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PUNTO DE ACOPIO

La semana pasada la Policía de Chimbote debe haber asestado uno de los más duros golpes al narcotráfico que opera en esta parte del pais tras haber incautado nada menos que 104 kilos de marihuana y luego de concluir exitosamente dos operativos que le permitieron dar con sujetos que transportaban una parte de este estupefaciente.

La intervención se realizó el pasado domingo 04 de este mes, luego que en horas de la madrugada, durante un operativo se observó la presencia de un vehículo sospechoso que se desplazaba con tres sujetos en el interior, quienes al escuchar la voz de alto trataron de darse a la fuga.

En la persecución los efectivos policiales advirtieron que los sujetos arrojaron por las ventanillas del auto dos bolsas, por lo que tras aprehenderlos volvieron al mismo lugar y hallaron dos bolsas de polipropileno en el que transportaban nada menos que 1 kilo y 400 gramos de marihuana, la cual se dirigía a ser distribuida entre los abastecedores de Chimbote.

El solo hecho de haber hallado una importante cantidad de droga llevó a los custodios a retornar en horas de la mañana a la zona de Lupahuari, de donde provenían los sujetos y comenzaron a indagar hasta dar con otro individuo que estaba en poder de semillas de marihuana, un arma y municiones, por lo que era evidente que se trataba de sujetos estrechamente vinculados a una organización delictiva.

En los interrogatorios de rigor y ante las evidencias halladas por el personal policial, a los detenidos no les quedó otro camino que revelar el lugar en donde se ocultaba mas droga y ello los llevó hasta el sector conocido como “montesarumo”, un lugar bastante alejado de nuestra ciudad.

Allí, en el fondo de un pozo se ocultaban un total de 14 sacos de polipropileno en donde se almacenaba nada menos que 103 kilos con 300 gramos de marihuana que había sido ya cosechada y estaba a punto de ser preparada para negociarla a los abastecedores y distribuidores de Chimbote.

La Policía especializada en delitos de drogas se ha hecho cargo de esta pesquisa que se viene investigando dentro del período de 15 días que le otorga la ley con la finalidad de poder identificar y capturar a otros integrantes de esta gavilla de delincuentes que se encargaban de abastecer el mercado de consumo de Chimbote y Nuevo Chimbote.

Sin embargo, no se puede soslayar que apenas una semana antes, efectivos de la comisaría del 21 de abril interceptaron una motocar en donde se trasladaba nada menos que 30 kilos de marihuana, cuyo propietario consiguió darse a la fuga al internarse entre los sembríos de la zona, empero, no se puede desligar ese caso del embarque mayor.

La intervención se realizó en la carretera de penetración de Chimbote a Lacramarca, una zona cerca a aquella en donde se hallaron los 104 kilos del mismo estupefaciente, por lo que podría pensarse que toda esta droga pertenece a una misma organización dedicada al tráfico de drogas y cuyos operadores han eludido el cerco policial habiéndose capturado a quienes se encargaban solo de hacer el traslado del estupefaciente.

Curiosamente, entre una y otra intervención la Policía también detuvo por el P.J. Dos de Mayo a una mujer que llevaba una bolsa con más de un kilo de marihuana, la misma que alega que se la entregó una persona a la cual no conoce con la finalidad de entregarla a un tercero al cual tampoco podía identificar, lo que suena a una excusa típica de esta gente que está comprometida con el tráfico de drogas.

Muchos deben recordar que hasta hace unos años Chimbote se había convertido en una ciudad que era ruta de la droga, por nuestro Puerto se retiraban toneladas de Pasta Básica de Cocaína que era internada de la sierra de la Libertad y de la ceja de selva, pues se había encontrado en la carretera de penetración de Pallasca y el valle de santa, la vía propicia para transportar los cargamentos de estupefacientes por el escaso control que allí existe.

Por ello es que en alguna oportunidad se crearon en Chimbote falsas empresas pesqueras que dirigían sujetos extranjeros que tras acopiar la droga hallaban la manera de sacarla por vía marítima a efectos de hacer trasbordo a buques de navegación internacional en altamar.

Justamente, uno que se puso al descubierto es el caso de la embarcación “Linda Rocío” y otros casos descubiertos en nuestro Puerto, como la intervención de dos embarques de ,más de una tonelada de droga que estaba a punto de ser retirada por los muelles de Chimbote. 

En aquel entonces se dijo que Chimbote se había convertido en la ruta de la droga, la ciudad por la cual deberían internarse los alijos de droga por ser el punto de la costa de mejor y más fácil acceso desde la zona de la sierra, por lo que al margen de las incautaciones que hizo la Policía, se prevé que mucha droga se retiró con esta modalidad.

Sin embargo, el accionar de la Policía y la implacable lucha contra el narcotráfico que permitió interceptar verdaderos embarques de droga, llevó a los narcotraficantes a buscar alternativas en otros puntos del país, nuestro puerto dejó de ser tomado en cuenta para esta modalidad delictiva, por lo menos ya no se interceptaron vehículos de transporte interprovincial y menos a vehículos en las carreteras de penetración a Pallasca con embarques de droga, por lo que se colegía que esto había quedado de lado.

Sin embargo, ahora se ha venido incrementando el hallazgo de plantaciones y hasta chacras de marihuana en zonas cercanas a Chimbote y el pasado fin de semana se ha decomisado el mayor cargamento de este estupefaciente en los últimos años, en un lugar oculto de Montesarumo, lo que nos indicaría que nuestra ciudad se habría convertido en un centro de acopio de esta droga, el centro de operaciones de organizaciones criminales que desde la zona este de Chimbote venían distribuyendo el estupefaciente.

Hay que saludar la acción policial emprendida en el hallazgo de la droga, no cabe duda que el seguimiento y el hallazgo del estupefaciente es producto de un trabajo paciente y dedicado de los agentes especializados, por ello es de esperar que a los detenidos les caiga todo el peso de la ley, empero, esencialmente, que se trate de identificar a los cabecillas y cerebros de estas organizaciones que, presumiblemente, tratarán de volver a organizarse para retomar esta ilícita actividad. Hay que exterminarlos de raíz.