Política

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DOS CAMINOS

Anteayer jueves por la tarde se frustró el debate de la acusación fiscal que pide 12 años de cárcel para César Álvarez y otros ex funcionarios del gobierno regional de Ancash, en el curso de la investigación que se sigue por delito de colusión con la todopoderosa empresa brasileña ODEBRECHT, por la adjudicación de la obra de la carretera Chacas – San Luis. La audiencia de control de acusación tiene por finalidad revisar los cargos incrimatorios de la fiscalía y determina si una causa pasa a juicio oral o si amerita una ampliación de la investigación o, si finalmente, debe archivarse atendiendo el pedido de sobreseimiento que suelen presentar los abogados en esta fase intermedia. Sin embargo nada de ello se pudo debatir en la medida que las observaciones realizadas a los abogados en los aspectos formales de la requisitoria fueron declarados fundados y por ello el Juez se vio precisado a devolver la carpeta al Fiscal para que subsane estas omisiones. Lo que nos llamó la atención es que algunos medios relacionaron este caso con el revelador informe que propaló el pasado domingo la televisión nacional respecto a la millonaria coima que recibió César Álvarez de la empresa brasileña ODEBRECHT por la ejecución de la carretera Chacas San Luis. No son los mismos hechos, si bien están relacionados con la misma y escandalosa obra de 500 millones de soles, lo que dio a conocer la televisión es una pesquisa realizada dentro de la carpeta que tiene el Caso La Centralita y que está a cargo del Fiscal Elmer Chirre. Se trata de una investigación por delito de Cohecho, es decir, por recibir el millonario soborno de más de dos y medio millones de dólares del gigante brasileño. La audiencia que se ha frustrado anteayer jueves corresponde a otro expediente, sobre la misma carretera pero por la adjudicación del proyecto, es decir, por la colusión y el contubernio entre los funcionarios regionales con la empresa para hacerse de la millonaria obra. Si bien se trata de dos hechos estrechamente relacionados, son dos investigaciones diferentes que no pueden ser relacionadas una con la otra. No hay que mezclar papas con camotes.

REMOLONES

El alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, ha sido objeto de duros cuestionamientos de un sector de la prensa y de la Policía Nacional, por el hecho de haber solicitado al Ministerio del Interior se declare a su distrito en emergencia por la ola de crímenes que se registran sin que la autoridad policial se encuentre en capacidad para hacerle frente a la situación, incluso, el propio Jefe de la División Policial, Coronel Víctor Sifuentes Yáñez, se quejó que el burgomaestre no haya solicitado antes un dialogo en su despacho. Pero donde se llevó otros “palos” el alcalde sureño es en su decisión de abandonar el recinto municipal en donde se llevaría a cabo la reunión del, COPROSEC, justo cuando después de mucho tiempo habían asistido todos los jefes policiales de Chimbote y en donde se presentaba el escenario ideal para que fundamente y se debata su pedido. Sin embargo, el alcalde ha señalado que no ha dejado la reunión por desaire o por no enfrentar a los altos jefes policiales, por el contrario, ha señalado que fue citado a las 10 de la mañana para esta reunión, estuvo a la hora señalada, se mantuvo esperando por espacio de una hora, incluso, dio entrevistas a periodistas, sin embargo, las demás autoridades comenzaron a llegar casi a las 11.00 de la mañana. Tenía una agenda con otras reuniones pactadas y debió retirarse, reiterando que los responsables son los que programan reuniones y no cumplen el horario. En realidad esto es cierto, no solo el alcalde neochimbotano padece estas incomprensibles situaciones, los periodistas tienen que “tragarse” semejante irresponsabilidad todas las veces, se quedan esperando por horas para poder cubrir una sola información porque las autoridades emulan al tristemente célebre ex presidente Alejandro Toledo, que hacia alarde de “la hora Cabana”, aquella que le permitía llegar a la hora que se le daba la gana. Un poco más de responsabilidad también para con los hombres de prensa ¿no?

PESAR

Parece increíble que a estas alturas del siglo XXI haya gestantes que dejan de existir por complicaciones de la presión arterial. El caso de la gestante de Sihuas debe llamar la atención de las autoridades de salud en la medida que su deceso se produjo porque no existían especialistas y equipos para poder atenderla en esa provincia. Debieron trasladarla a Chimbote y en ese escabroso trayecto la mujer dejó de existir. Este es un caso de que debe motivar a las autoridades a buscar nuevas alternativas para una emergencia de este tipo, no deben esperar que ocurra una nueva desgracia.