Editorial

NEGOCIADO FRUSTRADO

Todos hemos coincidido que el ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos debió ofrendar su vida para el destierro de la red de corrupción que se había encostrado en el Gobierno regional de Ancash y para que se pudiera encarcelar a todos los que promovieron esa organización que la comisión Áncash del Congreso calificó como red criminal.

Sin embargo, nadie imaginaría que la muerte del ex consejero regional significaría también el principal obstáculo para que se concrete uno de los millonarios negociados más importantes de la red de corrupción de Áncash, como se pretendía hacer con el proyecto especial Chinecas.

Esto se ha informado la semana pasada cuando ha trascendido la disposición fiscal mediante la cual el Fiscal supraprovincial Elmer Chirre, quien tiene a su cargo la investigación del caso La Centralita, ha decidido ampliar la misma por delitos de colusión y otros contra César Álvarez Aguilar, Dirsse Valverde Varas, Martín Belaúnde Lossio y los representantes de la empresa brasileña Odebrecht, luego de verificar que tenían todo un conciliábulo para entregar la adquisición de Chinecas bajo la modalidad del sistema de inversión público privado.

Esto se ha podido establecer a partir de las declaraciones prestadas por un colaborador eficaz y un testigo en reserva, quienes dieron a conocer detalles de una negociación que había emprendido el ex presidente regional César Álvarez Aguilar y su asesor de cabecera Dirsse Valverde Varas con representantes de la empresa brasileña que, como ya es de dominio público, pagó miles de millones en coimas, para adjudicarse las obras más importantes de todos los países del continente.

De acuerdo a esas versiones, el también encarcelado empresario Martin Belaunde Lossio habría tomado parte en este tinglado que permitió que se negocie la adjudicación del perfil SISA por más de mil millones de soles, lo que habría significado que el ex presidente regional se haga de una suma millonaria por concepto de diezmos.

Y es que si bien es cierto esto fue siempre tema de una latente especulación, ahora existen pruebas que corroborarían la versión de los colaboradores eficaces y los testigos en reserva, hechos y documentos que demuestran que este negociado existió y que las cifras eran realmente millonarias, tanto para la inversión de la obra como de los pagos de comisiones a las que siempre está sujeta esta clase de turbias negociaciones.

Estas evidencias están relacionadas con las declaraciones que se ha recibido del gerente general de la empresa SISA, quien ha confirmado que la administración regional de Álvarez le solicitó elabore un informe detallado de su perfil para la empresa Odebrecht, el mismo que fue entregado para sustentar una iniciativa privada, declaración que se condice con la que proporcionó el abogado de la empresa Brasileña que confirmó al Fiscal que participó en la reunión en la que se acordó adjudicar el millonario proyecto.

Esta declaración es importante en la medida que delata que hubo acuerdos bajo la mesa respecto a una adjudicación multimillonaria, la cual no se debería dilucidar en reuniones privadas entre postores y ejecutores sino que normalmente se debería someter a un proceso público en el cual se califiquen las propuestas de quienes tengan interés en participar en la ejecución de la obra.

De allí que el contubernio está claro, más aun cuando el mismo Fiscal ha conseguido el relato del asesor legal de la empresa SISA quien ha señalado que tenía pleno conocimiento de las reuniones entre los funcionarios de Odebrecht con los del gobierno regional de Ancash de entonces y que el tema estaba relacionado con la adjudicación del proyecto irrigador de Chinecas.

Como para dorar la píldora de este conciliábulo, el representante del  Ministerio Público ha conseguido los testimonios de los representantes de la empresa que alquila vuelos de avioneta para empresarios privados, habiéndose establecido los circuitos que reservaron y tomaron funcionarios de la empresa brasileña y de la región Ancash en rutas que se iniciaron en Lima, llegaron a Huaraz, se dirigieron a Chimbote y retornaron a la capital de la república.

Hasta donde se ha podido conocer, el negociado se había cerrado, los acuerdos estaban dados, empero, nunca se llegó a ejecutar y ello fue consecuencia de la caída de la red de corrupción, el crimen de Ezequiel Nolasco que dejó fuera del gobierno regional a quienes estaban ya pactando la entrega de Chinecas al gigante brasileño de la corrupción.

Hace solo unas semanas se ha revelado los alcances de la negociación de la carretera Chacas San Luis entre César Álvarez y Dirsse Valverde con la empresa brasileña y se ha encontrado la huella del dinero de la millonaria coima que pagó la empresa Odebrecht por esa obra, la cual ascendió a dos millones seiscientos mil dólares que fueron a una cuenta off shore de Japón prestada por un empresario amigo de Dirsse Valverde con la finalidad de impedir que se encuentre la ruta del dinero sucio.

Si esa obra tenía un costo de 460 millones de soles y por ella se desembolsó un diezmo de más de dos millones y medio de dólares, una fácil operación matemática nos puede dar una idea de la cantidad de dinero que se pudieron llevar los corruptos de Áncash en la negociación de Chinecas cuyo valor superaba los mil millones de soles.

Ahora se puede conocer que César Álvarez no solo pensaba dar el batacazo con la negociación de Chinecas, sino que ni siquiera se detuvo para pensar lo que habrían dicho los agricultores que rechazan el perfil Sisa y demandan un diseño diferente, el cual definitivamente no habrían podido conseguir si es que el proyecto habría caído en el negociado que ya se había zanjado antes del crimen de Nolasco.

Los abogados defensores de los investigados del caso La centralita podrán seguir desacreditando y cuestionando los alcances de este emblemático caso, otros seguirán diciendo que es una leyenda urbana y que solo estaba en la imaginación de los periodistas, sin embargo, la realidad nos demuestra que el Fiscal a cargo de las pesquisas tiene una teoría que fundamenta sólidamente sus acusaciones y que cuenta con el suficiente material, como este negociado frustrado de Chinecas, como para demandar que todos aquellos que promovieron ese bunker de la maldad política, porque en realidad no fue otra cosa, vayan por muchos años a la cárcel.