Editorial

EDITORIAL ::OTRO TERREMOTO::

Hace un año y medio, en el último trimestre del 2016, el Fiscal de la Nación Pablo Sánchez Velarde llegó de manera sorpresiva a nuestra ciudad y al cabo de unos días solicitó que la Contraloría General de la república realice una auditoría en la sede del distrito Fiscal del Santa en donde habían detectado un desfalco que se había gestado en las mismas entrañas de esta institución.

Fue un verdadero terremoto el que se generó en el Ministerio Público del Santa cuyos efectos alcanzaron a la entonces Presidenta de la Junta de Fiscales, Nancy Moreno, quien fue incluida en la investigación interna que se realiza respecto a los manejos turbios que se registraron en la oficina de Administración con el pago de proveedores fantasmas y el desvió de recursos de la Caja chica.

Como consecuencia de aquella intervención, el ex administrador Gino reyes Roggero ha terminado en el penal de Cambio Puente y el entonces encargado de Caja Chica Fernando Sotelo Valenzuela se encuentra escondido y con orden de captura a nivel nacional.

Ha pasado un año y medio y nuevamente la sede del distrito Fiscal del Santa vuelve a ser materia de una intervención por parte de la superioridad, en esta oportunidad quien ha llegado con la finalidad de generar las directivas necesarias para que se investiguen hechos vedados es nada menos que el Fiscal Supremo de Control Interno, Dr. Víctor Raúl Rodríguez Monteza, quien visitó la sede de nuestra ciudad el pasado lunes.

Obviamente premunido de las buenas formas y de esa absurda disposición que prohíbe a los magistrados hablar de los problemas internos con la prensa, el alto magistrado dijo que solo había llegado a “coordinar” con los magistrados locales aunque no negó que exista una investigación en contra del titular de la Fiscalía de Crimen Organizado, Dr. Carlos Franco Alzamora, cuya actuación ha sido duramente cuestionada.

Justamente, el mismo día que llegó el Fiscal Supremo de Control Interno a nuestra ciudad, otro de los investigados de la banda de “Los Sapos Blancos de Casma”, César Martín Ita Gaviño, reveló ante la prensa local que fue puesto en libertad y se le dictó comparecencia restringida porque el Fiscal Franco le dijo que tenía que sindicar al S,O, Oscar Estrada Salinas como parte de la organización.

Este es el mismo sesgo que tiene la declaración que se escuchó a Ulises Renato Castillejo Aguilar (a) “Pastore”, quien al ser detenido por la Policía admitió que negoció su situación con el Fiscal Franco a cambio de inculpar al Sub Oficial Estrada, pues se trataba de un asunto del propio Fiscal.

Y si a ello se suma el revelador testimonio que ofreció a la televisión capitalina el ex Jefe de la DEPINCRI en Chimbote, Comandante ® José Revelo Giraldo, quien también admitió que el Fiscal Franco y el jefe de la DIVIAC, Comandante Edward Zavaleta López, tienen la mala costumbre de sembrar pruebas con la finalidad de inculpar a autoridades y Policías con el objetivo de darle mayor fuerza y vigor a sus investigaciones, pues de esta manera podían justificar el alto costo de los gastos operativos que tiene esta unidad que no depende de control alguno en la Policía de Chimbote.

La acusación del ex oficial es sumamente grave y llama la atención que el Ministerio Público no la haya recogido para iniciar una investigación penal, lo que han hecho en el distrito Fiscal del Santa es incorporarla a un proceso disciplinario que ha iniciado la Jefa de la oficina de Control Interno, Dra. Aura Carrasco Chapoñan, quien reveló a la prensa que han recogido los testimonios periodísticos con la finalidad de corroborar cuan ciertas son estas graves imputaciones que ponen en tela de juicio el accionar de una Fiscalía que ha ganado protagonismos con intervenciones de gran envergadura durante los últimos dos años, montando mega operativos que han permitido llevar a la cárcel a muchos delincuentes.

Es evidente entonces que la visita del Fiscal Supremo estuviera relacionada con este nuevo escándalo que remece las estructuras del Ministerio Público de Chimbote, más aun cuando apenas un día después la Fiscal Superior de control Interno de nuestra ciudad confirmaba a los hombres de prensa el inicio de una nueva pesquisa contra el Fiscal Franco Alzamora, una que se sumará a la que tiene pendiente como consecuencia de la denuncia que, en su oportunidad, planteara el Sub Oficial Fernando Trujillo Osorio, quien también fuera víctima de este sembrado de pruebas por el solo hecho de no haber aceptado los ilegales requerimientos del Fiscal para que se haga seguimiento a dos magistrados.

Es importante que el magistrado que tiene a su cargo la máxima instancia del órgano de fiscalización de la Fiscalía haya llegado en momentos claves, cuando nadie sabía, por ejemplo, que la misma Fiscalía de Control Interno de Chimbote había archivado la denuncia que en su oportunidad formulara contra el Fiscal Franco Alzamora el ex Juez de nuestra ciudad Eudosio Escalante Arroyo, quien acudió a esa instancia luego de tomar conocimiento de las acciones presuntamente dolosas que emprendía el referido magistrado.

En este caso especial existe un audio grabado por el ex magistrado de una conversación que sostuvo con un Fiscal quien le confió lo que estaba haciendo su colega Franco Alzamora, sin embargo, la Fiscalía de Control no lo ha tomado en cuenta porque el Fiscal al cual se le escucha revelando los planes de Franco Alzamora sencillamente ha negado que esa fuera su voz, cuando en estos casos lo que procede es una pericia fonética e efectos de establecer si esto último es realmente cierto.

Sea como fuere, la presencia del Fiscal Supremo de Control, interno ha permitido rescatar un caso que parecía que estaba condenado a mantenerse solo en plano mediático, a pesar que ya resultaba sumamente suspicaz que no solo una sino hasta tres personas acusaban al fiscal de criminalidad organizada de estar sembrando pruebas contra todos aquellos a los cuales quiere confinar en la cárcel.

Esperemos que la Fiscalía realice una verdadera investigación, que deje de lado ese estrecho vínculo que los une con el Fiscal investigado y que, generalmente lleva las carpetas irremisiblemente al archivo por ese malhadado espíritu de cuerpo que termina blindando las malas acciones de los magistrados. Estamos ante otro terremoto en la Fiscalía, otro de gran magnitud y por ello todos queremos saber si es que realmente están dispuestos los mismos Fiscales a registrar muertos y heridos como lo reclama la naturaleza de los hechos que se han revelado en los últimos días. El tiempo nos dirá si es que existe verdadera voluntad de enmendar rumbos y corregir crasos errores.