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ESCANDALETE

La denuncia que ha presentado el abogado Armando Acevedo Arellano en contra del Gobernador Luis Gamarra Alor en realidad solo forma parte de ese ramillete de componendas que buscan el ruido político, que están detrás del escándalo y que pretenden, por esta vía, moverle el piso al Gobernador a sabiendas que no pueden hacerlo por las vías legales. Esta nueva denuncia tiene ese mismo sesgo que la del famoso audio del consejero regional Edwin Ipanaqué y el ex director regional de Transporte sobre el presunto cobro de cupos para mantenerse en un cargo. Y es que mientras que no existan pruebas de lo que se sostiene no hay razón para seguir perdiendo el tiempo con estas cosas. Por ejemplo, en la denuncia del abogado Armando Acevedo se afirma con temeraria ligereza que “presumo que se han falsificado documentos”. Esto es bastante delicado, nadie puede recurrir al Ministerio Público para decir de buenas a primeras creo que allí ha cometido un delito si es que no presenta los indicios suficientes como para que el Fiscal disponga el inicio de una investigación. El abogado ha presentado las copias fedateadas de un balance que no dicen absolutamente nada, que han sido contabilizadas hace mucho tiempo pues los cargos se remontan al año 2012 y 2013, es decir hace cinco años atrás. En la Administración del Desembarcadero Artesanal han pasado otras personas y no han hallado nada extraño, pero ahora nos salen con posibles ilícitos que no tienen pies ni cabeza. Todo indica que el Ministerio Público no tendrá más remedio que archivar la denuncia.

COMPETENCIA

Lo que no ha dejado de llamar la atención es que la denuncia se presente en la Fiscalía de Nuevo Chimbote cuando la competencia en materia penal se decide por la sede del delito, es decir por el lugar en donde se ha cometido el delito o en todo caso, cuando no se puede establecer ello, por el domicilio del denunciado. Sin embargo, si se habla de presuntos delitos que se han cometido en el desembarcadero artesanal, entonces la denuncia debió plantearse ante la Fiscalía de Turno de Chimbote por ser esa jurisdicción la sede del delito, esto lo sabe un abogado, sin embargo, el denunciante a sabiendas de todo esto decidió llegar a la fiscalía de turno del cono sur. Si esto es así, lo que hará el Fiscal de Nuevo Chimbote será inhibirse y remitir los actuados al Fiscal competente.

COMANDO

Lo extraño es que los que promueven esta denuncia se esmeraron en destacar que el Gobernador Luis Gamarra habría incurrido en malversación de fondos cuando laboraba como administrador del Desembarcadero Artesanal, “durante la gestión de César Álvarez Aguilar”. Tratan por todos los medios de vincularlo en la red de corrupción y no se dan cuenta que el denunciante es más comando que el mismísimo César Álvarez. En efecto, Armando Acevedo no solo fue director regional de trabajo sino que se desempeñó durante un buen tiempo como abogado del “comando mayor” César Álvarez., de allí que pretender enlodar al Gobernador con un cliché que le acomoda más a ellos es solo un chiste de mal gusto.

RESANES

El alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán no está dispuesto a esperar que la denominada Autoridad para la reconstrucción con Cambios termine de adecuar sus trámites burocráticos para disponer de recursos que permitan rehabilitar los daños del Niño Costero y por ello sigue echando mano de los recursos de la propia comuna para arreglar las pistas que fueron destruidas por los desbordes y las lluvias. Después de iniciar los trabajos en la avenida pardo, en el tramo comprendido entre la avenida Portuaria y el Ovalo Las Américas, paralelamente ha iniciado los trabajos en la avenida Country que quedó seriamente dañada por las lluvias y desnudó los deficientes trabajos realizados allí por la empresa Sedachimbote en el cambio de colectores. Es evidente que se ha ganado los aplausos de los choferes que diariamente se ven precisados a realizar toda clase de maniobras para evitar perjudicar sus autos con los tremendos baches, pero ahora que están decididos a mejorar las calles sus funcionarios deberían darse una vuelta por el jirón Coishco, en la segunda etapa de Buenos Aires en donde los huecos parecen “tragarse” a los vehículos.