la justicia.

Todo indica que este escenario será complicado para quienes tienen la ambición de mantenerse en el campo político, como lo han expresado los parciales de Juan Calderón quienes, sin ambages, han adelantado que será próximamente candidato a la Gobernación regional como lo pretendió cuando estuvo preso en Cambio Puente.

El otrora operador político de César Álvarez, es decir Juan Calderón, formó hace unos años atrás su movimiento político denominado “Juntos por el Cambio” y llegó a inscribir su candidatura a pesar que en ese ínterin fue detenido y recluido en el Penal de Cambio Puente, sin embargo, por razones reglamentarias su movimiento fue eliminado antes de las justas electorales, lo que significa que ahora que se encuentra en libertad es factible que dicho investigado mantenga esa pretensión de postular a una candidatura a pesar de todos los hechos que ha afrontado y le han generado rechazo en el electorado.

Tendrá entonces que tener mucho cuidado si es que esa es su pretensión y si es que la ley electoral lo permite pues no se puede olvidar que existe un proyecto que se debate en el Congreso de la República en el que se plantea impedir la postulación de quienes, aun cuando no tienen sentencia condenatoria, se encuentren procesados y hayan sido privados de su libertad por este juzgamiento.

Veremos qué es lo que pasa con estos investigados, han soportado un larguísimo periodo de reclusión por espacio de tres años sin que hayan sido sentenciados a favor o en contra, de allí que la ley les permite dejar los barrotes de una prisión pero no los exime de responsabilidad alguna, por el contrario, en su momento tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados en caso el Ministerio Público formule su requisitoria escrita y ésta fuera aprobada por los jueces a efectos que se continúa con la última etapa del proceso en este caso de La Centralita.

Es evidente que los dos investigados ya no podían seguir purgando carcelería si es que no existe una acusación aun en su contra, se ha procedido conforme a lo que establece el mandato de la ley, más aun cuando en la teoría del caso de la Fiscalía no son considerados parte de la cúpula de la organización criminal pero si están vinculados a sus dictados que le hicieron mucho daño a Chimbote y la Región. Esto quiere decir que todo sigue igual en el caso La Centralita, el proceso sigue y los liberados están sujetos a la pesquisas, tienen aún que responder solo que lo harán en libertad por exceso de carcelería.