Política

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EN EL CLAVO

El Gobernador Regional Luis Gamarra Alor ha sacado de sus casillas a más de uno con una práctica incomprensible de cambiar de funcionarios en tiempos relativamente cortos. Hay casos realmente patéticos como el del ex Director de la red Pacifico Norte que solo estuvo en el cargo por una semana, sin embargo, el promedio de permanencia de un funcionario en la gestión del Gobernador regional ha sido siempre de 6 a 8 meses, son pocos los casos en los que se mantienen más de un año. Sin embargo, en el caso de la gerencia de la Sub Región Pacífico, Gamarra comenzó con un eufórico Christian Calderón Luna a quien debió sacar en lo menos que canta un gallo Y colocó a Fernando Corcuera Medina. El Gobernador Regional necesitaba alguien que le demuestre resultados en el tema del reinicio de las obras que fue la principal tara de sus antecesores respecto al abandono de muchas de ellas por parte de César Álvarez. Y encontró en Fernando Corcuera a un funcionario que le rindió resultados iniciales pero le hizo meter las cuatro patas en temas sensibles como las obras del Colegio Belaunde y Garcilaso de la Vega. En los medios se recuerda que Gamarra dio hasta tres veces plazos para el reinicio de los trabajos porque su funcionario le anunciaba ello y no cumplía por eso se vio precisado también a prescindir de Corcuera Medina y hace solo unas semanas designó a Víctor Sicchez Muñoz, un Contador Público cuya labor es conocida en varias reparticiones de Chimbote. Y, tal parece que dio en el clavo pues Sicchez ha conseguido retomar la obra del Colegio “Víctor Andrés Belaúnde” en muy poco tiempo, ha conseguido destrabar un problema legal que era la piedra en el zapato para todos los ex gerentes y por ello ahora la comunidad educativa de este plantel recién le cree al Gobernador. Esperemos que ahora que se han reiniciado los trabajos no los abandonen hasta el final, decimos esto porque la obra ya no será terminada en la gestión de Gamarra sino que pasará a manos de las autoridades regionales que se elegirán en la segunda vuelta del próximo 09 de diciembre. Mucho ojo con esto.

PRUDENTE

El comisario de Buenos Aires, Comandante Gustavo Agurto Tello, es consciente que el incremento de la delincuencia escapa a las posibilidades de reacción de los pocos efectivos que tiene su unidad y las estrategias desplegadas para luchar contra la delincuencia. Por ello es que ante los últimos acontecimientos delictivos que se registran en el cono sur, ha señalado que estos niveles delictivos ya ameritan que se instalen unidades especializadas en el Cono Sur, con la suficiente logística y material humano experto en investigación criminal para poder detener la ola delictiva. No le falta razón, inclusive, de este tema ya se ha hablado mucho antes pero, como siempre ocurre, el inicial entusiasmo se perdió y todo no quedó sino en promesas. Por ejemplo, la implementación de una unidad del Escuadrón de Emergencia en Nuevo Chimbote no se plasmó nunca. El comisario ha señalado que Nuevo Chimbote, con la vasta zona de expansión que tiene con los asentamientos humanos del cono sur, ya se encuentra a nivel de provincia en materia de seguridad y ha reconocido que con la existencia de dos Comisarías no es suficiente. Más claro ni el agua, esperemos que el Jefe de la División Policial despierte y demande a los altos mandos mayor apoyo para una jurisdicción que desde hace años viene creciendo a un ritmo mucho más sostenido en toda la provincia. Incluso, el decaimiento del Serenazgo ha agudizado esta situación.

COBROS

A propósito del Serenazgo, la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote ha incorporado en los recibos de suministro de energía que distribuye la empresa Hidrandina en todo el distrito, el derecho por concepto de seguridad ciudadana que es de 3. 50 por cada familia. Esto ha generado el inmediato rechazo de algunos dirigentes del distrito sureño en razón que el cobro no se justifica en la medida que para muchas familias representa un incremento sobre un recibo de consumo que está sujeto al corte de un servicio en caso no le alcance para pagar, empero, al margen de esta justa observación, lo que se tiene que tener en cuenta es que cuando se brinda un servicio hay que retribuirlo, existe de por medio una contraprestación que debe atenderse. Y aquí viene el otro aspecto cuestionable de este nuevo pago implementado por la Municipalidad sureña y es la falta de eficiencia del servicio. El Serenazgo de Nuevo Chimbote fue uno de los primeros órganos de auxilios que implementó el alcalde Valentín Fernández en su primera gestión y lo hizo con marcado éxito en la medida que la seguridad del distrito se vio fortalecida, el sistema de seguridad ciudadana contaba con camionetas, automóviles, motocicletas y material para los efectivos, brindaban no solo atención inmediata ante un eventual robo, sino en accidentes y hasta en siniestros. Sin embargo, de aquel servicio ejemplar que se brindó en su oportunidad no queda realmente nada. El serenazgo está reducido ahora a su mínima expresión, cuando un ciudadano llama por una emergencia ya no llegan porque carecen de unidades porque su personal ha debido ser reducido a su mínima expresión, entonces habría que evaluarse si es que se puede cobrar por un servicio que no se recibe con eficiencia. Ese es un tema que los funcionarios ediles deben resolver.