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CLAUSURA

La Municipalidad Provincial de Casma y su alcalde Joseph Pérez Mimbela, quisieron sacar la cabeza del anonimato y no encontraron mejor manera que intervenir la caseta de peaje que tiene el consorcio OHL en el Km. 402 de la carretera panamericana Norte, disponiendo su clausura dizque porque no exhibía en forma visible la licencia de funcionamiento y el certificado de defensa civil. Alentados por algunos periodistas acostumbrados al escándalo, los funcionarios ediles colocaron carteles de clausura y promovieron un escandalete que dejaron en bandeja a los sensacionalistas de la vecina provincia. Lo que llama la atención es  que el alcalde haya procedido de esta manera cuando permanentemente se negó a que la bendita garita de peaje fuera trasladada desde la zona de Atahualpa en donde se hallaba, bajo el pretexto que no la aceptaban en la vecina provincia de Casma. Justamente, en aquella oportunidad se le demostró que la garita no estaría ubicada en los límites de la provincia de Casma sino en donde concluyen dentro de la provincia de Santa, inclusive, realizaron una inspección en la que tomaron parte los peritos del MTC, la comuna de Casma y de la provincia del Santa. Solucionado el problema y al haberse establecido que la garita se hallaría dentro de los límites de la provincia del santa, no se entiende cómo es que el fin de semana Pérez Mímbela haya autorizado una intervención con inspectores de su municipio, eso se llama usurpación agravada y el alcalde de la vecina provincia se juega una denuncia por haber intervenido en un predio que no se encuentra dentro de su jurisdicción. Hasta donde se sabe el consorcio OHL habría tramitado sus documentos en el municipio de Samanco, eso tendrá que demostrarlo a las autoridades cuando tenga que accionar ante la arremetida absurda registrada el pasado fin de semana.

PRECIOS

A propósito del Peaje, lo que sí ha generado el justo reclamo y las protestas de los transportistas es el costo que se ha fijado ahora que se ha reaperturado el cobro a los vehículos que circulan por esta parte de la carretera Panamericana Norte. Y es que no es cierto lo que afirman el consorcio OHL y la ex alcaldesa Victoria Espinoza García en el sentido que los 16 soles que se cobra a los vehículos de un solo eje, es decir, la tarifa menor, no es la misma que existía antes que se suspendieran los cobros. No sabemos de dónde han sacado ese cuentazo pues los choferes saben que ellos pagaban 10.10 soles por el doble sentido, eso que se pagaba 7.90 por cada pase no es cierto. Antes de suspenderse el cobro por las protestas de la sociedad civil chimbotana a efectos que se reubique la garita de peaje el costo era de 10 soles con diez céntimos para los vehículos particulares de retorno pues de ida no se pagaba, lo que quiere decir que ahora ha subido en 6 soles. Pero las más afectados son las empresas de transporte pesado pues para que pase por la garita un tráiler debe pagar más de 90 soles, lo cual es considerado un abuso. Tal parece que el consorcio quiere recuperar en un santiamén todo lo que has dejado de percibir estos meses en que ha debido reubicar la garita, pero no hay derecho a que se asalten los bolsillos de los transportistas y de los choferes particulares. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones debe ejercer un  mejor control al respecto.

DESCARO

La mayoría de veces que se han denunciado irregularidades en la ejecución de obras públicas fueron por sobrevalorizaciones, materiales de mala calidad, deterioro prematuro de los trabajos y direccionamiento de la adjudicación de los proyectos. Sin embargo, lo que se ha informado desde la vecina provincia de Casma ya escapa a nuestra imaginación y basta ver las imágenes que se han difundido hasta en las redes sociales para advertir que allí se hace escarnio con los recursos públicos. Las fotografías que muestran a un árbol y un hidrante que han quedado virtualmente sepultados por las veredas que ha ejecutado la empresa contratista pone de manifiesto la ligereza con la que se ejecutan las obras, el poco tino profesional y la absoluta carencia de una supervisión en la ejecución de estas obras. No creemos que exista un solo profesional de la ingeniería que pueda aceptar que se construya una vereda entorno a un árbol, menos aún que se deje enterrado bajo cemento un hidrante que utilizan los bomberos ante un incendio, lo que ha ocurrido en Casma tiene que tener responsables y esperamos que sean sancionados, al margen claro está de la demolición de la obra para corregir el grave defecto.