Editorial

EDITORIAL ::NECIA POSICIÓN::

Cuando la sociedad civil de la provincia del Santa reclamó a voz en cuello que el Ministerio de Transporte obligue al consorcio OHL que reubique la garita de peaje “Besique” que se encontraba casi frente al campamento Atahualpa, los pobladores de Casma se negaron a aceptar que esa garita se lleve a su territorio, por ello acordó que la misma se ubicaría en los límites de ambas provincias, siempre dentro de territorio nuestro.

En efecto, no se puede olvidar que los casmeños hicieron cuestión de estado frente al pedido justo y coherente de la comunidad chimbotana que planteó con sólidos argumentos que no se justificaba el cobro del peaje para pobladores que circulan diariamente en los distritos del interior cuando los trabajos de la autopista del norte no ha llegado a nuestra jurisdicción, por ello señalaba la necesidad de trasladar la garita a la zona sur de la carretera Panamericana, rumbo a Casma.

Los casmeños, mal orientados e incitados por una prensa sensacionalista, pensaron que lo que se pedía era el traslado de la garita de peaje hacia esa ciudad, lo cual no tendría nada de raro porque ellos vienen gozando de los beneficios de la flamante vía desde hace muchos años, empero, el pedido no tenía este cariz.

Luego de varias reuniones en el Ministerio de Transportes, se explicó que el traslado se realizaría al Km. 402 de la Panamericana que, erradamente, los casmeños asumían que se trataba de territorio de su provincia, empero, tras las visitas técnicas y las inspecciones y verificaciones se pudo establecer que esto en realidad no era así, el traslado se realizaría a un lugar que corresponde al territorio de la provincias del Santa, específicamente en los límites de ambas provincias.

Esto fue aceptado y asumido por el alcalde provincial de Casma, Josep Pérez Mimbela, quien suscribió las actas que zanjaron el acuerdo del traslado de la garita de peaje, sin embargo, el burgomaestre no parece tener la firmeza y seguridad de sus propios actos como para sostener el compromiso que asumió.

Por el contrario, los politiqueros se encargaron de llenar los medios con una falsa información, exigieron a la Municipalidad que sancione a esta empresa porque estaba funcionando de manera ilegal sin autorización municipal que exige la ley a cualquier entidad que realiza una actividad económica y que supuestamente edificó esas instalaciones sin licencia de construcción.

Este reclamo solo tenía asidero en el primer punto, por lo que el alcalde, evidenciando una preocupante desequilibrio emocional en la autoridad que cede a las presiones de los sectores políticos interesados de su Pueblo, dispone la intervención de la garita de peaje bajo el argumento que opera sin la licencia de funcionamiento porque ellos no se la han otorgado y menos ha sido gestionada o tramitada por los representantes de la empresa.

Sin embargo, ¿Cómo solicitar una licencia de funcionamiento a un Municipio que está fuera del territorio donde ellos están trabajando? La respuesta es evidente, el Municipio de Casma se equivocó de manera malintencionada y su alcalde incurrió en un abuso de autoridad al disponer la clausura de la garita de peaje cuando ella no se encuentra dentro de su jurisdicción, como ya había quedado demostrado en las inspecciones realizadas por el Ministerio de Transporte y en las cuales estuvo presente el burgomaestre.

Lo más grave es que ya para ese momento el consorcio español si contaba con una licencia de funcionamiento y ella se la había otorgado el Municipio Distrital de Samanco tras haberse realizado los pagos y entregado los documentos que se requieren en esta clase de trámites, lo que quiere decir que el Municipio de Casma estaba incurriendo en un clamoroso error al intervenir una entidad que estaba plenamente autorizada a operar en el lugar en donde ahora se encuentra.

En este mismo contexto, el alcalde provincial de Santa, Julio Cortéz Rojas ha emplazado públicamente a su homólogo de Casma para que disponga el retiro de la unidad de Serenazgo que se ha dejado en la garita sin que se conozca en realidad cual es el motivo, más aun cuando la comuna casmeña no tiene jurisdicción sobre esas instalaciones.

Incluso, el burgomaestre chimbotano ha señalado que hará este pedido de manera amigable y enviándole un oficio a su colega para recordarle no solo que la Garita de Peaje no está ubicada en Casma sino para informarle que él  no puede clausurar ninguna instalación que no se encuentre dentro de su territorio.

Creemos que aquí radica todo el problema, el alcalde de Casma se está metiendo en un serio problema si continúa con las incursiones y hostilizaciones a una empresa que está legalmente autorizada a operar en el lugar en el que se encuentra y que cuenta con su propio respaldo en el, acta que se firmó en el Ministerio de Transporte.

Que existen otros aspectos que hay que reprocharle al consorcio español, como la tarifas que se han puesto en vigencia y que ha generado el rechazo de los transportistas de carga e interprovincial, eso es otra cosa y es un tema que, por ejemplo se ha encausado a través del Ministerio de Trasporte y que ameritará una respuesta de gobierno central.

Lo que debe quedar claro es que nadie puede irrogarse atribuciones en donde la ley no se las otorga, la autoridad que pretende imponerse fuera de su territorio está incurriendo en abuso de autoridad y lo único que consigue es que la sometan a un proceso penal y posteriormente la sancionen, en estos casos no existirá manera de pretender justificar lo que es abiertamente ilícito.

Hace bien el alcalde Julio Cortez al dirigirse a su homólogo de Casma y exhortarlo de manera diplomática a que cesen sus hostilizaciones a entidades que se ubican dentro de los límites de la provincia del Santa, una autoridad ejerce su poder dentro de las demarcaciones de su territorio, está llamada a imponer respeto en los temas que le compete y si la Municipalidad de Casma se viene entrometiendo en los límites de la provincia del Santa solo porque responde a presiones de unos cuantos caprichosos e insatisfechos, entonces es la autoridad local la que debe salirle al fresco. No creemos que el alcalde de Casma mantendrá esa necia posición.